Colombia
Ajiaco de langosta: cuando la confianza y la creatividad se convierten en enemigos de las artes por la falta de educación.
Estaba leyendo sobre una pequeña polémica que se dio en torno al “Ajiaco de Langosta”, un plato creación del Chef Fernando Arévalo con el que quería “darle otro toque” a la famosa receta Colombia. A la Chef Leonor Espinoza no le gustó para nada y aseguró que atentaba contra la tradición del plato típico. ¿Quién tiene la razón? ¿El sofisticado Chef visionario o la purista de la tradición? Que dilema el de las artes hoy en tiempo de la corrección política en donde todo vale y las artes son despreciadas y manipuladas solamente porque las personas piensan que “todo vale” o “todo es subjetivo”.
Las artes son una forma de expresión humana que abarca diversas manifestaciones estéticas, desde la pintura y la escultura hasta la literatura y la música. Sin embargo, a pesar de su valor cultural, histórico y social, las artes no suelen ser respetadas por las personas en general, hablan de ellas como si todos dominaran el conocimiento en esas áreas desde el momento en que nacen, cosa que no sucede con las matemáticas, el derecho o la medicina, disciplinas sobre las que uno no ve por ahí a todo el mundo opinando. ¿A qué se debe este fenómeno? ¿Qué factores influyen en la falta de respeto por las artes y en la proliferación de ideas empíricas que se defienden con vehemencia? ¿Qué necesidad tienen las personas de querer creer que dominan áreas que nunca han estudiado solo porque se prestan para análisis abiertos? Pareciera que si algo no es 2+2=4 entonces no existe.
Una posible explicación es que las artes son percibidas como algo subjetivo, relativo y dependiente del gusto personal, mientras que las ciencias son vistas como algo objetivo, universal y basado en la razón. Esta dicotomía entre lo subjetivo y lo objetivo se remonta a la Ilustración, el movimiento intelectual que exaltó la ciencia y la razón como fuentes de conocimiento y progreso, frente a la religión y la tradición. La Ilustración también estableció una jerarquía entre las artes y las ciencias, otorgando mayor prestigio y utilidad a estas últimas. Así, las artes quedaron relegadas a un plano secundario, como meros adornos o entretenimientos y este tipo de pensamiento se mantiene hasta hoy en día.
Otra posible explicación es que las artes son más accesibles y cercanas al público que las ciencias, lo que genera una falsa sensación de familiaridad y competencia, como cualquiera accede a la música, al cine, al teatro entonces claro, cualquiera puede hablar y dar su punto de vista y proclamarlo como verídico, cualquiera puede ver una obra de arte, leer un libro o escuchar una canción, pero no cualquiera puede resolver una ecuación, interpretar una ley o diagnosticar una enfermedad. Esto hace que las personas se sientan con más derecho a opinar sobre las artes que sobre las ciencias, sin tener en cuenta los criterios técnicos, históricos o estéticos que rigen cada disciplina artística, y para completar, las personas tienden a proyectar sus propias emociones, experiencias y valores en las obras de arte, lo que los lleva a defender sus opiniones con pasión e incluso con agresividad.
Y aun entendiendo todo lo anterior, estas explicaciones no son suficientes para entender la complejidad del fenómeno, hay que tener en cuenta también otras variables, como el contexto social, cultural y político en el que se producen y se consumen las obras de arte; el papel de los medios de comunicación y de las industrias culturales en la difusión y la valoración de estas; el grado de educación artística y de sensibilidad estética de los individuos; o la diversidad de teorías del arte que existen y que ofrecen diferentes perspectivas para analizar e interpretar el hecho artístico.
Hablemos de algunos hechos puntuales que ilustran este pensamiento, en el caso de la música el cuál es mi área de estudio:
El vallenato es un género musical tradicional de la región del Magdalena Grande, en el norte de Colombia, que se caracteriza por el uso del acordeón, la caja y la guacharaca, y por sus letras que narran historias de amor, desamor, alegría y tristeza, también una forma de comunicación oral que transmite la cultura, la identidad y los valores de las comunidades campesinas y urbanas que lo practican.
En 2015, la Unesco declaró al vallenato como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, reconociendo su importancia como expresión artística y social que contribuye a la cohesión y la diversidad cultural. Según la Unesco, el vallenato está en necesidad de salvaguardia urgente debido a las amenazas que enfrenta su viabilidad, como el conflicto armado, el narcotráfico, el desplazamiento forzado y la pérdida de espacios públicos para su interpretación.
Pero ¿para qué sirve que el vallenato sea patrimonio inmaterial de la humanidad? ¿Qué beneficios tiene esta declaración para el género musical y para las personas que lo cultivan? ¿Qué responsabilidades implica para el Estado y la sociedad civil?
Según los expertos la declaración de la Unesco tiene varios efectos positivos para el vallenato, entre ellos que le otorga un reconocimiento internacional y una visibilidad que puede favorecer su difusión y su valoración en otros contextos culturales o que le brinda una protección legal y moral que puede servir para prevenir o denunciar situaciones que atenten contra su integridad o su autenticidad entre otras cosas, pero entonces si vemos que nadie hace o dice nada cunado en el Festival Vallenato quieren contratar a Bad Bunny pensando más en la comercialización del evento que en salvaguardar el género protegido por la Unesco precisamente por los peligros que cosas así representan, nos damos cuenta que vivimos en un país de hipócritas en donde a pesar de que lo digan constantemente las artes no interesan sino el dinero, somos prostitutas artísticas, meros entretenedores, mercenarios de las artes.
Lo mismo sucede con varios festivales de los cuales hemos hablado cientos de veces como Rock al Parque, pero que parece que el nivel de pensamiento crítico de Colombia no ha sido capaz de entender. Cada vez que se hace una crítica al festival por el detrimento del género o la corrupción comprobada los músicos y personas piensan que se etá criticando la parte músical lo cuál los ha hecho pensar que defender que la cumbia eléctrica es igual que el rock, que representan lo mismo y alterados e inocentes se vuelven cómplices de la corrupción.
En 2013, Rock al Parque fue declarado patrimonio cultural de Bogotá por el Concejo Distrital, reconociendo su importancia como espacio de expresión artística, convivencia ciudadana y diversidad cultural. Según el acuerdo que lo declaró como tal, Rock al Parque debe garantizar la participación de las bandas locales, la calidad artística de las bandas invitadas, la inclusión de géneros afines al rock y la promoción de valores como la tolerancia, el respeto y la solidaridad pero esto señores, sencillamente no sucede, en este país nadie respeta el rock e incluso los ignorantes ahora llaman “la policía del Metal” a quienes puedan diferenciar un pasodoble de un punk, tal estupidez sería como llamar “la policía de las matemáticas” a una profesor que diga que 2+2 no puede ser 7 y no es una falacia de falsa equivalencia, es lo mismo, pero lo científico sí suena absurdo precisamente porque nadie respeta a las artes.
Y sucede en todas las prácticas, en la pintura, la escultura, el dibujo, la fotografía, el cine, que son artes que requieren de una técnica, de una estética y de una creatividad que las distinguen de otras formas de comunicación visual, hacer una película no es comprar una cámara y ya, montar una obra de teatro no es recitar un texto aprendido, que falta de educación la que hay en la gran mayoría sobre el tema.
El problema es que este fenómeno podría poner en riesgo la calidad y el valor de las artes, el empirismo es una actitud o una práctica que se basa en la experiencia personal y en la observación directa de la realidad, sin tener en cuenta los conocimientos teóricos o los criterios artísticos que rigen cada disciplina que puede ser visto como una forma de aprendizaje autodidacta, de experimentación libre o de expresión espontánea, pero también puede ser visto como una forma de ignorancia, de improvisación o de banalización y precisamente la sublimación de este empirismo en Colombia y en otros países en donde han hecho creer que “cualquiera es artista” el que ha generado conflictos o tensiones entre los diferentes actores involucrados en las artes como los artistas, los críticos, los curadores y los espectadores, por cuestiones de autoría, propiedad intelectual o representatividad, precisamente el darle poder a empíricos sin suficiente educación ha destruido nuestra cultura y nuestra políticas culturales, piense si lo hiciéramos con los médicos o los abogados, piensen en que cualquiera pudiera operarnos un tumor o defendernos en un juicio solo porque cree que lo puede hacer.
Tenemos que comenzar a demandar y exigir respeto por las artes, así como se exige por la política o por la responsabilidad de la información, el público y la población en general debe aprender a callar cuando no tenga la suficiente capacidad para abordar un tema y dejar de ser gestores de odio y de ignorancia. Esto no quiere decir que no se pueda dar una opinión sobre cualquier cosa, pero las personas también tienen que entender que la opinión es sencillamente eso, una opinión, un punto de vista personal que no tiene que ser impuesto como lo han hecho a punta de vetos, irrespetos e insultos a los ciudadanos. El problema no son las artes sino la mediocridad de las personas en ellas que están buscando como saquear dineros sin importarle ni siquiera un poco las prácticas artísticas.
Para terminar me gustaría recordar que un juez de la república de Colombia, rechazó una tutela para congelar o replantear el Festival Rock al Parque, después de que la controlaría de la república demostrara toda su corrupción en dos visitas fiscales que se pidieron por parte de Subterránica solamente porque el honorable no “sabía que era Rock”, dejando de nuevo que el festival se robara más de 15 mil millones de pesos al año, dándole la falsa imagen a las bandas de que tenían razón y dándoles a los músicos vía libre para seguir inscribiéndose y ser cómplices de corrupción y robos. Así de graves estamos, en donde “el artista” prefiere ignorar la deshonestidad con tal de sacar un pedazo del plato para un almuerzo y en donde la creatividad, la creación y la gestión fue relegada a un grupo de empíricos amigos unos de otros que saquean los erarios mientras el público en Internet los defiende y cree que quienes defienden a las artes son “retrógrados”, “radicales” y “pataletudos”.
Felipe Szarruk
Doctorando en Periodismo de la U.Complutense de Madrid, Magister en Estudios Artísticos, músico y comunicador social.
Colombia
Informe de Gestión 2024 de la Fundación Subterránica: Liderazgo Cultural y Transformación del Ecosistema del Rock Latinoamericano
“Las palabras son solo el eco de lo que se hace. Los hechos son el lenguaje que el mundo entiende.”
– Lao Tse
“Lo que importa no son las palabras que salen de tu boca, sino las huellas que dejas con tus acciones.”
– Albert Einstein
“Hay demasiada gente que habla de lo que va a hacer, pero la grandeza está en aquellos que simplemente lo hacen.”
– Brené Brown
El presente informe de gestión correspondiente al año 2024 documenta los logros, iniciativas, y el impacto generado por la Fundación Subterránica en su misión de promover, difundir y fortalecer la cultura del rock y la música independiente en Colombia y América Latina. Con más de dos décadas de trayectoria, Subterránica se ha consolidado como una plataforma pionera y líder en el desarrollo del sector musical alternativo, transformando las dinámicas de creación, circulación y reconocimiento del talento emergente en la región.
Durante este año, la fundación ha logrado un avance significativo en múltiples frentes, que incluyen la producción de eventos de gran envergadura como la XVIII edición del Monster del Rock Colombia, la expansión del circuito Wacken Metal Battle Suramérica, y la realización de proyectos innovadores como el congreso Vortex y la segunda edición del Bogotá Metal Network. Estas iniciativas no solo consolidan el posicionamiento de Subterránica como un referente cultural, sino que también generan oportunidades concretas para artistas, gestores, y públicos de diversos países, fortaleciendo el ecosistema musical desde una perspectiva inclusiva y sostenible.
En el ámbito académico y literario, Subterránica también ha contribuido al enriquecimiento cultural mediante la publicación de obras literarias y el liderazgo de proyectos investigativos de alta relevancia. En 2024, la fundación celebró el lanzamiento de dos libros escritos por su fundador, Felipe Szarruk, que exploran la relación entre arte, sociedad y filosofía musical. Asimismo, la tesis doctoral Guitarras bajo fuego obtuvo el premio PhDay en la Universidad Complutense de Madrid, un reconocimiento que refleja el impacto intelectual y académico de la fundación en los debates contemporáneos sobre la gestión cultural.
En cuanto al fortalecimiento del patrimonio cultural, la fundación avanzó en el desarrollo del Museo del Rock Colombiano, formalizando su registro como entidad museal y organizando actividades académicas que promueven la reflexión y el reconocimiento de la historia del rock en el país. Este esfuerzo reafirma el compromiso de Subterránica con la preservación de la memoria colectiva de la música nacional y su papel como eje articulador entre las generaciones de artistas y aficionados.
Subterránica no solo ha sido un motor de transformación cultural en 2024, sino que también ha reafirmado su carácter autogestionado, independiente y crítico, enfrentando los retos estructurales que afectan al sector cultural. A través de alianzas estratégicas, una sólida estrategia digital y un enfoque ético, la fundación ha alcanzado una cobertura significativa en toda América Latina, beneficiando directamente a más de 360 bandas y movilizando a más de 1.500 músicos en actividades que van desde festivales hasta talleres formativos.
Este informe detalla con precisión los hitos alcanzados durante el año, respaldados por datos estadísticos y narrativas que evidencian la relevancia de Subterránica en el contexto regional e internacional. También se perfila el futuro de la fundación con proyectos visionarios que apuntan a continuar liderando el movimiento cultural independiente en el continente, reforzando su impacto en la construcción de una industria más equitativa y accesible para todos los actores del sector.
Conscientes de los desafíos, pero motivados por los logros obtenidos, presentamos este documento como un testimonio de la labor incansable de Subterránica y su equipo, así como una invitación a aliados y actores gubernamentales a unirse en el fortalecimiento de esta causa cultural que ya trasciende fronteras y generaciones.
Informe de Gestión 2024: Fundación La Rock Subterránica
1. Progresos Académicos y Tesis Doctoral
En 2024, Felipe Szarruk completó exitosamente todas las actividades académicas y de investigación de su doctorado en la Universidad Complutense de Madrid. La tesis titulada “Guitarras Bajo Fuego” fue galardonada con el premio PHDay 2024, destacándose por su enfoque innovador en la intersección entre la música, la cultura y los derechos humanos. Este reconocimiento subraya la relevancia cultural y académica del trabajo de Szarruk, que abordará en detalle la resiliencia de la música rock en contextos adversos. El proceso de escritura de la tesis para su depósito en 2025 ya está en marcha, sentando las bases para futuras publicaciones científicas.
2. Publicación de Libros
a. El Inodoro
Publicada en 2024, El Inodoro es una obra de sátira y crítica social que explora temas contemporáneos a través de una narrativa ágil y provocadora. Disponible en Amazon y para descarga gratuita en Google Drive, este libro ha sido destacado como una reflexión mordaz sobre las contradicciones de la modernidad. Los lectores han elogiado su estilo irreverente y su capacidad para abordar temas serios con humor y profundidad.
b. Del Ritual al Kaoz
Este libro, publicado por Bbar, es una compilación de ensayos y análisis sobre la evolución del rock y el metal en Colombia, marcando hitos de la música independiente en el país. Con un enfoque académico y testimonial, Szarruk detalla cómo estos géneros han influido en la cultura local y cómo enfrentan desafíos actuales. La obra está disponible en las principales librerías y ha sido objeto de presentaciones públicas, generando debates sobre la importancia de preservar la memoria musical.
3. Monster del Rock Colombia XVIII
La XVIII edición del Monster del Rock Colombia consolidó su posición como el circuito de circulación de rock independiente más grande y antiguo del país. Con la participación de más de 60 bandas de diversos géneros, el evento ofreció un espacio sin precedentes para el talento emergente y consagrado. La banda ganadora fue Guerreros del Metal, quienes destacaron por su puesta en escena y calidad musical, representando una de las más emocionantes ediciones del festival hasta la fecha. Este evento no solo es un espectáculo musical, sino un esfuerzo por preservar y promover la cultura del rock en Colombia.
4. Participación en Wacken Open Air
En 2024, la Fundación marcó un hito al asistir al Wacken Open Air en Alemania, el festival de metal más grande del mundo. La banda seleccionada como ganadora del Metal Battle Sudamérica representó dignamente a la región, alcanzando la quinta posición, una proeza destacable en su primera participación.
Wacken TV: Felipe Szarruk fue invitado como panelista, fortaleciendo la presencia de la región en el ámbito académico.
Oscar Garzón: Su rol como fotógrafo oficial del evento añadió un valioso componente visual a la representación de Suramérica.
Esta participación reafirmó la importancia de la gestión cultural para la internacionalización de la música regional.
5. Wacken Metal Battle Sudamérica 2025
La organización del Wacken Metal Battle Sudamérica se amplió significativamente, incluyendo ahora a Bolivia y Perú. Con más de 50 eventos realizados en cinco países y la participación de casi 300 bandas (170 de ellas en escena), se creó el circuito más grande de metal en el continente.
Final en Riobamba, Ecuador: Los ganadores de cada país competirán en esta ciudad, marcando un hito para el metal sudamericano.
Revista Digital: Se lanzó la primera edición de la revista digital Metal Battle Sudamérica, consolidando un espacio para la difusión de la escena metalera.
6. Bogotá Metal Network II
La segunda edición del Bogotá Metal Network reunió a bandas y agentes de la industria para fomentar el intercambio y la profesionalización. Este evento es una pieza clave para la consolidación de Bogotá como un epicentro del metal en Colombia, contribuyendo al fortalecimiento de redes de colaboración.
7. Mundialito del Rock Colombiano
Este innovador proyecto consistió en una encuesta masiva para la creación de públicos, finalizando con un concierto en vivo donde se reconocieron dos importantes bandas nacionales. Este evento subrayó la importancia de conectar a las audiencias con las bandas emergentes, fortaleciendo la escena local.
8. Reconocimientos a Felipe Szarruk
Felipe Szarruk fue homenajeado por su trayectoria de 30 años como gestor cultural, recibiendo dos importantes reconocimientos:
Una ceremonia en su honor con la participación de artistas y medios.
Un homenaje en La Media Torta durante la Celebración del Rock Colombiano.
Además, Tomas Fay le otorgó un reconocimiento especial por su labor en pro de la música y el periodismo.
9. Lanzamiento de Bbar Radio
En 2024, se lanzó Bbar Radio, una plataforma de radio online dedicada a la promoción del rock independiente. Con contenido variado y dinámico, esta iniciativa busca amplificar las voces de los artistas emergentes en Colombia y el continente.
10. Impacto Estadístico y Medios de Difusión
De acuerdo con encuestas realizadas por Subterránica, la plataforma:
Benefició a más de 360 bandas y 1.500 músicos.
Mantiene una fuerte comunidad, con un 76,6% de consumo en redes sociales y un 57,4% en eventos en vivo
Subterránica
Es reconocida por su independencia y compromiso con la denuncia de problemáticas en la industria musical.
11. Gestión del Museo del Rock Colombiano
Logros 2024:
Registro como entidad museal en SIMCO.
Formalización como fundación independiente en la Cámara de Comercio.
Realización de eventos académicos, como la charla con el artista Iván Chacón.
El museo continúa recolectando piezas valiosas para la preservación de la historia del rock colombiano.
“No hables de lo que vas a hacer. Hazlo, y deja que el mundo vea por sí mismo lo que eres capaz de hacer.”
– Franklin D. Roosevelt
“El que mucho habla y no hace, ha dicho ya lo suficiente para que se le ignore.”
– Mahatma Gandhi
“El hombre sabio no es el que más habla, sino el que más actúa. Las palabras se las lleva el viento; las acciones dejan huella.”
– Epicteto
Alcance e Impacto de Subterránica
Presencia Regional y Reconocimiento: Subterránica se ha consolidado como una plataforma clave para el desarrollo del rock independiente en América Latina, especialmente en Colombia y El Salvador. Con más de 20 años de trayectoria, sus iniciativas han fomentado la profesionalización del sector musical independiente.
Premios y Competencias: Los premios Subterránica, organizados anualmente, han reconocido el talento de más de 500 artistas independientes desde su creación. En 2024, categorías como mejor álbum, canción del año y artista nuevo resaltaron la diversidad y calidad de la escena. Bandas como “Lengua del Desierto” ganaron el circuito “Monster del Rock”, una de las competencias más importantes de la organización, que sigue atrayendo a talentos emergentes de toda la región.
Museo del Rock Colombiano: Subterránica lidera también el único Salón de la Fama del rock colombiano, en el cual se han inmortalizado artistas de la talla de Aterciopelados y La Pestilencia. Este esfuerzo resalta su compromiso con la memoria histórica y cultural del género.
Contribución a Festivales y Escenarios: Subterránica participa activamente en la difusión y gestión cultural del rock independiente. Sus colaboraciones con festivales internacionales han permitido que artistas locales tengan acceso a audiencias más amplias y oportunidades internacionales.
Diversificación y Apoyo a Nuevas Generaciones: Además de los premios, Subterránica organiza talleres, conferencias y foros que han beneficiado a cientos de músicos en aspectos como producción, promoción y distribución musical. Su enfoque integral promueve la sostenibilidad del sector independiente.
Estado del Arte en la Región
Industria Musical Independiente: A pesar de la competencia con grandes disqueras y entidades del gobierno, Subterránica ha demostrado ser un puente esencial entre el talento emergente y las plataformas de reconocimiento global. Ha liderado la transición hacia un modelo más inclusivo y descentralizado para la música independiente.
Innovación y Sostenibilidad: La plataforma integra nuevas tecnologías y estrategias digitales, como transmisiones en vivo y redes sociales, para mantener el alcance de sus actividades incluso frente a desafíos como la pandemia. Esto ha asegurado su relevancia y capacidad de adaptación.
Nuestro medios:
Colombia
Atención bandas: La Celebración del Rock Colombiano abre convocatoria para su edición 2025
La Celebración del Rock Colombiano, fue uno de los eventos más importantes para la escena del rock y metal emergente en Colombia en 2024, ahora ha anunciado la apertura de inscripciones para su edición 2025. Este evento, que fue un gran éxito, continuará con su misión de fortalecer y visibilizar a las bandas emergentes del país.
La edición 2024 de La Celebración del Rock Colombiano se desarrolló en varias etapas que pusieron a prueba el talento y la preparación de las bandas participantes. Durante la etapa de inscripción, un total de 105 bandas enviaron sus postulaciones a través de un formulario online. Tres jurados expertos evaluaron cada propuesta tomando en cuenta factores como la calidad musical, la coherencia en el concepto, las actividades realizadas durante el último año y el manejo de redes sociales. De este proceso, se seleccionaron 32 bandas, que fueron divididas en dos fases de retos, tanto musicales como de business.
En la primera etapa, las 32 bandas participaron en una serie de desafíos, lo que permitió elegir a 16 proyectos para formar parte del acetato que se lanzará próximamente. Estos 16 semifinalistas avanzaron a la siguiente fase, que implicó retos aún más exigentes. Un jurado evaluó su desempeño en actividades y talleres relacionados con la industria musical, conversatorios y presentaciones en vivo. El evento culminó el 23 de noviembre en el escenario de La Media Torta en Bogotá, donde las 10 bandas finalistas se presentaron.
El gran triunfo de la edición 2024 fue para Rain of Fire, banda de Metal de Tuluá, y el segundo lugar para la banda Bogotána de Rock-Grunge Ennui. Ambas bandas recibirán importantes oportunidades de visibilidad y apoyo por parte de la organización.
Ahora, con la mirada puesta en el futuro, La Celebración del Rock Colombiano ha abierto las inscripciones para su edición 2025. El evento se llevará a cabo en Bogotá en el mes de abril, con nuevas oportunidades para las bandas emergentes. La convocatoria está abierta desde el pasado 27 de noviembre e irán hasta el 6 de diciembre, las bandas interesadas deberán completar un formulario de inscripción y realizar un pago de $80.000 a través de Nequi o Daviplata.
La edición 2025 continuará con un formato similar al de 2024, iniciando con una selección de 32 bandas que participarán en una serie de retos durante los primeros meses del año. De estas, se escogerán 16 semifinalistas que formarán parte del acetato de la edición y del documental “Rock y Metal Emergente: Una Historia que Contar”. Finalmente, 10 finalistas competirán en una presentación en vivo, donde se definirá al gran ganador, quien recibirá una serie de beneficios, como la grabación de un sencillo en el BUNKER Estudio, asesoría en manejo de redes sociales y participación en festivales nacionales.
La Celebración del Rock Colombiano sigue consolidándose como una plataforma clave para el impulso de la música independiente en Colombia, y su edición 2025 promete continuar con este importante legado.
Más información:
Inscripciones abiertas: 27 de noviembre a 6 de diciembre
Formulario de inscripción: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLScbnlSV1mIwU-FWhSfnGB7EOlGUaqasz5Eg7_xUskRf5_BLZg/viewform?pli=1
Pago: $80.000 a través de Nequi o Daviplata al número 3054743868
#HaciendoQueSuceda
Colombia
La cultura en Colombia: Una herramienta de control social que hay que detener.
En Colombia, el Ministerio de Cultura se presenta como el guardián de la identidad nacional y la diversidad cultural, pero su enfoque selectivo y políticamente alineado plantea serias dudas sobre su propósito real. Mientras ciertas narrativas, como la memoria del conflicto armado o el museo afrocolombiano, son promovidas con fervor, otras manifestaciones culturales, igualmente valiosas, son ignoradas o atacadas. Esto no es una casualidad, sino un reflejo de cómo el aparato estatal utiliza la cultura para moldear la percepción pública y perpetuar relaciones de poder.
La promoción del museo afro en Colombia se celebra como un acto de justicia histórica con bombos y platillos, pero, esta misma lógica se aplicara de manera consistente, debería abrir espacio para otras representaciones culturales de la identidad colombiana. Pero no sucede así.
¿Por qué el Ministerio abraza ciertas narrativas mientras ignora otras? Porque la cultura no solo es un espacio de expresión; es también una herramienta de control. Siguiendo a Louis Althusser y su teoría de los aparatos ideológicos del Estado, el Ministerio de Cultura parece priorizar proyectos que refuercen las narrativas que le convienen al poder político y económico, en lugar de reflejar la diversidad real del país.
El poder quiere controlar todo y convertirlo en una disidencia controlada, rockeros sin dignidad que insultan al Estado desde una tarima pagada por el Estado, en donde el mismo Estado queda como héroe por dejar que la gente “se exprese”, es sencillamente ridículo.
Soy el creador del Museo del Rock Colombiano y quiero colocarlo como una iniciativa que surge desde la independencia cultural, sin necesidad de subsidios o aprobaciones estatales. Este proyecto demuestra que la cultura puede florecer sin las cadenas de la burocracia gubernamental. Sin embargo, lejos de ser promovido como un ejemplo de gestión autónoma, enfrenta ataques y desdén del propio Ministerio, de Idartes y de funcionarios públicos o contratistas.
Este rechazo no es casual. Una iniciativa cultural que no responde a los intereses del aparato estatal, que no se alinea con las narrativas de turno, es vista como una amenaza. No porque sea inadecuada, sino porque su existencia cuestiona la necesidad misma de un ministerio que actúa como árbitro cultural.
Háganse una pregunta, si se borra al Ministerio o a Idartes del panorama económico de los artistas ¿cómo almorzarían? Es interesante que pareciera que las artes en este país no pueden existir si no son financiadas por el Estado. El problema es que ellos te dan el dinero, pero también te dicen que hacer y como hacer, son artes sometidas, arrodilladas, débiles, sin contexto y al servicio de la ideología de turno.
Otro ejemplo claro es la inversión desproporcionada en la memoria del conflicto armado. Mientras es válido y necesario reconocer el impacto de la violencia en la sociedad colombiana, esta narrativa ha sido elevada por encima de otras historias igualmente significativas.
¿Por qué no hay un esfuerzo similar por preservar las historias de resistencia cultural, como el impacto de la música rock y otros movimientos independientes en la formación de identidad y protesta? Porque esas historias no refuerzan la narrativa oficial de victimización y dependencia del Estado.
Ven la cultura independiente como una amenaza, lo que subyace en estas decisiones es un temor a la autonomía cultural. Proyectos como nuestro museo o cualquier otra iniciativa cultural independiente cuestionan la necesidad del Ministerio como mediador de la cultura. Demuestran que la verdadera riqueza cultural surge de la pasión, el esfuerzo y la conexión directa con las comunidades, no de un presupuesto estatal, pero lo más interesante de esto es que los artistas con tal de no perder el mendrugo de pan que le tiran al piso, siempre se ponen de parte del que sostiene la bolsa de los billetes, regresamos a lo mismo, al hambre y a la dignidad, una que en Colombia sobra y otra que escasea.
El Ministerio de Cultura en Colombia o el Instituto Distrital de las Artes IDARTES, no son promotores de la diversidad cultural, sino gestores de narrativas convenientes para el poder político. Al priorizar ciertas expresiones mientras ignora o ataca otras, refuerzan un modelo de dependencia y control, limitando el potencial de una cultura verdaderamente libre y diversa.
Es hora de repensar el papel del Estado en la cultura. Los proyectos independientes demuestran que no necesitamos un Ministerio que decida qué historias contar. La riqueza cultural de Colombia no está en los subsidios ni en las políticas, sino en la creatividad y la resiliencia de sus artistas y gestores, quienes continúan construyendo desde la autonomía, sin miedo, sin hambre pero sobretodo con dignidad.
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