La mirada Subterránica
¿Por qué ha fracasado el rock colombiano? Un análisis sobre la escasez creativa y la calidad musical del género en el país.
Afirmar que existe algo llamado “rock colombiano” o incluso “rock latino” es adentrarse en aguas turbulentas en donde la subjetividad cobra mucha fuerza y se impone ante la razón o el conocimiento, el rock, al no tener un patrón rítmico definido se da para muchas interpretaciones y es “adaptable” a las necesidades, sin embargo, no podemos hablar de “rock colombiano” más que refiriéndonos a la música que se crea en el país dentro de este género. Hacerlo de otra forma sería como referirnos a “Vals jamaiquino” y no por ello el género va a cambiar, todos conocemos el patrón rítmico del vals y así se haga en Jamaica o en Viena será lo mismo, he ahí la razón del problema tan grande cuando pensamos en el “rock”, no existe (repito) un patrón rítmico general.
Pero si podemos a la luz de las evidencias pensar que tal vez el rock hecho en Colombia fracasó en su misión de crearse en una industria auto sostenible y de alcanzar fronteras más allá de las nuestras, mientras varios países tienen a sus movimientos consolidados y girando, Colombia nunca pudo salir de Rock al Parque y de un pequeño circuito de bares que se hizo más pequeño ante la cantidad de bandas que están tocando, bandas que en Bogotá superan las tres mil en número pero que viven invisibles y sin poder hacer más que ensayar de vez en cuando. Para concluir la idea, el rock colombiano se quedó en el garaje y la única oportunidad para una banda es clasificar como contratista a una convocatoria del estado o auto financiar giras al exterior. Gracias a eso, se ha dado un fenómeno muy interesante: la corrupción en el rock y sus políticas culturales, sus aliados y su ecosistema, tanto público como privado.
Es difícil atribuir una sola razón al fracaso del rock colombiano, ya que hay varios factores que podrían haber contribuido a ello. A continuación, podemos abordar algunos para analizarlos:
Falta de apoyo de la industria musical: El rock colombiano nunca recibió el mismo nivel de apoyo de la industria musical que otros géneros más populares como el Vallenato o la música popular, ni siquiera cuando el rock era lo popular, esto seguro fue una causa del estancamiento, en Colombia el rock siempre ha sido mal visto por la sociedad y nunca fue tomado en serio como si se hizo en otros países que vieron en el género un negocio, en realidad en Colombia jamás se escuchó el rock, mientras en el mundo se daban movimientos como la nueva ola del heavy metal británico, el glam, el punk, etc. En Colombia se consolaban con Vilma Palma e Vampiros y otras bandas que hacían parte de una lista de lo que llamaron “rock en español” pero que distaba mucho de lo que sucedía en el mundo. La industria musical no le puso atención al fenómeno y las disqueras no prensaron trabajos ni los promocionaron, muy pocos trabajos fueron prensados y muchos menos fueron apoyados en radios mainstream o en televisión.
La influencia del rock internacional fue muy poca: La popularidad de la música internacional, especialmente la música angloparlante no fue algo grande en Colombia más que para algunos nichos, las bandas que hacían rock tenían que rebuscarse los sonidos, en ese caso era muy difícil y aun lo es, encontrar profesores o músicos que dominaran las técnicas en las guitarras, en el bajo, generalmente el bajista era el que menos guitarra tocaba. Es difícil y caro conseguir instrumentos, el rock es una profesión que requiere inversiones altas y cuando ya en el país hubo instrumentos, salas de ensayos y una buena educación en técnicas gracias a Internet y sus tutoriales, la industria de la música ya había muerto en general, es decir el rock ya estaba absolutamente nulo en el país.
Falta de infraestructura musical: El rock colombiano pudo haber enfrentado dificultades para establecer una infraestructura musical adecuada, como salas de conciertos y estudios de grabación de alta calidad, lo que podría haber afectado su capacidad para producir y promover su música. Son muy pocos los discos que no suenan como si los hubiera mezclado un ingeniero experto en cumbia, la distorsión y la mezcla siempre han sido un problema, nunca hubo educación en estos ámbitos hasta hace muy poco y de nuevo, cuando ya lo tuvimos, ya no se grababa en estudios sino en casa, la producción musical del rock en general es muy pobre.
Estatismo paternalista: La necesidad y el hambre, la falta de escenarios pagos, la falta de gusto del público actual por el género entre otras cosas han hecho que sea el estado quien se posesione como “el gestor del rock nacional” y tiene sometidos y domesticados a los músicos de rock a punta de convocatorias y ayudas que prometen el dinero que no pueden ganar de otra manera, así entonces convirtieron al rock colombiano en una disidencia controlada, en algo inofensivo y maleable.
Personalidades egocéntricas y destructivas dentro de la escena: Es cierto que para ser rockero no hay que ser académico, estudiar música no es una necesidad para dominar las técnicas de ejecución más avanzadas o para componer buenas canciones. El estudio es necesario para desarrollar otras competencias como las practicas del fracaso, la aceptación de la crítica y el pensamiento crítico para poder debatir. La gran mayoría de los músicos de rock colombiano presentan conductas egoístas, ególatras, destructivas y muchas veces hasta delincuenciales.
Hemos vivido en carne propia el desprecio de algunos músicos cuando se trata de premiarlos, abrir espacios de circulación o promoción o incluso de agremiarse, dentro de la escena hay personas despreciables y desgastantes que solo piensan en el beneficio propio y en arrancar de las manos de quien tenga algún apoyo o las oportunidades para tenerlas en su bolsillo. Además, la ignorancia en temas y teoría artística se tomó los puestos de los gestores culturales quienes han contribuido a literalmente destruir la escena.
Ahora, hablando del gobierno en este país y su postura respecto al rock, hay que abordarla de varias maneras, sin duda tendremos que hablar de un agente que en un principio fue un factor de crecimiento pero que desde principios de siglo se convirtió en un evento de división y de corrupción: Rock al Parque, el festival más importante del país y el más grande que se financia con dineros públicos, es una política cultural y es patrimonio de Bogotá.
Pensemos en algo, no hay razones evidentes para afirmar que al gobierno le conviene que el rock no exista en Colombia o que quisiera acabarlo o que incluso le molestara de alguna manera. De hecho, el gobierno ha apoyado a diversos artistas y bandas de rock en el país a través de programas de financiamiento, festivales de música y otros esfuerzos de promoción cultural, el pecado del gobierno es que desconoce que sucede al interior de estas políticas y esfuerzos por el rock, ellos solo aprueban el presupuesto y dejan la ejecución en manos de agentes corruptos y con poca o nula educación en música.
Es posible que, en algunos casos, las autoridades gubernamentales hayan censurado o limitado la difusión de ciertas canciones o mensajes en el rock, como ha ocurrido en otros países, por motivos políticos o morales o sencillamente a capricho de algunas figuras que influyen en la escena. Sin embargo, esto no implica que el gobierno en general tenga una postura anti-rock o anti-cultura, sencillamente es incompetencia.
Entonces una de las metas de todo rockero en el país es tocar en Rock al Parque, que es un festival de música gratuito que se realiza en Bogotá y que ha sido uno de los eventos culturales más importantes del país durante más de 25 años y que, aunque su nombre incluye la palabra “rock”, el festival ha ampliado su oferta musical para incluir otros géneros y artistas a capricho de su curador y de algunos amigos que tienen como negocio el booking de bandas internacionales.
La inclusión de artistas y bandas que no son de rock en Rock al Parque puede tener varias razones entre las cuales dentro de un análisis “subjetivo” podríamos decir que se quiere ampliar la oferta musical o reflejar la diversidad musical de Colombia, pero si esto fuera cierto se podría manejar de maneras diferentes, Rock al Parque se convirtió de una excelente plataforma para artistas emergentes en los noventa, al bolsillo personal de algunos personajes corruptos eternizados en un instituto creado en la segunda década del siglo XXI llamado Idartes y que tiene practicas bastante deshonestas ya ampliamente denunciadas y conocidas por la opinión pública. Sin embargo, ha logrado salir impune ante todo y continúa funcionando.
No necesariamente sería corrupción poner a tocar bandas que no sean de rock en un festival llamado “Rock al Parque”, siempre y cuando la selección de artistas se base en criterios justos y transparentes, y se busque promover la diversidad y la calidad musical.
Pero en el caso del festival, en general hay una selección injusta de artistas y se realizan vetos a artistas de rock en detrimento de otros géneros como la cumbia o el pop electrónico, entonces sí podría considerarse como corrupción. La corrupción en la selección de artistas implica el uso de influencias indebidas para obtener un beneficio personal o para favorecer a ciertas personas o grupos en detrimento de otros.
La transparencia en la selección de artistas y la aplicación justa de criterios de calidad y diversidad musical son esenciales para garantizar la integridad del festival y su función como una plataforma de promoción y apoyo a la música. Si los organizadores del festival toman decisiones injustas y arbitrarias en la selección de artistas, y se favorece a ciertos géneros en detrimento de otros, entonces se estaría violando los principios de equidad y justicia que deben guiar cualquier política cultural.
Se ha comprobado ya por parte de la contraloría que ha habido corrupción en algunos procesos de contratación en Idartes y es bien sabido que la selección de artistas es manipulada por su curador, el cuál siempre ha salido impune ya que el distrito maneja la figura de “contratista”-
Entonces, si los organizadores de Rock al Parque intentan evadir su responsabilidad y culpar a un contratista, es importante tener en cuenta que la responsabilidad última recae en los organizadores del festival, ya que ellos son los encargados de supervisar y garantizar que todas las actividades relacionadas con el festival se lleven a cabo de manera adecuada y en cumplimiento de las leyes y regulaciones aplicables.
Si bien es cierto que los organizadores pueden contratar a terceros para llevar a cabo ciertas tareas, como la selección de artistas, la supervisión y control de estas actividades sigue siendo responsabilidad de los organizadores. Por lo tanto, si se descubre que ha habido corrupción en la selección de artistas y los organizadores intentan culpar a un contratista, podrían ser considerados cómplices o negligentes en la comisión del delito, y enfrentar consecuencias legales, pero esto es Colombia y es el país en donde un juez rechazó una tutela bajo el argumento de “que no sabía lo que era el rock” y por eso se declaró incompetente.
La falla acá entonces es de la procuraduría, ya que, a pesar de haber encontrado evidencia de corrupción, no toma medidas para sancionar a los responsables, así que está fallando en su deber de garantizar la integridad del servicio público y prevenir la corrupción.
Y sucede que el músico vive en necesidad y se acopla a lo que papá estado le dice, así que, si Rock al Parque dice que la cumbia es rock, el rockero no exige o pelea por sus derechos, sino que busca la manera de encajar y sonar a cumbia eléctrica, esto ha sido una de las grandes causas del fracaso del rock colombiano como género, porque sencillamente no se está haciendo rock.
Es difícil hacer una generalización sobre los músicos de rock que acceden a incluir otros géneros en su música o participar en festivales que no se centran exclusivamente en el rock. Cada músico tiene su propia motivación y razones para tomar decisiones relacionadas con su carrera y su arte.
Sin embargo, en general los músicos de rock deberían tener en cuenta la importancia de mantener la integridad de su género y su arte. Si los músicos de rock comienzan a incluir otros géneros en su música solo por dinero o para participar en un festival, esto podría afectar la calidad y la autenticidad de su arte y eso es lo que hemos visto año tras año, festival tras festival, encuentro tras encuentro. Mucha hambre, mucha ironía, muy poca creatividad, pero, sobre todo, muy poca música, muy poco rock.
Si los músicos de rock no se mantienen firmes en su compromiso el mismo rock, esto afecta gravemente la posición del género en la industria de la música y en la cultura en general. Si los músicos de rock comienzan a incluir otros géneros en su música y a participar en festivales que no se centran exclusivamente en el rock, esto podría hacer que el rock pierda su identidad y su influencia en la cultura.
Cada músico es libre de decidir por sí mismo si eso está bien o está mal. Pero el rock sigue en picada en el país.
Propondríamos revisar la política cultural detrás del festival, cambiar constantemente a su curador, mayor participación de la comunidad de rockeros, selección de bandas exclusivamente de Rock, Metal y derivados (Ya se incluye el Reggae y el Ska que no son parte del rock pero los rockeros los disfrutan), transparencia en la selección de bandas, aumentar el presupuesto para el festival para fortalecer su infraestructura y su cartel, entre otras cosas que podrían enriquecer la política cultural transformarla nuevamente en una plataforma de lanzamiento. Pero de nuevo, debo recalcar que cada vez que alguien propone para Rock al Parque, es vetado, ridiculizado y apartado del sistema de convocatorias, así que debemos concluir que este festival ha sido parte importante del fracaso del rock nacional.
Ok, después de todo esto, tenemos que abordar entonces tal vez la pregunta más importante de todas ¿Por qué los mismos músicos permiten la corrupción y la desconfiguración del género? ¿Por qué son los mismos músicos los que denigran y desprecian a los agentes independientes que quieren hacer algo por el rock?
No podemos generalizar y decir que todos los músicos y el público permiten que el Rock sea destruido ya que cada individuo tiene su propia opinión y postura sobre este tema. Sin embargo, en general, puede haber varios factores que contribuyen a la aparente permisividad del público y de los músicos en relación a la corrupción y al deterioro del rock en el país:
Falta de información y conciencia sobre la situación: Muchas personas pueden no estar informadas sobre los casos de corrupción y cómo esto afecta la calidad y la integridad del género, la mayoría de los músicos de rock vive pensando en cómo va a almorzar y esa necesidad les nubla otras intenciones. Además, existe una falta de conciencia sobre la importancia de luchar contra la corrupción en todas las esferas de la sociedad no solo en la música. Sencillamente muchos músicos ni siquiera conocen el problema y no les importa.
Dependencia económica: Para algunos músicos, participar en festivales como Rock al Parque puede representar una fuente importante de ingresos y una oportunidad para darse a conocer. En este sentido, pueden estar dispuestos a aceptar ciertas condiciones, incluso si no están de acuerdo con ellas.
Miedo a represalias: Algunas personas pueden tener temor a denunciar las faltas de corrupción por temor a represalias, tanto en términos de su carrera musical como en su seguridad personal ya hemos visto casos y hemos vivido en carne propia la calumnia, la grosería, el veto y el desprestigio a todo nuestro trabajo con Subterránica por parte de los corruptos a quienes denunciamos y de los músicos que son sus aliados.
Falta de opciones alternativas: En algunos casos, los músicos y el público pueden sentir que no tienen opciones alternativas a aceptar las cosas como están siendo, y por lo tanto, pueden estar dispuestos a aceptar lo que venga. ¿Cuándo han visto ustedes en la historia del rock punketos contratistas del gobierno? Bueno, bienvenidos a Colombia.
Es importante decir que al menos de manera personal, no creo que pueda existir algo llamado rock colombiano o rock latino aparte de catalogarlo por el lugar en donde se realiza, ya que algunas veces las fusiones y otras acciones lo convierten en algo que ya no es rock. Es cierto que el rock es un género musical que ha evolucionado y ha experimentado con otros estilos y géneros musicales a lo largo de su historia. Además, la música es un arte que se nutre de diferentes influencias y estilos para crear algo nuevo y original. Es por eso que es común encontrar fusiones y mezclas de géneros en muchos festivales de rock y eventos del género.
Pero es importante tener en cuenta que, a pesar de las fusiones y mezclas, el rock sigue siendo un género musical con características específicas y reconocibles, como el uso de guitarras eléctricas, batería y bajo, letras con temáticas sociales y/o políticas, entre otros elementos.
En cuanto a la existencia del rock colombiano o latino, los países y regiones tienen sus propias escenas y estilos musicales, influenciados por su contexto cultural, social y político. En este sentido, es posible hablar de una escena de rock colombiana o latina, que tenga características propias y diferenciadoras, pero es en este contexto que se puede hablar de geografía, una de las causas del fracaso del rock colombiano es que sencillamente NO SUENA A ROCK para los oídos de quienes viven afuera, ustedes no pueden pretender que un Inglés considere rock la música de Carlos Vives solo porque él la llama así, bueno, a menos que ese inglés se llame “Richard Blair” que es un agente que también contribuyó fuertemente junto a otros a la desconfiguración y transformación del rock colombiano en una “papayera eléctrica” con identidad tropical más que otra cosa.
¿Entonces… existe el rock en Colombia? Claro que sí, el país posee una escena enorme y vibrante con más de cuatro mil bandas activas, el Metal actual es una de las escenas más fuertes y por fin después de tantos años estamos siendo testigo de que una banda como Masacre comience a recoger los frutos de tantos años de carrera. Y a pesar de que nunca tuvimos bandas con presencia en los escenarios del mundo por petición de los públicos, no es tarde para construir una escena fuerte y que pise duro dentro del género y la competencia internacional, porque quieran o no, el rock como cualquier otra profesión es una competencia y así esté enmarcado dentro de las artes, su vida y su contemplación, para que sea rentable y los músicos podamos comer de nuestra música, necesitamos los concursos, los premios, las disqueras, los festivales, los medios y todo lo que rodea a la industria de la música, si no, es mejor sentarse a tocar en la sala de la casa sin tanto gasto y esfuerzo.
Lo cierto es que el rock no está muerto como algunos piensan o perciben. Aunque es cierto que ha disminuido en popularidad en comparación con otros géneros musicales como el hip hop, el reguetón o el pop, el rock sigue siendo uno de los géneros más importantes en la historia de la música y cuenta con una base de fanáticos muy leales en todo el mundo. Además, muchas bandas de rock continúan produciendo nueva música y realizando giras exitosas, lo que demuestra que el género sigue vivo y activo.
No quiero cerrar este escrito sin enviar un mensaje a los músicos que hacen rock en Colombia, porque sí los hay, muchas bandas están produciendo excelente música y se mantienen firmes en el género y en la lucha por mantenerlo vivo, el panorama no debe ser desalentador, esa precisamente es la razón de ser de Subterránica y todo este proyecto, si botáramos la toalla cada vez que alguien nos insulta, nos rechaza o nos pide que sonemos como Joe Arroyo, no llevaríamos 20 años creando espacios. A pesar de todos los problemas y de las personas que lo destruyen, podemos construir una escena fuerte, independiente y sostenible, que, si el gobierno quiere apoyar, bienvenido sea pero con las condiciones de los músicos y no de ellos, tenemos es que reorganizarnos y dejar atrás un poco el “yo” y pensar más en el “nosotros”.
@felipeszarruk, doctorando en periodismo de la Universidad Complutense de Madrid, Magister en Estudios Artísticos, músico, comunicador social, director de Subterránica.
Foto de Pexels.
Colombia
Narcocracia y Cheyne Stokes, segundo y tercer lugar en El Monster del Rock, bandas que marcan la escena del rock colombiano
En la reciente edición del Monster del Rock Subterránica 2024, dos bandas que merecen una mención especial son Narcocracia y Cheyne Stokes, ganadoras del segundo y tercer puesto respectivamente. Estos proyectos se destacaron no solo por la calidad de sus propuestas musicales, sino también por su capacidad de conectar con el público y su contribución a la revitalización de la escena del rock alternativo en Colombia. Ambos proyectos se han posicionado como dos de las mejores propuestas actuales en el país, capturando la atención de críticos, jurados y fanáticos del género.
Narcocracia: El Rugido del Rock Contestatario
Narcocracia, quienes lograron el segundo lugar en el certamen, son un ejemplo claro de cómo el rock puede seguir siendo un vehículo para la crítica social y el cuestionamiento de las estructuras de poder. Su propuesta, cargada de letras contundentes y potentes riffs de guitarra, lleva un mensaje claro y directo, enraizado en la protesta y la conciencia social. La banda ha sabido conectar con una audiencia que busca en la música no solo entretenimiento, sino una herramienta para la reflexión y el cambio.
Con influencias del punk, el metal y el rock clásico, Narcocracia se define por su energía en el escenario y la crudeza de su sonido, lo que les ha permitido destacarse en una escena cada vez más diversa y competitiva. El jurado del Monster del Rock destacó su propuesta lírica y su capacidad para mantener viva la esencia rebelde del rock en tiempos modernos, algo que resonó tanto con los expertos como con el público presente.
La trayectoria de Narcocracia, aunque aún emergente, ya ha comenzado a ganar notoriedad en la escena local, y su participación en eventos de gran prestigio no hace más que reforzar su posición como una de las bandas más prometedoras del país.
Cheyne Stokes: Exploración Sonora y Experimentalismo
Por su parte, Cheyne Stokes, galardonados con el tercer puesto, presentan una propuesta única y experimental dentro del espectro del rock alternativo. El nombre de la banda, inspirado en un patrón respiratorio irregular asociado a estados críticos de salud, ya es un indicio de su enfoque introspectivo y conceptual. Cheyne Stokes no teme explorar las fronteras del sonido, fusionando elementos del post-rock, el progresivo y la música ambiental, creando atmósferas envolventes que invitan a un viaje sonoro lleno de matices y profundidad.
El jurado reconoció a Cheyne Stokes por su enfoque audaz y su capacidad para crear paisajes sonoros complejos, demostrando que el rock alternativo en Colombia puede ser tan diverso como sus influencias. Su música no solo apela a los sentidos, sino también a la mente, creando una experiencia inmersiva que ha capturado la atención tanto de seguidores del género como de críticos musicales.
El tercer puesto en el Monster del Rock es solo el comienzo de lo que parece ser una carrera en ascenso para Cheyne Stokes que no ha parado desde sus inicios. Con su capacidad para innovar y experimentar con el sonido, la banda se posiciona como un referente clave para aquellos interesados en las nuevas tendencias del rock en Colombia.
Proyectos que Merecen la Atención de la Escena
Tanto Narcocracia como Cheyne Stokes han demostrado ser dos de las propuestas más originales y prometedoras del rock colombiano actual. Su éxito en el Monster del Rock Subterránica no solo reafirma su talento, sino también la importancia de seguir apoyando a bandas que están transformando y modernizando la escena musical del país. Con estilos y enfoques muy diferentes, ambas agrupaciones reflejan la riqueza y diversidad del rock colombiano, un género que sigue evolucionando y atrayendo a nuevas audiencias.
La participación de estas bandas en la edición 2024 del Monster del Rock es un testimonio de la vitalidad de la escena del rock independiente en Colombia, y una señal de que aún queda mucho por explorar y descubrir en términos de talento musical. Ambas agrupaciones, con sus mensajes poderosos y sus propuestas únicas, merecen la atención y el apoyo del público, la crítica y los medios especializados.
Colombia
Lengua del Desierto es el Monster del Rock Subterránica 2024
La noche del 27 de septiembre, la banda pereirana Lengua del Desierto fue proclamada como la gran ganadora de nuestro circuito más grande y antiguo El Monster del Rock Subterránica, consolidándose como una de las propuestas más innovadoras y potentes en la escena del rock alternativo colombiano. El evento, que tuvo lugar en Bbar de Bogotá, atrajo a una multitud con ganas de rock y Metal nacional, con más de 150 personas llenando el recinto a capacidad total, reafirmando que el rock sigue vivo y resonante entre las nuevas generaciones.
Un Triunfo Reñido y Muy Merecido
El camino hacia la victoria de Lengua del Desierto no fue sencillo. La competencia contó con la participación de seis bandas finalistas de altísimo nivel, cada una con propuestas únicas y cargadas de energía. Entre ellas destacaron Narcocracia, que obtuvo el segundo lugar, y Cheyne Stokes, que se posicionó en tercer lugar. La decisión final fue tomada por un jurado compuesto por destacados músicos y personalidades de la industria, como Alfonso Espriella, Rafa Bonilla, Andrés Ríos, y los jueces de Subterránica, Alex Porras y Raúl Saavedra. Además, el voto del público fue fundamental en la elección de Lengua del Desierto como ganadora.
La Banda Ganadora: Lengua del Desierto
Lengua del Desierto no solo se destacó por la calidad de su música, sino también por su estilo visual y escénico que moderniza el rock, fusionando influencias contemporáneas con la energía y actitud del género clásico. Con una imagen que recuerda a bandas como Måneskin, su propuesta combina una fusión de sonidos rock con toques alternativos, mostrando que el rock sigue siendo una fuerza cultural relevante y actual en Colombia. La banda ha logrado revitalizar el género, conectando con audiencias más jóvenes sin perder la esencia que define al rock como un género rebelde y experimental.
Premios para el Monster del Rock
El título de Monster del Rock Subterránica 2024 viene acompañado de un atractivo paquete de premios que refuerza el compromiso del concurso con el desarrollo y profesionalización de bandas emergentes.
Sobre Subterránica y el Monster del Rock
El concurso Monster del Rock, organizado por Subterránica, es una plataforma que ha ganado prestigio a lo largo de los años por su papel crucial en el fomento de la escena del rock independiente en Colombia. Este evento no solo ofrece a las bandas emergentes la oportunidad de medirse frente a otros grandes talentos, sino que también les brinda las herramientas necesarias para profesionalizarse y expandir su carrera dentro y fuera del país. A lo largo de sus quince ediciones, Subterránica ha impulsado la carrera de numerosas bandas, convirtiendo este concurso en una referencia obligada para la música alternativa y el rock en Colombia.
El éxito de esta edición no solo radica en la calidad de las bandas participantes, sino también en la respuesta del público, que llenó el Bbar, demostrando que el rock sigue siendo un género influyente y con un público fiel que no teme experimentar con nuevas propuestas musicales.
Declaraciones de los Jurados y del Público
Según declaraciones de los jurados, el proceso de elección fue sumamente reñido, ya que todas las bandas mostraron un altísimo nivel de creatividad, técnica y propuesta artística. El jurado coincidió en destacar la innovación de Lengua del Desierto, su fuerza en el escenario y su capacidad para conectar con el público. “Es una banda que moderniza el rock, fusionando estilos sin perder la esencia del género”, comentó uno de los jueces.
El público también jugó un papel clave en la decisión, al otorgar su voto para coronar a Lengua del Desierto como los nuevos Monsters del Rock, resaltando la emoción y energía que la banda logró transmitir durante su presentación. El voto de las bandas fue ganado por Narcocrácia quienes se coronan como la segunda mejor banda del evento.
Sobre el Futuro de Lengua del Desierto
Con este triunfo, Lengua del Desierto se prepara para entrar en una nueva etapa de su carrera, respaldada por premios que les permitirán seguir desarrollando su música y expandir su presencia en la escena nacional e internacional. La banda ha demostrado que el rock no solo tiene un pasado glorioso, sino también un futuro prometedor, especialmente en manos de jóvenes artistas dispuestos a reinventar y revigorizar el género.
Festivales e Industria
Tool por primera vez en Colombia: Más que un simple concierto de una hora
Por: Mateo Duarte del Castillo
Cuando comenzaron los rumores de que los angelinos se presentarían en el FEP el año entrante y las emociones eran mixtas: Se movían entre el escepticismo y la emoción, pero la confirmación de su presentación por primera vez en un país tropical dominado precisamente por eso, por música tropical (vallenato, reguetón, bachata) a mucha gente (me incluyo, por supuesto) nos hizo sentir ganas de desbaratar lo que tuviéramos por delante y “salirnos de los chiros” por la emoción pura y dura.
No es para menos, Tool literalmente le ha marcado la vida a mucha gente, los ha puesto a pensar, a bailar, a poguear a volverlo parte de la banda sonora de su vida desde 1993 con su primer LP Undertow (hicieron un EP antes llamado Opiate) el CD solo se conseguía en Tower Records o en la 19 con octava en el centro, pero los videos de animación de dos canciones de ese Álbum con técnica stop motion se podían ver más o menos en MTV. Ahí empezó a “romperle” la cabeza al mundo entero. La gente los grababa en formato VHS y se empezaban a rotar entre amigos.
Uno de ellos, prisión sex, habla sin ambigüedades sobre el abuso sexual infantil narrado desde el punto de vista de la víctima y el otro, Sober (sobriedad) pues obvio, sobre drogas. Musicalmente nunca fueron con la onda de lo que dictara la época, el Undertow no sonaba a lo que hacían las bandas Grunge de esa década, la decisión se veía clara: Vamos por nuestro lado y buscando nuestro sonido, al carajo las tendencias.
En octubre de 1995 lanzan Aenima y es la consolidación de la idea o concepto Tool: Guitarras distorsionadas, bajos brillantes y letras con criticas directas a la ciudad de Los Ángeles (ojalá la ciudad se hunda en el pacífico/ aprende a nadar) respuestas a un fan que los acusó de venderse (bueno amiguito tengo un consejo para darte, yo soy el jefe, tú eres el jefe compra mi Álbum y metete un dedo en el…).
Los videos surrealistas o como lo quieran llamar, hechos por su guitarrista Adam Jones quien trabajó en efectos especiales en blockbusters de Hollywood (Terminator, alien) los hizo ganadores de un Grammy por la canción stinkfist (stinkfist es una práctica sexual que consiste en introducir el puño en algún orificio del cuerpo, principalmente el recto). O canciones como third eye (tercer ojo) que sin moralismos religiosos ni odas al consumo problemático hablan sobre las drogas como vehículos para proponer modelos culturales distintos al momento del procesamiento del pensamiento y la información, mejor dicho, como lo dicen en Salival un DVD de un concierto de ellos: Cuestiona la autoridad, piensa por ti mismo.
En 2001 lanzan Lateralus disco caracterizado por temas de 10 minutos promedio, complejos en su estructura a más no poder, pero sin dejar de ser audibles o disfrutables, hay Groove hay feeling; (no son los infumables de Dream Theater o Opeth) la Rolling Stone escribió tratando de descifrarlo: “la batería, el bajo y la guitarra se mueven en ciclos de una hiperaullante y silenciosa marcha de la muerte… La larga duración de las trece canciones de Lateralus llevan a engaño; el álbum entero fluye con la intención de ser una suite”.
Parece que aplicaron modelos matemáticos en la composición (la secuencia de Fibonacci). ¿Así o más nerds?
En 2006 lanzan 10.000 days su cuarto Álbum donde su cantante se exorciza del duelo por la muerte de su madre (esos fueron los días que sufrió una enfermedad) con esa voz dulce por momentos y áspera y explosiva a su vez. Para resaltar canciones como the pot o right in two, es un disco mas introspectivo sin dejar de ser “energético” y complejo de nuevo, Rosetta Stoned de 11 minutos es la cúspide de esto.
Entonces viene el gran bache en su obra, 13 larguísimos años de rumores y espera, cada año se decía que saldría el nuevo disco y nada, hasta que por fin en 2019 lanzan Fear inocolum (miedo inoculado) además liberaron toda su discografía en plataformas, el resultado: Desbancaron a Taylor Swift de los listados de itunes y Billboard nosotros celebrábamos a rabiar por partida doble, se acababa la eterna espera y veíamos a la Swift morder el polvo. Moraleja: La gente si consume rock masivamente, simplemente se trata de ofrecer un producto decente.
El Álbum es obviamente más maduro, la aceitosa voz de Maynard “surfea” sobre los instrumentos y se crean clásicos instantáneos como pneuma o 7empest (parece o se siente que de la guitarra le salieran rayos láser a Adam Jones, es una grandísima canción ganadora del Grammy en su categoría ese mismo año).
Sus integrantes ahora rondan los 59 años, yo creo que deben estar arrepentidos de no haber sacado nueva música todo ese tiempo y si hay nuevo material ellos saben que no puede pasar eso de nuevo, lo dijo su baterista: “tenemos que apurarnos o si no, no podré ni levantar una baqueta cuando entremos a grabar”
Por eso la presentación en el FEP es tan importante, ojalá el día que se presenten lo hagan cerrando para que el show dure más de una hora, y ojalá no se presente el mismo día Galy Galiano, semejante cross over solo ha dado para memes buenísimos y si la maldición del festival ha de caerle a alguien que le caiga al de Chiriguaná, a fin de cuentas, llevamos viéndolo gratis durante años en pueblos y ciudades intermedias gracias a Jorge Barón.
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