Colombia
“Never Too Late” de Mad Dogs: Un disco que marca la evolución de la banda bogotana de Hard Rock.
En la escena del rock colombiano son pocos los álbumes que logran capturar la esencia de su tiempo mientras rinden homenaje a sus raíces. Recibimos una copia del “Never Too Late” de Mad Dogs y puedo decir que es uno de esos raros ejemplares que consigue este equilibrio. Con una mezcla de sonidos que evocan la nostalgia ochentera y una producción que resalta la modernidad, este álbum se posiciona como un hito en la carrera de la banda ya que representa la nueva etapa de la misma en donde se hicieron varios cambios en alineación, sonido y complejidad.
La Evolución de Mad Dogs es algo que hemos seguido en Subterránica, desde sus inicios, Mad Dogs ha sido sinónimo de un rock enérgico y sin concesiones, de trabajo constante y sin embargo de algo que a muchas bandas en el país les falta: autocrítica y reconocimiento de su lugar, errores y metas. Su evolución a lo largo de los años se refleja en la madurez de su sonido y la complejidad de sus letras de este nuevo disco al que le metieron el todo por el todo. “Never Too Late” es el resultado de esta trayectoria, un álbum que no solo muestra la habilidad técnica de la banda, sino también su crecimiento artístico y el resultado de decisiones que a veces como agrupación pueden ser muy duras pero necesarias.

El trabajo continúa por la línea del Hard Rock clásico que caracteriza a los Dogs y canciones como “The Way of the Rocker” la cuál fue el primer sencillo del álbum es una declaración de principios, con riffs potentes y una voz que comanda atención, una voz que fue el principal de los cambio que se hicieron, una voz que ahora representa la identidad de la banda, la canción establece el tono del álbum audaz y desafiante.
Otras canciones como “Never Too Late”, canción que le da nombre al disco, es un himno al hard rock con influencias claras de bandas icónicas como Guns N’ Roses y Skid Row. La producción y la masterización de calidad permiten que cada nota y cada palabra cobren vida, otra destacada es “Rock is on Fire” que revela una faceta más agresiva de Mad Dogs. La velocidad y la intensidad de la voz llevan al oyente a un viaje por el lado más crudo de su música.

La grabación del álbum, realizada en On Axis Estudio y Mix Factory Estudio, destaca por su claridad y precisión, el disco fue producido por Oscar Javier Romero y por la propia banda.
Este es un álbum que no solo debe ser escuchado, sino experimentado por que es el mejor trabajo hasta ahora, la evolución se nota y se valora, cada canción es una pieza de un rompecabezas más grande que cuenta la historia de Mad Dogs, una banda que ha sabido mantenerse relevante sin perder su esencia, este álbum es una prueba de que el rock sigue vivo en el país y que Mad Dogs es un portador de su antorcha.
Si quieren conocer más de este proceso pueden buscar el documental que acompañó la producción en donde se explica de manera detallada todo el proceso.
Never too late está disponible es físico y digital.
@felipeszarruk
Colombia
Este es el TOP 50 de Rock y Metal colombiano 2025 para Subterránica
El rock y el metal colombiano viven un momento duro pero para nada están muertos. Viven en una tensión permanente entre la resistencia y el agotamiento, entre la autogestión real y el discurso vacío, entre quienes siguen haciendo canciones, giras y escenas, y quienes reducen todo a nostalgia, tributos o quejas infinitas. Esa es la realidad que no se puede maquillar y desde la cual Subterránica ha trabajado durante más de dos décadas. Y así, cada año salen cientos de nuevas canciones y producciones que nutren los sonidos locales en resistencia.
El Top 50 Subterránica 2025 no es una lista de complacencias, ni un ranking para alimentar egos, ni una selección dictada por algoritmos, tendencias o relaciones públicas. Es, como todos los años, una fotografía crítica del estado del rock y el metal en Colombia, construida desde la observación constante, el seguimiento a procesos reales y el compromiso con una escena que se sostiene, casi siempre, desde la independencia y la autogestión.
Esta lista existe porque creemos que documentar, reconocer y poner en contexto es una forma de hacer historia. Porque mientras muchos hablan del rock sin aportar nada concreto, hay bandas, productores, gestores y colectivos que siguen creando, grabando, tocando y sosteniendo circuitos en condiciones adversas. A ellos está dedicada esta selección.
El Top 50 Subterránica es una tradición anual que no busca unanimidades ni aplausos fáciles. Busca coherencia, trabajo, impacto y continuidad. Es una lista que incomoda, genera debate y sobre todo, deja registro. Porque si el rock colombiano ha sobrevivido, no ha sido por el apoyo institucional ni por la moda, sino por la terquedad de quienes siguen haciéndolo cuando todo juega en contra.
Este 2025 no es la excepción. Aquí está la lista de Subterránica. No pretende ser definitiva, pero sí honesta. Y como siempre, está hecha desde el mismo lugar… el de quienes están dentro del pantano, no mirándolo desde la orilla.
Suban el volumen y disfruten…
1 – Indolencia – Loathsome Faith
2 – The Missing Point – Under Thread
3 – Calma – Canalla
4 – Se mi refugio – Pacho Gómez
5 – I Awaken – Brainblast
6 – Subatomic Glitchy Groove – Cosmology X
7 – Thrash Manson – Steelbreath
8- Muerte Digna – R.I.P.
9 – Instinto Animal – Rain of Fire
10 – Piedra sobre piedra – Nicolas y los Fumadores
11 – Cypher – Rex Marte
12 – Karma – Yimark
13 – Indefinido – Camargo
14 – Loto – Las tres piedras
15 – Oxido y Perfume – Vulgarxito (Vanegas Blues)
16 – Tierra de Nadie – Alfonso Espriella
17 – Perfect Days – Cheyne Stokes
18 – Enemigo Oculto – Onïxx
19 – Cartas Suicidas – Mandingasea
20 – Sueños – Diatermia
21 – Siniestro – Devasted
22 – Un caos más – Ennui
23 – CH4 – Psycho mosher
24 – Survive – Osaka 32
25 – Clx – Ciudad inmovil
26 – Primal Rage – Herejía
27 – Adaia – Alcanzando el Sol
28 – Desert – Dead Country Broders
29 – The Pleasure of it – Lengua del desierto
30 – Enfermos de Poder – Fixura
31 – De la noche al fin – Los Batz
32 – Inexistencia – Sforzando
33 – Ni con 4 ojos – Cinemablue
34 – Mr Bicth – Rough Times
35 – Where it Begins – Abstrated mind
36 – Días Más Felices – Lutter
37 – Prismas – Aspern ft. Denis Stoff from Drag Me Out
38 – Después de la lluvia – Un ser multiple
39 – Epifanía – Narcocracia Ft Fabián Galindo
40 – Future Tense – Poison the preacher
41 – Megalomaniac – Thy Method
42 – Hasta Que Te Conocí – Homenaje Juan Gabriel, Ensamble Trivalente ft. Six V Six
43 – 2030 (N.O.M) – Brain Voltage
44 – Chaotic – Duplex
45 – Blue – Nauj Project
46 – En el espacio y el tiempo – La Farsa
47 – Redemption – Vein
48 – Holocausto – Tenebrarum
49 – Arrojando siempre música agresiva – A.S.M.A
50 – Envidia – Piel Pimienta
@Subterránica
Colombia
Lo Mejor del Rock y Metal Colombiano en 2025 para Subterránica
Desde las trincheras de Subterránica, 2025 emergió como un año de resistencia y explosión creativa en el rock y metal colombiano, donde bandas independientes desafíaron el establishment con canciones fuertes, honestas y letras que destapan realidades. Bogotá y el circuito underground estuvieron nutridos con El Monster del Rock Subterránica, los heats de Wacken Metal Battle y giras crudas que priorizaron la esencia sobre el mainstream. Estas 14 propuestas capturan según nosotros, la furia genuina e indomable, desde el death brutal, pasando por el thrash demoledor hasta fusiones rebeldes que definen un sonido nacional que se niega a ceder, listo para trascender fronteras sin concesiones.
Estas fueron las mejores agrupaciones del año para nuestro colectiv
Loathsome Faith
Loathsome Faith, death metal bogotano de precisión quirúrgica, teje riffs técnicos con atmósferas asfixiantes que diseccionan la indolencia social y la decadencia humana, evocando a Nile con un toque local visceral. En 2025 fueron los ganadores de Wacken Metal Battle Colombia, tocaron en Ecuador en la gran final, no se quedaron quietos en ningún momento y lanzaron “Indolencia”, un adelanto de su cuarto álbum que acumuló miles de streams underground, seguido de shows en Rock al Parque y presentaciones que reafirmaron sus 15 años de brutalidad inquebrantable. Su presencia en festivales independientes consolidó su rol como ariete del extremo, atrayendo aliados globales sin diluir su ferocidad. Sin duda uno de los nombres más importantes de Metal colombiano.
Cheyne Stokes
Cheyne Stokes evoluciona hacia un metal progresivo introspectivo, donde progresiones emocionales transforman el thrash primigenio en narrativas conceptuales de sombras y redención, con influencias de Tool y Opeth filtradas por la crudeza colombiana. Sacaron el single “The Dream is Collapsing” y el álbum The Empress, un doble golpe de madurez sonora con videos oscuros que exploran colapsos mentales, más presentaciones en varios circuitos. Su música invita a la catarsis colectiva, posicionándolos como innovadores que fusionan introspección con potencia en vivo.
Pr1mal
Pr1mal regresó con riffs más densos, sonido más fuerte tipo Groove Metal y letras políticas que gritan rebeldía contra el sistema, reminiscentes de Slipknot y Korn pero con acento bogotano callejero y actual. Tras 13 años de hiatus, se tomaron nuevamente los escenarios con su voltaje renovado. Su front man Javier Carmona pareciera no querer ceder al tiempo y está en mejor forma que nunca.
Onïxx
Onïxx encarna el hard heavy metal tradicional con potencia clásica, solos melódicos y una energía underground que resiste modas, canalizando Iron Maiden y Judas Priest en riffs que retumban en los bares bogotanos. Finalistas destacados en Wacken Metal Battle Suramérica 2025, sostuvieron una agenda de shows intensos en el circuito local, ignorando confusiones con actos foráneos y fortaleciendo su marca en redes independientes. Su endurance en la escena los erigió como baluartes del metal puro, listos para heats mayores sumado a una excelente puesta en escena.
Mandingasea
Mandingasea fusiona hard rock con grooves latinos y letras viscerales sobre lucha cotidiana, como en “Jodido” o la brutal “Cartas Suicidas”, entregando un sonido callejero que mezcla el rock con raíces colombianas en ritmos infecciosos. Realizaron conciertos clave en la ciudad y su lucha por la salud mental es notoria y necesaria, manteniendo su pulso resistente. Su presencia en el circuito consolidó un estilo que invita al rock con alma popular.
The End
The End despliega cyborg metal postapocalíptico, un hard rock futurista con riffs robóticos, baterías fuertes y letras de guerra final que pintan escenarios distópicos al estilo Rammstein meets Fear Factory. Coronados como ganadores del Monster del Rock Subterránica, superaron rivales en batallas épicas, esta es una banda que es divertida de ver en vivo y que ha construido todo un concepto alrededor de ella.
Osaka 32
Osaka 32 ofrece rock alternativo con riffs potentes y grooves modernos, un sonido fresco que navega stoner y post-hardcore con toques experimentales y elementos asiáticos, ideal para cabezas que buscan intensidad sin clichés. Activos en varios eventos y en Wacken Metal Battle, sumaron giras locales y apariciones en Toque que los catapultaron en la celebración anual del rock underground. Su momentum en Instagram y escenarios independientes los marca como promesa ascendente.
RIP (R.I.P.)
RIP forja heavy rock crudo con temas como “Muerte Digna”, un sonido directo y sin filtros que captura la resistencia underground bogotana, influenciado por el metal clásico con edge punk. Mantuvieron una sólida agenda de shows en la escena local, contribuyendo a la vitalidad del circuito sin alardes, priorizando la conexión auténtica con el público fiel. Su persistencia en redes y eventos los mantuvo como pilar de la tradición roquera, fueron protagonistas de la entrega de Premios Subterránica 2025.
Devasted
Devasted lidera el thrash metal con demencia técnica, inspirado en Coroner y Vektor, donde velocidad y caos social se funden en riffs bastante elaborados que denuncian desorden colectivo. Lanzaron el álbum Siniestro, posicionándolos como el estandarte del thrash y sus fusiones con producción impecable. Su evolución técnica redefinió el género en el underground 2025 y terminan el año con su gira por Perú.
Ciudad Inmovil
Ciudad Inmovil construye modern metal con riffs intensos, grooves y una dinámica bogotana que evoca aquellas bandas a las que no les da miedo experimentas. Competidores fieros en semis de Wacken Metal Battle Bogotá, sumaron a celebraciones roqueras con lanzamientos digitales que ampliaron su reach underground. Su sonido prometedor apunta a dominar el circuito emergente.
Camargo
Camargo explora pop rock con contrastes luminosos y oscuros, un estilo performativo fresco que alterna melodías accesibles con crescendos intensos, atrayendo audiencias amplias en escenarios grandes. Su mezcla emocional capturó el espíritu versátil del génerom este año tuvieron gira en México y en varios festivales del país, pero el lanzamiento de su canción “Indefinido” los marca como lo mejor del año.
Alfonso Espriella
Con 20 años de tarima, entrega y letras introspectivas, Alfonso no es capaz de tomar un descanso, lanzando nueva música durante el año. Ha compartido escenario con Slash y Draco Rosa con un sonido maduro y ecléctico. Estrenó “Dolor Fantasma”, un single haunting que sumó a shows independientes, reforzando su legado versátil en el rock colombiano. Su carrera sostenida inspiró a la escena solista underground siendo él uno de los pocos que quedan en el género.
Somberspawn
Somberspawn desata blackened death metal feroz desde 2018, con “Inumbrate” como estandarte de ruido transfronterizo que mezcla Behemoth con crudeza bogotana en blasts y atmósferas gélidas. Expandieron su visión en showcases independientes y redes globales, consolidando un underground que trasciende límites locales. Su intensidad los elevó como fuerza extrema imparable y definitivamente fueron uno de los mejores shows de Rock al Parque, esta es una banda que pronto se tomará la escena de manera irremediable.
Psycho Mosher
Psycho Mosher, pioneros del crossover thrash, aceleran con riffs veloces y actitud callejera que recuerda bandas como Cro-Mags y Suicidal Tendencies, desatando furia pura en mosh pits globales. Aseguraron boleto a Copenhell 2026 al ser ellos los escogidos en los showcases del Bomm y con shows locales que definieron su proyección internacional como embajadores del thrash colombiano. Su año culminante selló un legado de velocidad indetenible.
!Que nunca pare nuestra escena!
Colombia
Que el Estado sea mecenas, no censor: qué puede aprender Colombia del ingreso para artistas en Irlanda
Es hora de hacer una pregunta importante en Colombia en cuanto a las artes: ¿Qué papel debería jugar el Estado en la vida cultural? ¿Debe limitarse a regular y a repartir migajas, o puede convertirse en un mecenas decidido que permita a las prácticas creativas existir sin extorsiones burocráticas ni censuras veladas?
Irlanda ha dado en 2025 una respuesta radical y práctica a esta pregunta, el Estado financia la capacidad de crear. Tras un piloto iniciado en 2022, el programa Basic Income for the Arts (Ingreso Básico para las Artes) que pagó €325 semanales a 2.000 artistas y se proyecta como permanente a partir de 2026. Es decir: alrededor de €1.300–€1.500 mensuales garantizados, sin informes de resultados que exijan productividad inmediata, con efectos positivos reportados en salud mental, producción creativa y retención profesional en el sector cultural. Los primeros balances del piloto y las decisiones tomadas en Dublín muestran que una política pública que confía en la autonomía creativa puede dar retornos sociales medibles y, sobre todo, devolver dignidad al trabajo artístico.
Frente a ese experimento irlandés, la realidad colombiana aparece fragmentada y se han desarrollado instrumentos de política cultural, pero persiste una brecha entre los discursos y la práctica. Los diagnósticos internacionales muestran que la política cultural en Colombia ha avanzado en la creación de ecosistemas creativos y en la declaración de cultura como derecho, pero su financiación y su capacidad de descentralizar recursos siguen siendo limitadas frente a las necesidades reales de artistas, gestores y territorios. En paralelo, la articulación entre memoria, museos locales (como el Museo del Rock Colombiano) y los programas de reconocimiento que proponen medios independientes y plataformas ciudadanas constituyen prácticas resilientes frente a esa fragilidad estatal.
Este contraste obliga a repensar el imaginario que muchos tenemos sobre la relación Estado-cultura en América Latina. Cuando se habla de “dictadura cultural” en tono de crítica, a menudo se alude a dos riesgos distintos pero conectados: a) el riesgo autoritario, en el que el poder decide qué es arte válido y qué no, imponiendo censuras o líneas temáticas legitimadas por el aparato estatal; y b) el riesgo liberalizador, donde el Estado abandona la escena cultural a los vaivenes del mercado y a la precariedad de la condición creativa. La experiencia irlandesa ofrece una tercera vía: un Estado que actúa como mecenas en sentido moderno —financiando la posibilidad de crear sin dirigir el contenido— y, al mismo tiempo, protege la libertad de expresión y la diversidad. Esa es la lección que conviene mirar con atención.
¿Por qué copiar el modelo irlandés? Primero, porque un ingreso básico para artistas parte de una hipótesis empírica: la inestabilidad económica genera fuga de talentos, autocensura por necesidad y el abandono de proyectos a largo plazo. Al mitigar esa inestabilidad, se multiplican las condiciones para la experimentación, la investigación artística y la construcción de memorias locales. Segundo, porque el retorno no es meramente simbólico: los informes preliminares del piloto en Irlanda registran mejoras en el bienestar, en la producción y en la profesionalización, y apuntan a beneficios económicos indirectos —mayor consumo cultural, circuitos de exhibición más dinámicos, y mayor oferta pedagógica— que compensan la inversión pública. Tercero, porque el ejemplo de pequeñas iniciativas como Raíz y Convergencia demuestra que la articulación entre museos, medios independientes y administración local puede amplificar los efectos de una política pública sólida.
Pero ninguna traslación política es automática. A partir de la comparación entre Irlanda y el estado actual de la cultura en Colombia, proponemos un diagnóstico y una serie de propuestas concretas, viables y escalables para que el Estado colombiano deje de ser un simple regulador o, peor, un censor indirecto, y pase a ser un mecenas responsable.

Diagnóstico breve
- Financiación fragmentada y precaria. Los fondos existen en líneas dispersas como convocatorias, estímulos y subsidios, pero suelen ser inestables, condicionados y burocráticos. Eso excluye a muchos creadores que no tienen tiempo o recursos para competir permanentemente por subvenciones.
- Centralización y desigualdad territorial. Bogotá y algunas capitales concentran la mayor parte de la visibilidad y los recursos; el trabajo en regiones suele depender de iniciativas particulares y festivales puntuales.
- Déficit de políticas de ingreso estable para creadores. No hay un análogo real a programas tipo “basic income for artists” que garantice mínimos de subsistencia para producir con libertad.
- Gestión cultural y memoria resiliente. Actores privados y comunitarios (museos, medios como Subterránica, redes locales) han cubierto vacíos de la política pública, mostrando capacidad de archivo, reconocimiento y organización para mantener viva la memoria cultural.
La propuesta es un marco de política pública inspirado (y adaptado) al modelo irlandés - Lanzamiento de un piloto nacional de Ingreso Básico para la Cultura (IBC) — 2.000 beneficiarios (fase 1).
- • Monto orientativo: equivalente a una fracción razonable del salario mínimo local ajustado por regiones (por ejemplo, 1–1.5 SMMLV en ciudades principales, y 0.8–1 SMMLV en municipios). Alternativa: seguir el modelo irlandés y fijar un monto con impacto comparable al costo de vida local.
• Selección: combinación de criterios objetivos (trayectoria mínima, producción cultural demostrable) y cupos territoriales para garantizar diversidad regional. No debe ser una “subvención por proyecto”, sino un reconocimiento temporal que permita crear. - Evaluación independiente y horizonte de continuidad.
• El piloto debe contar con evaluación académica independiente (universidades, think tanks) y con indicadores de impacto: salud mental, volumen de creación, empleo cultural indirecto, actividad expositiva/concertística. La idea es evitar la politización del programa y asegurar su continuidad técnica. - Complementariedad con espacios de memoria y producción.
• Asociar el IBC con museos y medios locales para crear residencias, archivos y ciclos de formación. Las coproducciones como la que plantean algunas premiaciones podrían ser cofinanciadas por el programa como espacios de visibilidad para los beneficiarios. - Descentralización efectiva.
• Asignar cupos por departamentos y garantizar vocaciones territoriales (por ejemplo, bandas y gestores del Valle, del Eje Cafetero, de la Costa, del Pacífico). Evitar que el programa solo beneficie a quienes ya tienen redes en Bogotá. - Protección a la libertad de expresión y mecanismos anti-captura.
• Establecer cláusulas claras: la asignación del ingreso no debe implicar control de contenidos ni aprobación previa. Crear un consejo ciudadano-artístico plural que supervise transparencia y evite capturas políticas. La “lógica del mecenas” aquí se entiende como financiamiento público para la creación, no como tutela ideológica. - Sinergias con políticas culturales existentes.
• Integrar el IBC con convocatorias, compra pública de arte, programación cultural municipal y acuerdos con teatros y salas para presentar trabajos producidos por beneficiarios. Esto multiplica el retorno social y económico de la inversión. - Contraargumentos y riesgos — y cómo mitigarlos
- • “Se volverá una renta para ociosos”: la evidencia del piloto irlandés contradice esta afirmación; los beneficiarios usan la estabilidad para producir, formarse y participar en proyectos colaborativos. Es clave diseñar la evaluación para demostrar efectos positivos.
- • Politización del fondo: crear órganos independientes, plazos y transparencia pública de beneficiarios reduce la posibilidad de captura.
- • Costo fiscal: hay que dimensionarlo con realismo: un piloto con 2.000 beneficiarios es una inversión relativamente baja en términos presupuestales nacionales pero con alto impacto simbólico y práctico. Además, los beneficios indirectos (empleo cultural, consumo, turismo cultural) amortiguan el gasto. Informes preliminares del piloto irlandés señalan retornos sociales y económicos favorables por cada euro invertido.
- Mecenas democrático vs. “dictadura cultural”
- Llamar a una política pública “dictadura cultural” cuando lo que se reclama es la dirección autoritaria del contenido es válido como advertencia histórica; pero sería un error interpretar que la intervención estatal y la existencia de grandes programas de apoyo equivalen a censura. El reto es que el Estado colombiano deje de verse solo como juez y supervisor, y asuma el papel que le corresponde en una democracia robusta: el de garante de derechos culturales. Ser mecenas no significa mandar sobre el arte: significa pagar la posibilidad de que el arte exista con autonomía.
- Irlanda nos recuerda que el Estado puede, sin imponer visiones estéticas, invertir en la libertad creativa y cosechar efectos sociales que van mucho más allá del aplauso: desarrollo económico local, salud pública, educación y memoria colectiva. Copiar ese modelo, con las adaptaciones territoriales y políticas que exige Colombia, es una inversión de futuro; una forma de reconocer que la cultura no es un lujo sino un bien público que sostiene la democracia y nos enseña quiénes somos. Si queremos que la memoria del rock y de tantas otras músicas deje de depender solo de iniciativas heroicas y dispersas, es hora de exigir que el Estado se convierta en mecenas responsable y que la cultura sea tratada como política de Estado, no como anécdota.
- Fuentes principales consultadas
- • Cobertura sobre la permanencia del programa Basic Income for the Arts en Irlanda (informes y notas recientes): Business Insider; Smithsonian Magazine; ArtNews; Citizens Information.
- • Información y fichas sobre los Premios Subterránica y su rol en la escena del rock colombiano.
- • Diagnósticos y recomendaciones sobre políticas culturales en Colombia (OECD, UNESCO y análisis sobre financiamiento y descentralización).
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