Colombia
Rock al Parque: El balance final, los 10 mejores actos, las decepciones y los mensajes que quedan.
Como siempre estuvimos cubriendo el festival los tres días, esta vez con objetivos un poco diferentes al mero cubrimiento periodístico pues estamos en la mitad de la elaboración de la tesis que trata precisamente sobre todo este maremagnun llamado “rock colombiano” y sus instituciones. Les recomendamos leer los dos primeros artículos ya publicados antes de leer este, pero bueno comencemos.
Fue un festival dificil para la producción por tanta lluvia, recordemos que la elección de noviembre siempre fue una mala decisión y por eso el festival había cambiado de fechas, pero al ser este un mes un poco más tranquilo para los artistas volvimos a los festivales bajo la lluvia. Igual, al ser gratuito así caiga plomo fundido del cielo la gente aparecerá para ver a las bandas del cierre. El patrón de hace décadas se sigue repitiendo, escenarios vacíos antes de las 6 de la tarde, no sirvió comenzar un poco más tarde. Pero el balance general es bueno, creo que ha sido una de las mejores ediciones desde hace mucho tiempo y eso se notó también por el cambio de curaduría, la del año pasado fue terrible con su vocera “tropical” vendiendo la idea de que la cumbia era lo mismo que el rock en un video público y las anteriores bajo la dictadura cultural de una personaje nefasto casi acaban por completo este espacio que es patrimonio cultural de Bogotá.
Lo del tercer día fue una fiesta para el público bogotano, mucho ska, muchos ritmos caribeños y sí, salsita, merengue, etc. Al parecer esto no va a cambiar, sobretodo porque hay muchos músicos que ignoran los géneros musicales, mucho músico en Colombia que cree ser “extravagante y sofisticado” y que para sacarle eso de la cabeza es como enseñar a sumar a una mula esperando que la mula aprenda primero.
Pero a pesar de esto y de los pseudo periodistas que no quieren dejar de repetir este discurso hasta el cansancio, Rock al Parque 2024 contó con buena asistencia, buenos actos y algunas enseñanzas que podemos aprender.
Comencemos con los que para nosotros fueron los 10 mejores actos de esta edición:
Mortis y los Desalmados: Aunque eso de putear al estado desde la tarima que paga el estado es una de las grandes absurdeces del rock colombiano, esta banda es bestial. Muy buenos, combinando elementos del Rockabilly, el rock, el blues y el country con mensajes sobre la realidad de un país acabado por la corrupción y la violencia, sumado a un excelente show, demostraron porque fueron el puntaje más alto de este año. La novedad de tener una banda así toca aprovecharla, son buenos músicos y sin duda una banda que comienza a notarse y esperemos que el festival les sirva como vitrina.
Pez errante: Una de las pocas buenas bandas de Rock, el rock colombiano está mal, muy mal, esta banda, sin pretensiones ni ambiciones sonoras extrañas, tiene un sonido clásico, divertido y bien armado, ese es el rock que no escuchamos desde hace tiempo, sin que se ahogue en tamboras, guacharacas y papagayos, sencillamente rock, buen rock.
Stuck in the sound: Una de las mejores bandas de todo el festival, con un sonido clásico que evoca el rock post alternativo, limpios e impecables en la ejecución con una voz notable. Una banda para seguir de ahora en adelante
Loathsome Faith: La banda de larga trayectoria demuestra una vez más porque están tan presentes en la escena local, Angel Niño y su combo tienen la facilidad de comerse los escenarios, aun bajo la lluvia, aun con poco público, una maquina sonora, intercambiando entre lenguajes, entre distorsiones, Loathsome Faith sencillamente es de lo mejor que tenemos en el Metal colombiano. Agreguenle crédito al ingeniero de audio que los hizo sonar muy bien.
Afsky: Ole Luk creó este proyecto en solitario y a los que nos gusta el género creo que estaremos de acuerdo en que fue un show a la altura. La banda ensimismada en su sonido y acompañada por el telón del cielo de tormenta con los rayos le ayudó mucho, el Black Metal sigue creciendo en el mundo con las nuevas generaciones y este fue un acto para el disfrute de los seguidores.
Inspector: Comencemos por la presencia escénica y la voz de este hombre, una banda que no tiene que esforzarse para conectar con el público, se los ganó en dos minutos. Sus covers bien hechos sin distorsionar el género que tocan, una fiesta, de lo mejor de la jornada.
Doro: La reina del Metal, Europa en su máxima expresión, al igual que Inspector, no busca nada más que serle fiel al género que toca y no necesita mucha parafernalia para entregar un espectáculo inolvidable, se le nota la cancha, se le nota el mundo, se le nota el Metal. Un acto que tuvo que estar en Rock al Parque hace años.
Dr Krapula: Esta es una banda que Bogotá siente como propia y el festival aun más, son demasiadas veces las que han tocado en Rock al Parque y con el distrito, de hecho no recuerdo muchos conciertos que no sean del estado, pero lo que no se puede negar es que siempre, siempre logran que el parque los apoye, coreé las canciones, las saltan, las bailan y además sumemos el mensaje en contra de esa ñeramenta reguetonera que fue un detalle de fina coquetería.
Ostia Puta: Tres acordes y una actitud realmente punk le bastaron a la banda española para pasarse por el piso a todas las bandas que dicen ser anarquistas y contraculturales, demostrando que para ir en contra de la corriente no se necesita nada más que convicción, actitud y un buen pedal de distorsión. Así de sencillo.
Testament: Por supuesto no podemos dejar de nombrar a una de las bandas con mejores músicos y más técnica de la edición, muy poco valorados para lo que realmente son, una agrupación que debería estar dentro del podio en el que han puesto a otras del mismo género pero que por alguna razón se sigue sintiendo como de segunda linea. Indiscutiblemente de lo mejor que nos trajo esta edición.
Las decepciones…
Lo de Todos tus muertos y el acto en solitario de Nadal no convence, no conecta, y de hecho hace muchos Rock al Parque sucedió lo mismo, la banda en escena es lenta, un poco aburrida, contrastando con sus discos, no convence, pareciera que lo hace obligado.
Algunas repeticiones en el cartel nacional aburridísimas y bandas como Erica Sativa que ya no causan la impresión de otras veces, se van cansando y parece que no tienen ganas de innovar.
A título personal bandas como La Santísima Voladora al igual que otras propuestas que son tropicales más que rockeras me parecen buenas y divertidas para ir a verlas o para fiesta, pero no son parte del espectro del rock por más que lo quieran pensar, esa “identidad” de género que le han querido dar a estos géneros musicales “transgénero” no funcionan, sabemos que este es un pueblo tropical y bailaor pero pues hagan otro tipo de espacios para esto, tenemos más de cuatro mil bandas de rock y Metal activas en la ciudad como para continuar con la terquedad ignorante, desgastante y palurda de la tal “inclusión”, inclúyanlos en otras partes. Necesitamos personas con conocimiento musical y menos soberbia en esta parte, porque lejos de quedar como intelectuales quedan es como ignorantes. Es algo así como crear el Ministerio Afro y colocar a Brad Pitt o cualquier rubio de ministro solo ¡por que sí” porque somos “muy locos y extrovertidos”, es una pendejada enorme y aun más para los “músicos” o “periodistas” que lo defienden. Entendiendo claro está que de los 5 millones de periodistas que asisten habrá dos que han estudiado. Tambien las bandas nacionales invitadas en su mayoría se notó que fueron invitadas o por amistad o por negocio, muchas no tenían el bagaje para estar en una tarima de estas, bandas amateurs, Rock al parque no está para esto, para ensayos, se supone que las bandas nacionales invitadas deben ser de categoría.
Los Toreros Muertos fueron una gran decepción, su música de por sí no es elaborada pero es divertida, uno entiende que lleven tres siglos tocando lo mismo pero lo que hicieron en Rock al Parque fue degradarse ellos mismos. Destruyeron cualquier intento de disfrute.
Una lástima por bandas como Hipocrisy o Haggard a quienes robaron, nosotros los colombianos de nuevo haciendo gala de nuestra cultura ladrona. Hipocrisy lo sintió, y se les sintió, el sonido no les jugo una buena pasada.
El acceso para hablar de realidades incómodas con algunos funcionarios de Idartes sigue siendo dificil, parece que solo se puede hablar de felicitaciones y de buenas cosas, siguen siendo esquivos, tratando de lavarse la mente con cualquier cosa para tapar lo que aun está mal. No reciben ninguna opinión o consejos, sencillamente se blindan ante lo malo y creen que con no aceptarlo la realidad cambia.
La carpa de prensa es terrible, sencillamente terrible, nada que hacer, los artistas son sentados al fondo de un lugar de 5 por 8 metros, atestado de gente que más que todo van a “lamer botas” que a preguntar cosas interesantes, no hay tomas para cargar las cámaras, los celulares o computadores, no hay internet en el parque para transmisiones, nisiquiera hay agua. Fracaso absoluto, pero pues… volvemos a lo mismo ¿Importa?
Y hay mucho que decir, pero en general el balance no es malo, la gente se divirtió y eso más que todo es importante porque el festival es para la gente. En un fin de semana que estuvo cargado de eventos en Bogotá como el Colombian Metal Fest o Linkin Park, el parque estalló de ciudadanos que encuentran año tras año la excusa de la fiesta yu así sea con falencia el rock toma protagonismo.
El discurso de “otra vez rompimos récords”, esa sublimación en Canal Capital, ese egocentrismo exacerbado cuando Rock al Parque habla de Rock al Parque, bebes, muchos somos productores de eventos y conocemos las realidades, esas manipulaciones ególatras no son buenas para la salud de ninguna industria. La transmisión de Canal Capital nuevamente con personajes que no conocen la escena, el rock, la industria pero sobre todo con el sonido de consola directo a la transmisión. Neeeeh, ya demasiados años en lo mismo.
Veremos que depara el otro año, esperemos que se amplie el número de bandas que pasan por convocatoria, este año fueron muy pocas y que eliminen los conciertos fantasma que comienzan a inventar después, que las ruedas académicas sean realmente académicas y que predomine el rock nacional, o que al menos haya rock nacional, porque no puede seguir siendo solo Metal, cumbia y Ska.
Hay muchas ideas, muchas cosas por hacer, uno pensaría que casi 30 años después el festival funciona como un relojito, pero no, no se le da continuidad a los procesos y cada año es algo diferente en cuanto a ideas de producción que mucha gente no entiende y es lo que lo hace tambalear.
Colombia
Informe de Gestión 2024 de la Fundación Subterránica: Liderazgo Cultural y Transformación del Ecosistema del Rock Latinoamericano
“Las palabras son solo el eco de lo que se hace. Los hechos son el lenguaje que el mundo entiende.”
– Lao Tse
“Lo que importa no son las palabras que salen de tu boca, sino las huellas que dejas con tus acciones.”
– Albert Einstein
“Hay demasiada gente que habla de lo que va a hacer, pero la grandeza está en aquellos que simplemente lo hacen.”
– Brené Brown
El presente informe de gestión correspondiente al año 2024 documenta los logros, iniciativas, y el impacto generado por la Fundación Subterránica en su misión de promover, difundir y fortalecer la cultura del rock y la música independiente en Colombia y América Latina. Con más de dos décadas de trayectoria, Subterránica se ha consolidado como una plataforma pionera y líder en el desarrollo del sector musical alternativo, transformando las dinámicas de creación, circulación y reconocimiento del talento emergente en la región.
Durante este año, la fundación ha logrado un avance significativo en múltiples frentes, que incluyen la producción de eventos de gran envergadura como la XVIII edición del Monster del Rock Colombia, la expansión del circuito Wacken Metal Battle Suramérica, y la realización de proyectos innovadores como el congreso Vortex y la segunda edición del Bogotá Metal Network. Estas iniciativas no solo consolidan el posicionamiento de Subterránica como un referente cultural, sino que también generan oportunidades concretas para artistas, gestores, y públicos de diversos países, fortaleciendo el ecosistema musical desde una perspectiva inclusiva y sostenible.
En el ámbito académico y literario, Subterránica también ha contribuido al enriquecimiento cultural mediante la publicación de obras literarias y el liderazgo de proyectos investigativos de alta relevancia. En 2024, la fundación celebró el lanzamiento de dos libros escritos por su fundador, Felipe Szarruk, que exploran la relación entre arte, sociedad y filosofía musical. Asimismo, la tesis doctoral Guitarras bajo fuego obtuvo el premio PhDay en la Universidad Complutense de Madrid, un reconocimiento que refleja el impacto intelectual y académico de la fundación en los debates contemporáneos sobre la gestión cultural.
En cuanto al fortalecimiento del patrimonio cultural, la fundación avanzó en el desarrollo del Museo del Rock Colombiano, formalizando su registro como entidad museal y organizando actividades académicas que promueven la reflexión y el reconocimiento de la historia del rock en el país. Este esfuerzo reafirma el compromiso de Subterránica con la preservación de la memoria colectiva de la música nacional y su papel como eje articulador entre las generaciones de artistas y aficionados.
Subterránica no solo ha sido un motor de transformación cultural en 2024, sino que también ha reafirmado su carácter autogestionado, independiente y crítico, enfrentando los retos estructurales que afectan al sector cultural. A través de alianzas estratégicas, una sólida estrategia digital y un enfoque ético, la fundación ha alcanzado una cobertura significativa en toda América Latina, beneficiando directamente a más de 360 bandas y movilizando a más de 1.500 músicos en actividades que van desde festivales hasta talleres formativos.
Este informe detalla con precisión los hitos alcanzados durante el año, respaldados por datos estadísticos y narrativas que evidencian la relevancia de Subterránica en el contexto regional e internacional. También se perfila el futuro de la fundación con proyectos visionarios que apuntan a continuar liderando el movimiento cultural independiente en el continente, reforzando su impacto en la construcción de una industria más equitativa y accesible para todos los actores del sector.
Conscientes de los desafíos, pero motivados por los logros obtenidos, presentamos este documento como un testimonio de la labor incansable de Subterránica y su equipo, así como una invitación a aliados y actores gubernamentales a unirse en el fortalecimiento de esta causa cultural que ya trasciende fronteras y generaciones.
Informe de Gestión 2024: Fundación La Rock Subterránica
1. Progresos Académicos y Tesis Doctoral
En 2024, Felipe Szarruk completó exitosamente todas las actividades académicas y de investigación de su doctorado en la Universidad Complutense de Madrid. La tesis titulada “Guitarras Bajo Fuego” fue galardonada con el premio PHDay 2024, destacándose por su enfoque innovador en la intersección entre la música, la cultura y los derechos humanos. Este reconocimiento subraya la relevancia cultural y académica del trabajo de Szarruk, que abordará en detalle la resiliencia de la música rock en contextos adversos. El proceso de escritura de la tesis para su depósito en 2025 ya está en marcha, sentando las bases para futuras publicaciones científicas.
2. Publicación de Libros
a. El Inodoro
Publicada en 2024, El Inodoro es una obra de sátira y crítica social que explora temas contemporáneos a través de una narrativa ágil y provocadora. Disponible en Amazon y para descarga gratuita en Google Drive, este libro ha sido destacado como una reflexión mordaz sobre las contradicciones de la modernidad. Los lectores han elogiado su estilo irreverente y su capacidad para abordar temas serios con humor y profundidad.
b. Del Ritual al Kaoz
Este libro, publicado por Bbar, es una compilación de ensayos y análisis sobre la evolución del rock y el metal en Colombia, marcando hitos de la música independiente en el país. Con un enfoque académico y testimonial, Szarruk detalla cómo estos géneros han influido en la cultura local y cómo enfrentan desafíos actuales. La obra está disponible en las principales librerías y ha sido objeto de presentaciones públicas, generando debates sobre la importancia de preservar la memoria musical.
3. Monster del Rock Colombia XVIII
La XVIII edición del Monster del Rock Colombia consolidó su posición como el circuito de circulación de rock independiente más grande y antiguo del país. Con la participación de más de 60 bandas de diversos géneros, el evento ofreció un espacio sin precedentes para el talento emergente y consagrado. La banda ganadora fue Guerreros del Metal, quienes destacaron por su puesta en escena y calidad musical, representando una de las más emocionantes ediciones del festival hasta la fecha. Este evento no solo es un espectáculo musical, sino un esfuerzo por preservar y promover la cultura del rock en Colombia.
4. Participación en Wacken Open Air
En 2024, la Fundación marcó un hito al asistir al Wacken Open Air en Alemania, el festival de metal más grande del mundo. La banda seleccionada como ganadora del Metal Battle Sudamérica representó dignamente a la región, alcanzando la quinta posición, una proeza destacable en su primera participación.
Wacken TV: Felipe Szarruk fue invitado como panelista, fortaleciendo la presencia de la región en el ámbito académico.
Oscar Garzón: Su rol como fotógrafo oficial del evento añadió un valioso componente visual a la representación de Suramérica.
Esta participación reafirmó la importancia de la gestión cultural para la internacionalización de la música regional.
5. Wacken Metal Battle Sudamérica 2025
La organización del Wacken Metal Battle Sudamérica se amplió significativamente, incluyendo ahora a Bolivia y Perú. Con más de 50 eventos realizados en cinco países y la participación de casi 300 bandas (170 de ellas en escena), se creó el circuito más grande de metal en el continente.
Final en Riobamba, Ecuador: Los ganadores de cada país competirán en esta ciudad, marcando un hito para el metal sudamericano.
Revista Digital: Se lanzó la primera edición de la revista digital Metal Battle Sudamérica, consolidando un espacio para la difusión de la escena metalera.
6. Bogotá Metal Network II
La segunda edición del Bogotá Metal Network reunió a bandas y agentes de la industria para fomentar el intercambio y la profesionalización. Este evento es una pieza clave para la consolidación de Bogotá como un epicentro del metal en Colombia, contribuyendo al fortalecimiento de redes de colaboración.
7. Mundialito del Rock Colombiano
Este innovador proyecto consistió en una encuesta masiva para la creación de públicos, finalizando con un concierto en vivo donde se reconocieron dos importantes bandas nacionales. Este evento subrayó la importancia de conectar a las audiencias con las bandas emergentes, fortaleciendo la escena local.
8. Reconocimientos a Felipe Szarruk
Felipe Szarruk fue homenajeado por su trayectoria de 30 años como gestor cultural, recibiendo dos importantes reconocimientos:
Una ceremonia en su honor con la participación de artistas y medios.
Un homenaje en La Media Torta durante la Celebración del Rock Colombiano.
Además, Tomas Fay le otorgó un reconocimiento especial por su labor en pro de la música y el periodismo.
9. Lanzamiento de Bbar Radio
En 2024, se lanzó Bbar Radio, una plataforma de radio online dedicada a la promoción del rock independiente. Con contenido variado y dinámico, esta iniciativa busca amplificar las voces de los artistas emergentes en Colombia y el continente.
10. Impacto Estadístico y Medios de Difusión
De acuerdo con encuestas realizadas por Subterránica, la plataforma:
Benefició a más de 360 bandas y 1.500 músicos.
Mantiene una fuerte comunidad, con un 76,6% de consumo en redes sociales y un 57,4% en eventos en vivo
Subterránica
Es reconocida por su independencia y compromiso con la denuncia de problemáticas en la industria musical.
11. Gestión del Museo del Rock Colombiano
Logros 2024:
Registro como entidad museal en SIMCO.
Formalización como fundación independiente en la Cámara de Comercio.
Realización de eventos académicos, como la charla con el artista Iván Chacón.
El museo continúa recolectando piezas valiosas para la preservación de la historia del rock colombiano.
“No hables de lo que vas a hacer. Hazlo, y deja que el mundo vea por sí mismo lo que eres capaz de hacer.”
– Franklin D. Roosevelt
“El que mucho habla y no hace, ha dicho ya lo suficiente para que se le ignore.”
– Mahatma Gandhi
“El hombre sabio no es el que más habla, sino el que más actúa. Las palabras se las lleva el viento; las acciones dejan huella.”
– Epicteto
Alcance e Impacto de Subterránica
Presencia Regional y Reconocimiento: Subterránica se ha consolidado como una plataforma clave para el desarrollo del rock independiente en América Latina, especialmente en Colombia y El Salvador. Con más de 20 años de trayectoria, sus iniciativas han fomentado la profesionalización del sector musical independiente.
Premios y Competencias: Los premios Subterránica, organizados anualmente, han reconocido el talento de más de 500 artistas independientes desde su creación. En 2024, categorías como mejor álbum, canción del año y artista nuevo resaltaron la diversidad y calidad de la escena. Bandas como “Lengua del Desierto” ganaron el circuito “Monster del Rock”, una de las competencias más importantes de la organización, que sigue atrayendo a talentos emergentes de toda la región.
Museo del Rock Colombiano: Subterránica lidera también el único Salón de la Fama del rock colombiano, en el cual se han inmortalizado artistas de la talla de Aterciopelados y La Pestilencia. Este esfuerzo resalta su compromiso con la memoria histórica y cultural del género.
Contribución a Festivales y Escenarios: Subterránica participa activamente en la difusión y gestión cultural del rock independiente. Sus colaboraciones con festivales internacionales han permitido que artistas locales tengan acceso a audiencias más amplias y oportunidades internacionales.
Diversificación y Apoyo a Nuevas Generaciones: Además de los premios, Subterránica organiza talleres, conferencias y foros que han beneficiado a cientos de músicos en aspectos como producción, promoción y distribución musical. Su enfoque integral promueve la sostenibilidad del sector independiente.
Estado del Arte en la Región
Industria Musical Independiente: A pesar de la competencia con grandes disqueras y entidades del gobierno, Subterránica ha demostrado ser un puente esencial entre el talento emergente y las plataformas de reconocimiento global. Ha liderado la transición hacia un modelo más inclusivo y descentralizado para la música independiente.
Innovación y Sostenibilidad: La plataforma integra nuevas tecnologías y estrategias digitales, como transmisiones en vivo y redes sociales, para mantener el alcance de sus actividades incluso frente a desafíos como la pandemia. Esto ha asegurado su relevancia y capacidad de adaptación.
Nuestro medios:
Colombia
Atención bandas: La Celebración del Rock Colombiano abre convocatoria para su edición 2025
La Celebración del Rock Colombiano, fue uno de los eventos más importantes para la escena del rock y metal emergente en Colombia en 2024, ahora ha anunciado la apertura de inscripciones para su edición 2025. Este evento, que fue un gran éxito, continuará con su misión de fortalecer y visibilizar a las bandas emergentes del país.
La edición 2024 de La Celebración del Rock Colombiano se desarrolló en varias etapas que pusieron a prueba el talento y la preparación de las bandas participantes. Durante la etapa de inscripción, un total de 105 bandas enviaron sus postulaciones a través de un formulario online. Tres jurados expertos evaluaron cada propuesta tomando en cuenta factores como la calidad musical, la coherencia en el concepto, las actividades realizadas durante el último año y el manejo de redes sociales. De este proceso, se seleccionaron 32 bandas, que fueron divididas en dos fases de retos, tanto musicales como de business.
En la primera etapa, las 32 bandas participaron en una serie de desafíos, lo que permitió elegir a 16 proyectos para formar parte del acetato que se lanzará próximamente. Estos 16 semifinalistas avanzaron a la siguiente fase, que implicó retos aún más exigentes. Un jurado evaluó su desempeño en actividades y talleres relacionados con la industria musical, conversatorios y presentaciones en vivo. El evento culminó el 23 de noviembre en el escenario de La Media Torta en Bogotá, donde las 10 bandas finalistas se presentaron.
El gran triunfo de la edición 2024 fue para Rain of Fire, banda de Metal de Tuluá, y el segundo lugar para la banda Bogotána de Rock-Grunge Ennui. Ambas bandas recibirán importantes oportunidades de visibilidad y apoyo por parte de la organización.
Ahora, con la mirada puesta en el futuro, La Celebración del Rock Colombiano ha abierto las inscripciones para su edición 2025. El evento se llevará a cabo en Bogotá en el mes de abril, con nuevas oportunidades para las bandas emergentes. La convocatoria está abierta desde el pasado 27 de noviembre e irán hasta el 6 de diciembre, las bandas interesadas deberán completar un formulario de inscripción y realizar un pago de $80.000 a través de Nequi o Daviplata.
La edición 2025 continuará con un formato similar al de 2024, iniciando con una selección de 32 bandas que participarán en una serie de retos durante los primeros meses del año. De estas, se escogerán 16 semifinalistas que formarán parte del acetato de la edición y del documental “Rock y Metal Emergente: Una Historia que Contar”. Finalmente, 10 finalistas competirán en una presentación en vivo, donde se definirá al gran ganador, quien recibirá una serie de beneficios, como la grabación de un sencillo en el BUNKER Estudio, asesoría en manejo de redes sociales y participación en festivales nacionales.
La Celebración del Rock Colombiano sigue consolidándose como una plataforma clave para el impulso de la música independiente en Colombia, y su edición 2025 promete continuar con este importante legado.
Más información:
Inscripciones abiertas: 27 de noviembre a 6 de diciembre
Formulario de inscripción: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLScbnlSV1mIwU-FWhSfnGB7EOlGUaqasz5Eg7_xUskRf5_BLZg/viewform?pli=1
Pago: $80.000 a través de Nequi o Daviplata al número 3054743868
#HaciendoQueSuceda
Colombia
La cultura en Colombia: Una herramienta de control social que hay que detener.
En Colombia, el Ministerio de Cultura se presenta como el guardián de la identidad nacional y la diversidad cultural, pero su enfoque selectivo y políticamente alineado plantea serias dudas sobre su propósito real. Mientras ciertas narrativas, como la memoria del conflicto armado o el museo afrocolombiano, son promovidas con fervor, otras manifestaciones culturales, igualmente valiosas, son ignoradas o atacadas. Esto no es una casualidad, sino un reflejo de cómo el aparato estatal utiliza la cultura para moldear la percepción pública y perpetuar relaciones de poder.
La promoción del museo afro en Colombia se celebra como un acto de justicia histórica con bombos y platillos, pero, esta misma lógica se aplicara de manera consistente, debería abrir espacio para otras representaciones culturales de la identidad colombiana. Pero no sucede así.
¿Por qué el Ministerio abraza ciertas narrativas mientras ignora otras? Porque la cultura no solo es un espacio de expresión; es también una herramienta de control. Siguiendo a Louis Althusser y su teoría de los aparatos ideológicos del Estado, el Ministerio de Cultura parece priorizar proyectos que refuercen las narrativas que le convienen al poder político y económico, en lugar de reflejar la diversidad real del país.
El poder quiere controlar todo y convertirlo en una disidencia controlada, rockeros sin dignidad que insultan al Estado desde una tarima pagada por el Estado, en donde el mismo Estado queda como héroe por dejar que la gente “se exprese”, es sencillamente ridículo.
Soy el creador del Museo del Rock Colombiano y quiero colocarlo como una iniciativa que surge desde la independencia cultural, sin necesidad de subsidios o aprobaciones estatales. Este proyecto demuestra que la cultura puede florecer sin las cadenas de la burocracia gubernamental. Sin embargo, lejos de ser promovido como un ejemplo de gestión autónoma, enfrenta ataques y desdén del propio Ministerio, de Idartes y de funcionarios públicos o contratistas.
Este rechazo no es casual. Una iniciativa cultural que no responde a los intereses del aparato estatal, que no se alinea con las narrativas de turno, es vista como una amenaza. No porque sea inadecuada, sino porque su existencia cuestiona la necesidad misma de un ministerio que actúa como árbitro cultural.
Háganse una pregunta, si se borra al Ministerio o a Idartes del panorama económico de los artistas ¿cómo almorzarían? Es interesante que pareciera que las artes en este país no pueden existir si no son financiadas por el Estado. El problema es que ellos te dan el dinero, pero también te dicen que hacer y como hacer, son artes sometidas, arrodilladas, débiles, sin contexto y al servicio de la ideología de turno.
Otro ejemplo claro es la inversión desproporcionada en la memoria del conflicto armado. Mientras es válido y necesario reconocer el impacto de la violencia en la sociedad colombiana, esta narrativa ha sido elevada por encima de otras historias igualmente significativas.
¿Por qué no hay un esfuerzo similar por preservar las historias de resistencia cultural, como el impacto de la música rock y otros movimientos independientes en la formación de identidad y protesta? Porque esas historias no refuerzan la narrativa oficial de victimización y dependencia del Estado.
Ven la cultura independiente como una amenaza, lo que subyace en estas decisiones es un temor a la autonomía cultural. Proyectos como nuestro museo o cualquier otra iniciativa cultural independiente cuestionan la necesidad del Ministerio como mediador de la cultura. Demuestran que la verdadera riqueza cultural surge de la pasión, el esfuerzo y la conexión directa con las comunidades, no de un presupuesto estatal, pero lo más interesante de esto es que los artistas con tal de no perder el mendrugo de pan que le tiran al piso, siempre se ponen de parte del que sostiene la bolsa de los billetes, regresamos a lo mismo, al hambre y a la dignidad, una que en Colombia sobra y otra que escasea.
El Ministerio de Cultura en Colombia o el Instituto Distrital de las Artes IDARTES, no son promotores de la diversidad cultural, sino gestores de narrativas convenientes para el poder político. Al priorizar ciertas expresiones mientras ignora o ataca otras, refuerzan un modelo de dependencia y control, limitando el potencial de una cultura verdaderamente libre y diversa.
Es hora de repensar el papel del Estado en la cultura. Los proyectos independientes demuestran que no necesitamos un Ministerio que decida qué historias contar. La riqueza cultural de Colombia no está en los subsidios ni en las políticas, sino en la creatividad y la resiliencia de sus artistas y gestores, quienes continúan construyendo desde la autonomía, sin miedo, sin hambre pero sobretodo con dignidad.
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