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De Valledupar a Black Sabbath: ¿Existe una conexión entre el vallenato y el heavy metal?

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Hoy he decidido darle rienda suelta a este teclado y compartir con ustedes una de mis teorías más locas pero que extrañamente ha ido tomando forma, así como han tomado forma algunas de las ideas descabelladas que terminan en tesis o en libros; pues bueno, hoy quiero decirles que por allá, en los sueños más extraños y lejanos podría existir la posibilidad de que Jimmy Hendrix no hubiera existido sin que primero hubiera existido Francisco El Hombre y acá les voy a dar mis argumentos para ver si de pronto algún académico aventurero se lanza a comprobarlo, yo cumplo con crear este demonio y ustedes de exorcizarlo.

Durante años he estado pensando en las historias, conectando puntos y buscando las similitudes ocultas entre diferentes géneros musicales, así nació mi libro “Distorsiones: Reconfigurando el rock colombiano”. En mi búsqueda incansable, me he preguntado si es posible que el heavy metal, uno de los géneros más influyentes y emblemáticos de la música contemporánea, tenga sus raíces o al menos una influencia del valle de Upar, en el norte de Colombia. Ya sé que gritaron, se halaron los pelos y puede sonar muy loco, pero al unir las piezas de un rompecabezas musical que parecía imposible, he encontrado una teoría que podría no estar tan alejada de la cordura señores.

¿Qué tal si el legado del legendario juglar vallenato Francisco el Hombre, quien supuestamente hizo un pacto con el diablo para tocar su acordeón con maestría, llegó hasta los oídos de músicos de blues en los Estados Unidos e influenció el género con este folclor y dio origen a la leyenda de Robert Jhonson? Así entonces al ser el blues el padre del rock and roll y este el padre del Metal ¿podría Jimmy Hendrix haber sido inspirado por la música de los juglares de la costa colombiana? En este artículo les voy a presentar mi teoría y exploraré las posibles conexiones entre el vallenato y el blues, así que abra esa mente, ábrala bien y póngale ojo a lo que le cuento acá.

La ruta de comercio de esclavos desde España a México era parte del comercio atlántico de esclavos, que consistía en el traslado forzado de millones de africanos hacia América para trabajar como mano de obra en las plantaciones de caña de azúcar, tabaco, algodón y otros productos. Este comercio se dividió en dos épocas: el Primer Sistema Atlántico y el Segundo Sistema Atlántico.

El Primer Sistema Atlántico fue el comercio de africanos esclavizados hacía las colonias americanas de los imperios español y portugués. Los barcos salían de Sevilla o Lisboa cargados de mercancías que intercambiaban por esclavos en las costas de África occidental. Luego cruzaban el océano hasta llegar al Caribe o al golfo de México, donde vendían los esclavos a los colonos. Finalmente regresaban a Europa con productos americanos como azúcar, tabaco, cacao y plata.

El Segundo Sistema Atlántico fue el comercio de africanos esclavizados hacia las colonias americanas de los imperios británico, francés, holandés y danés. Los barcos salían de diferentes puertos europeos cargados de manufacturas que intercambiaban por esclavos en las costas de África occidental o central. Luego cruzaban el océano hasta llegar al Caribe o a la costa atlántica de América del Norte o del Sur, donde vendían los esclavos a los plantadores.

Finalmente regresaban a Europa con productos americanos como azúcar, algodón, café y ron. Ambos sistemas formaron parte del llamado triángulo comercial, que implicaba un intercambio desigual entre Europa, África y América. El comercio atlántico de esclavos fue una de las mayores atrocidades de la historia humana, que causó la muerte y el sufrimiento de millones de personas y tuvo profundas consecuencias sociales, económicas, culturales y demográficas, es una historia terrible pero nos demuestra una cosa, es muy probable que algún esclavo del valle de Upar, del Caribe colombiano terminara echando cuentos en el delta del Misisippi, contando esa historia de Francisco el hombre e influenciando para siempre el imaginario de lo que se estaba creando en Norteamérica como “Blues”.

Y sí, ya sé que por ahora no hay evidencia histórica concluyente que indique que el vallenato haya influenciado directamente al blues, pero es posible que durante la época de la esclavitud, los esclavos africanos hayan compartido elementos culturales y musicales entre ellos. Es probable que estas interacciones hayan dado lugar a la creación de diferentes géneros musicales, incluyendo el blues y el vallenato ¿No?

La conexión entre el vallenato y el blues

El vallenato es un género musical que nació en la Región Caribe de Colombia, en los departamentos de La Guajira, Cesar y Magdalena, tiene influencia europea ya que el acordeón fue traído por pobladores alemanes a Riohacha, a finales del siglo XIX, pero ojo, cuando comenzó también usaba la guitarra, la misma que usaba el Blues. También tiene influencia de la cultura africana, con la caja vallenata y la guacharaca, instrumentos de percusión que le dan el ritmo a la melodía y tiene una influencia de la cultura indígena por las leyendas y mitos que inspiraron las letras de las canciones. El vallenato se llama así por ser originario del Valle de Upar, hoy Valledupar, donde se cuentan muchas historias de piratas, guerras, fantasmas y hombres que se transforman en animales.

Una de esas historias es la de Francisco el Hombre, un legendario juglar que se enfrentó al diablo tocando el acordeón al revés.

Acá viene algo loco, la historia de Francisco el Hombre es muy parecida a la de Robert Johnson, un famoso guitarrista de blues que también se dice que vendió su alma al diablo a cambio de su talento. Según la leyenda, Robert Johnson era un músico mediocre que desapareció por un tiempo y volvió convertido en un virtuoso de la guitarra. Se cree que en ese lapso hizo un pacto con el diablo en el cruce de las carreteras 61 y 49 en Clarksdale, Mississippi y al igual que Francisco el Hombre, Robert Johnson tuvo que enfrentarse al diablo tocando su instrumento al revés ¿coincidencia?

Ahora repasemos más coincidencias entre los dos géneros porque son increíbles, las dos son músicas que nacen de los pueblos esclavos en un valle, las dos usan un instrumento de viento europeo de la marca Hohner que venía en los barcos que comerciaban esclavos y mercancía, las dos figuras principales se enfrentaron al diablo por sus poderes, los dos géneros tienen leyendas y letras de tristeza y desamor o de amores y fiesta, los dos géneros han sido fusionados para dar cabida a nuevos sonidos y géneros, son demasiadas coincidencias como para no poder dejar la puerta abierta a un dialogo entre estas músicas.

El acordeón vallenato no fue creado como se conoce ahora, que incluso hay uno específico para el género, la historia es muy poderosa e interesante, el acordeón fue llevado por pobladores alemanes a Riohacha a finales del siglo XIX. Sin embargo, el instrumento llegó dañado y los músicos locales tuvieron que arreglarlo como pudieron. Así, le quitaron algunas teclas y botones, y le cambiaron la afinación. De esta manera, crearon un sonido único y diferente al original, así fue que nació el acordeón vallenato, más o menos como cuando Tom Morello de Rage Against de Machine desarmó y volvió a armar un pedal y le quedó tan mal que le dio el sonido característico a sus solos, pero lo interesante es que en esos barcos también venían las armónicas Hohner, también alemanas y ¿que fabricaba Hohner? ¡Pues acordeones desde 1857!

En el blues, la armónica es un instrumento muy importante que aporta expresividad y sentimiento a las canciones. Algunos de los grandes armonicistas de blues son Little Walter, Sonny Boy Williamson, James Cotton y Charlie Musselwhite, en el vallenato, la armónica no es un instrumento tradicional, pero algunos artistas la han incorporado a sus fusiones con otros géneros. Por ejemplo, Carlos Vives ha usado la armónica en algunas de sus canciones, como La tierra del olvido y ha sido usada por muchos exponentel del género a lo largo de la historia.

Ahora, en la parte musical el blues y el vallenato tienen algunas similitudes en su estructura musical, pero también hay diferencias notables.

En términos de tempo, ambos géneros son relativamente lentos y tienen un ritmo suave y cadencioso, pero el blues es generalmente más lento y se caracteriza por un ritmo más letárgico y un enfoque en las pausas y los silencios. En la composición, tanto el blues como el vallenato a menudo se basan en la repetición de patrones y progresiones de acordes, el blues típicamente sigue una estructura de doce compases, mientras que el vallenato a menudo sigue una estructura de cuatro o ocho compases, ambos géneros también pueden incorporar elementos de improvisación, especialmente en la guitarra o el acordeón y esta es una de las mejores coincidencias.

Ahora miremos algunos de los contras que podría tener esta teoría y los argumentos con los cuales cualquier investigador en música me la refutaría fácilmente:

• No hay pruebas de que haya habido un esclavo que llevara las leyendas del vallenato al Mississippi. Además, las leyendas del vallenato son muy locales y específicas de la región caribeña de Colombia, mientras que las leyendas del blues son más universales y simbólicas.
• No hay pruebas de que los músicos de blues imitaran el sonido del acordeón con la armónica. De hecho, la armónica se usaba en el blues antes de que el acordeón llegara a Colombia. La armónica tiene su origen en China y se difundió por Europa y Estados Unidos en el siglo XIX.
• No hay pruebas de que los músicos de blues percutieran la guitarra por falta de tambores. De hecho, el blues se originó en las plantaciones del sur de Estados Unidos, donde los esclavos africanos tenían acceso a tambores y otros instrumentos de percusión. La guitarra se incorporó al blues más tarde, como una forma de acompañar la voz y crear solos.

Así que para que esta teoría fuera respaldada por una duda probable, se necesitarían pruebas, pruebas tangibles e irrefutables, pruebas documentales o testimoniales de que hubo un esclavo que llevó las leyendas del vallenato al Mississippi y que las transmitió a los músicos de blues, pruebas musicales o técnicas de que los músicos de blues imitaron el sonido del acordeón con la armónica y que lo hicieron por influencia del vallenato, pruebas históricas o culturales de que hubo un contacto o un intercambio entre los músicos de blues y vallenato en algún momento y lugar y creo que este tipo de pruebas por la época en que se dieron los hechos son muy difíciles de encontrar y una investigación así costaría mucho dinero y la verdad le daría más tristeza y rabia que otra cosa a la comunidad musical.

Pero entonces no es descabellada y pensarlo es increíble ya que sabemos que algunos esclavos que llegaban a Colombia eran llevados al Mississippi para trabajar en las plantaciones de algodón, donde entraron en contacto con otros esclavos que cantaban canciones de trabajo y espirituales que darían origen al blues y las coincidencias presentadas en mi artículo, o si quieren llamarlo en “mi viaje”, podrían sugerir que hubo una influencia directa del vallenato en el blues, o al menos una conexión oculta entre ellos.

Hoy recuerdo a mis compañeros en la maestría cuando les llegué con la teoría de que la mayoría de lo que en el país llamaban “rock colombiano” no era en realidad rock, todos decían que era improbable, con el tiempo demostré que era cierto y aporté dos géneros musicales nuevos que son la modernización y la folclorización para clasificar correctamente estas músicas, lo publiqué en mi tesis Distorsiones reconfigurando el rock colombiano, también demostré que rock al parque era corrupto algo que para todos era improbable y que ahora está demostrado por la contraloría de la nación. A veces de lo improbable salen cosas hermosas y entonces tengo el derecho a pensar que Black Sabbath puede ser un descendiente directo de Alberto Fernández Mindiola.

La huella de un sueño no es menos real que la de una pisada. -George Duby-

@felipeszarruk, doctorando en periodismo, magister en estudios artísticos, comunicador social y músico, director de Subterránica.

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¡La gran final Wacken Metal Battle Suramérica Región Norte se Desatará en La Media Torta en Bogotá!

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En un evento que hará temblar las estructuras y despertar a los amantes del metal en Suramérica, nos complace anunciar la primera gran final de Wacken Metal Battle Región Norte, que se llevará a cabo en Bogotá el próximo 2 de diciembre en el emblemático Teatro al Aire Libre La Media Torta.

La batalla se librará entre once bandas finalistas seleccionadas durante los Heats de un total de 220 inscritas en la primera edición del Metal Battle, un espectáculo que ha capturado la esencia del metal en Colombia, Ecuador y Venezuela. Desde Ecuador: Cherxor, Gualgura, Eblis Desperation e Imperio Negro. Desde Venezuela: A Raíz de Nuevas Causas, Hecatombe y Scape. Y por Colombia: INFO, Exequia, Syracusae y The Afterlight, bandas que se enfrentarán en el escenario en busca de consagrarse como los reyes indiscutibles del Metal en la región y representarnos en la gran final en Wacken Open Air en 2024 en Alemania.

Este evento es el resultado de una alianza estratégica entre Subterránica, la organizadora del Metal Battle en la región, y tres destacados promotores locales, quienes unen fuerzas en coproducción con el respaldo fundamental de la ciudad de Bogotá. Como un regalo para los apasionados seguidores del metal, el concierto será de acceso gratuito para todos los asistentes, las puertas se abren a las 11:00 AM y al medio día comienza la batalla final.
La potencia de este encuentro trasciende las fronteras, contando con el respaldo de las tres embajadas alemanas en la región. Además, la presencia de un representante directo de Wacken, que se desplazará desde Alemania, confirma la magnitud y el prestigio internacional que rodea este evento.

Los organizadores de Wacken Metal Battle Suramérica Región Norte esperan una jornada épica llena de riffs ensordecedores, baterías atronadoras y la energía inigualable que solo el Metal puede ofrecer. La competencia será feroz, pero solo una banda se alzará como la ganadora, listos para representar a la región en la final mundial de Wacken Metal Battle en Alemania.
No se pierdan este hito histórico en el Teatro al Aire Libre La Media Torta el 2 de diciembre, compartan la información, lleguen a apoyar a sus favoritos. ¡Prepárense para el choque de titanes en el corazón de Bogotá!

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Comunicado de prensa: Premios Subterránica anuncian cambios importantes para su edición número 16 en Colombia

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Los premios Subterránica, que llevan 21 años difundiendo y apoyando la cultura rock en Colombia, El Salvador y Los Estado Unidos, han anunciado cambios importantes para su edición número 16, que se realizará en el 2023. Los cambios buscan valorar la cercanía y el trabajo de quienes realmente les importa el desarrollo de la escena rockera y metalera en el país, que, según la organización, está fragmentada y no está trabajando por crecer sumergida en divisiones y otras características que hay que erradicar para mejorar.

Los premios Subterránica han reconocido a lo largo de su historia a más de 500 artistas, bandas, periodistas, gestores, productores y agentes del Rock y del Metal independiente en Latinoamérica, en diferentes categorías que abarcan desde el arte, la composición, la interpretación, la producción, la gestión, la prensa y la trayectoria. Además, han realizado homenajes especiales a los pioneros del rock colombiano, así como ediciones especializadas entre muchas a “mujeres en el rock”, “Música emergente” etc.

Sin embargo, la organización debido al estado actual de la escena ha decidido que para las próximas ediciones ya no habrá nominaciones, sino que se entregarán los premios bajo nuevos lineamientos, en los que se tendrá en cuenta no solo los logros musicales o profesionales, sino también el trabajo social, humanístico y la forma de ser como un agente constructor de las escenas del país, se elegirán por méritos y por calidad humana también. A partir de siguientes ediciones quienes quieran participar de la selección deberán manifestar su voluntad de hacerlo para ser considerados en los reconocimientos. Según Felipe Szarruk, director de Subterránica, “Es necesario regresar a las raíces de donde arrancamos hace más de 20 años para recuperar el amor y la pasión por el rock, la unión de las bandas y los agentes y trabajar en construir un nuevo nicho que sea fuerte y empático, como algunos de los clústeres que son exitosos en la música del planeta. Mientras esto no suceda, el rock seguirá siendo relegado a un segundo plano y cada vez irá perdiendo más notoriedad y espacio de lo que ha estado haciendo”.

Los premios Subterránica son independientes y se logran gracias al apoyo de las marcas que creen en el rock colombiano y que siempre han apoyado a Subterránica, pero sobre todo al apoyo de cientos de músicos y agentes el sector que valoran y aprecian este reconocimiento que es uno de los más importantes del continente y el único especializado en su tipo.

Los premios Subterránica son una oportunidad para celebrar la diversidad, la creatividad y la pasión del rock y del metal independiente en Colombia, y para reconocer el trabajo de quienes han dedicado su vida a este género musical. Los invitamos a estar atentos a las próximas noticias sobre los premios Subterránica 2023, que prometen ser una gran fiesta del rock nacional.

Para más información, pueden visitar la página web de Subterránica o seguir sus redes sociales.

Contacto: director@subterranica.com

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Rock al Parque 2023 ha triunfado en modo mainstream.

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El festival Rock al Parque es el evento musical gratuito más grande de Latinoamérica y se realiza anualmente en Bogotá desde 1995. En un principio su objetivo era promover la cultura rock y sus diversas expresiones así como generar espacios de convivencia, participación y diversidad, pero eso cambió hace mucho tiempo y en su edición número 28, realizada del 11 al 13 de noviembre de 2023, el festival ha generado una gran polémica por su programación, su público y su impacto en la escena local.

Por un lado, se ha destacado el éxito de convocatoria y asistencia del festival que según las fuentes oficiales convocó a aproximadamente 390.000 personas. El cartel ha contado con la presencia de 64 agrupaciones, entre invitados internacionales, nacionales y distritales, que ofrecieron una variedad de géneros y propuestas musicales de todas las formas, sabores y colores existentes en la actualidad. Entre los artistas más aplaudidos se encuentran Los Auténticos Decadentes, Julieta Venegas, In Flames, La Vida Boheme, Aterciopelados, Ana Curra y El Kanka.

Por otro lado se ha criticado el carácter comercial y masivo del festival que ha sacrificado la calidad y la identidad del rock colombiano por el afán de atraer a un público mayoritario y complaciente queriendo hacer frente a festivales comerciales como Estereo Picnic. Algunos medios de comunicación y opinadores han señalado que el festival ha perdido su esencia y su compromiso con la política cultural que lo originó que era la de apoyar y visibilizar el rock local y sus diversas manifestaciones y también se ha cuestionado la selección de las bandas distritales, que se ha basado más en criterios de popularidad que de calidad, dejando por fuera a muchas propuestas innovadoras y representativas de la escena actual. Las redes sociales están estalladas de comentarios en contra del festival y la perdida de su esencia rockera y también está llena de personas que lo apoyan por su nuevo carácter masivo y comercial ya que en Colombia asistir a conciertos no es barato y esta es la oportunidad perfecta, como todo en Colombia esta no es la excepción, el festival divide, pero como dicen la política y en la psicología: divide y vencerás o dividir para reinar.

Se ha debatido sobre el perfil y el comportamiento del público asistente que ha mostrado poco interés y respeto por algunas bandas, especialmente por las locales que en su mayoría tocan en escenarios casi vacíos ya que el público llega a ver las internacionales, pero más allá de esto se esconde algo peor, algo que la mayoría de personas no ven y es que el festival junto con medios aliados como La Revista Shock, Radiónica y los propios medios y redes de Idartes están tratando de lavar esa exclusión del género principal del festival, implantado ideas de triunfo, generando en el imaginario colectivo que sacar el rock de Rock al Parque es bueno y las personas en medio de su corto entendimiento en el tema caen en el juego y no se dan cuenta que todo se resume a lo mismo de siempre, la gran cantidad de dinero en juego.

Hay algo muy, pero muy peligroso acá que han usado grupos como los Nazis, la revolución en Cuba o los comunistas en la antigua Unión Soviética y se llama “propaganda”

El distrito de Bogotá, junto con sus medios aliados, manipulan la información para decir que el rock está fuera de moda y que Rock al Parque no debe tener rock sino otros estilos, y con eso contratan otro tipo de música y faltan a la esencia de la política cultural para la que fue creado y salen impunes con ese discurso. Esto se podría considerar como una estrategia de propaganda política, que busca influir en la opinión pública mediante mensajes emotivos y simples, que presentan una idea, una persona o una causa de forma favorable o desfavorable.
En este caso, la idea que se quiere promover es que el rock es un género musical anticuado, que no representa a la mayoría de la población, y que por lo tanto debe ser reemplazado por otros géneros más actuales y populares. La persona que se quiere favorecer es el que trabaja en el festival, trae bandas, el ecosistema que han armado ellos en Idartes, que se muestra como un gestor cultural innovador y moderno, que responde a las demandas y los gustos de la ciudadanía. La causa que se quiere defender es el cambio de formato y de programación del festival Rock al Parque, que se presenta como una decisión acertada y necesaria, que beneficia a todos los sectores y que garantiza la sostenibilidad y la calidad del evento y todo esto señores sencillamente no es real.

Para lograr este objetivo, el distrito de Bogotá y sus medios aliados utilizan varias técnicas de propaganda política, como la repetición, la simplificación, la exageración, la desinformación, el uso de símbolos, el apelar a las emociones, el crear un enemigo común, el generar un culto a la personalidad, etc. Por ejemplo, repiten constantemente el mensaje de que el rock está fuera de moda, simplifican la realidad del rock colombiano y sus diversas expresiones, exageran los beneficios y los logros del nuevo formato y de la nueva programación del festival, desinforman sobre el proceso de selección y de contratación de las bandas, usan símbolos como el logo del festival, el escenario, la camiseta, etc., para asociarlos con el cambio y con el progreso, apelan a las emociones de la gente, como la alegría, la sorpresa, la satisfacción, etc., para generar una conexión afectiva con el festival, crean un enemigo común, que son los críticos y los defensores del rock, a los que acusan de ser elitistas, conservadores, intolerantes, etc., y generan un culto a la personalidad del alcalde, al que presentan como el líder y el responsable del éxito y de la transformación del festival.

De esta manera, el distrito de Bogotá y sus medios aliados logran manipular la información y la opinión pública, para decir que el rock no funciona y que Rock al Parque no debe tener rock sino otros estilos, con eso contratan otro tipo de música y faltan a la esencia de la política cultural para la que fue creado y salen impunes con ese discurso como lo han hecho durante años y en donde año tras año han saqueado millones mientras el público los aplaude. Pero esta estrategia también tiene sus riesgos y sus limitaciones, ya que puede generar rechazo, resistencia y crítica por parte de algunos sectores de la población como ya se ha visto, ese gran grupo de la población que no se dejan engañar ni convencer por la propaganda política y que defienden el valor y la importancia del rock colombiano y de su festival más emblemático y que cada año es más creciente y se ven en todos lados críticas, solicitudes de cambio de nombre y piden respeto para el rock hecho en el país.

Rock al Parque 2023 ha sido un festival que ha generado opiniones encontradas, que evidencian las tensiones y los desafíos que enfrenta el rock colombiano en la actualidad. Por un lado, el festival ha demostrado su vigencia y su relevancia como un evento cultural de gran magnitud e impacto que ha logrado convocar a miles de personas y a artistas de renombre. Por otro lado, el festival ha evidenciado su crisis y su contradicción como un espacio de promoción y de reconocimiento del rock local, que ha cedido ante las presiones del mercado y del público masivo. El balance final dependerá de la perspectiva y la valoración de cada uno de los actores involucrados: organizadores, artistas, medios y público. Lo cierto es que Rock al Parque sigue siendo un referente y un escenario de debate para el rock colombiano, que requiere de una reflexión y una renovación constantes, pero como dicen en Colombia: “regalado hasta un puño” y este debate nunca se va a dar porque a los dueños del circo no les conviene.

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