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Colombia

¿Es válido pagar por tocar? ¿Hay que pagar a todos los músicos por tocar? ¿El hambre está matando aún más que la corrupción el rock en Colombia?

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Me preocupa escribir este artículo un poco extenso sabiendo que ayer publicaron la triste estadística sobre nuestra lectura, somos el país que menos comprensión tiene y esto explica muchas cosas, sencillamente el colombiano no solo no lee, sino que, si de milagro lo hace, no entiende. Esto puede deberse a que la realidad personal de cada uno es considerada más importante que el acuerdo general, en resumen, para el colombiano su verdad es única y real así esté equivocada y la defiende a muerte y en los siguientes párrafos verán que puede ser muy válida esta afirmación.

Hablemos de música y músicos de rock en Colombia, sobre todo por las polémicas que se han desatado en estas semanas, en las que algunos músicos indignados arremetieron contra varios festivales que abrieron convocatorias y no ofrecían una paga justa, no ofrecían algo más que “una experiencia” y eso le colmó la copa a varios que piensan que el músico debe tener mínimas condiciones para tocar, lo cual obviamente es lógico.

¿Pero quién tiene la razón?

Para responder a esa pregunta tenemos que mirar de manera holística la escena del rock en Colombia y comencemos por decir que para hacerlo debemos ser brutalmente honestos y acá entonces no cabe la corrección política, si queremos cambiar algo, ya es hora de dejar los eufemismos y hablar claro.

El rock como cualquier género en la música es un camino escalable, es un camino que se construye a base de trabajo, ganas, desarrollo y consolidación, para eso los músicos deben atravesar muchas etapas, debe haber mucha inversión, mucha circulación y muchísima paciencia porque la industria es despiadada. Pero esto se ve en todas las áreas de la sociedad, el reguetón, por ejemplo, es aún más competido y mucho más caro y difícil que el rock. Pero pensemos en un médico cirujano, que debe pasar al menos diez o doce años antes de poder ejercer su profesión, un médico no compra una bata y un bisturí y se pone a operar… bueno, en Colombia sí, ese es el problema, la deshonestidad y las ganas de ser millonarios han hecho que en Colombia se pierdan estos caminos y vemos médicos cirujanos con clínicas estéticas cobrando millones y matando gente así como vemos músicos de rock con Gibson y buenos amplificadores, sin título o buenas canciones y haciendo pataletas todo el día en las redes.
Entonces nos encontramos ante la disyuntiva que hace llaga ¿Hay que pagar siempre a los músicos? Bueno depende. Les hablaré de la escena más sólida para el rock en el mundo que es la industria de Los Estados Unidos en donde con Subterránica hemos realizado algunos eventos y en donde también pudimos constatar que un colombiano no sirve de mucho porque los que han tratado generalmente terminan lavando platos, estacionando autos o en su defecto robando y estafando en nombre de la música.

La escena del Rock y el Metal estadounidense tiene una dinámica forjada durante años con la prueba y error y que está fuertemente respaldada por la educación, sea académica o empírica, cada área tiene especialistas, los músicos, los managers, los bookers, las recaudadoras, etc. Todas están organizadas en sindicatos y luchan por sus derechos cosa que acá no sucede, porque los músicos están muertos de hambre y les da miedo luchar para no ser vetados, está comprobado que los músicos colombianos se hacen los de la vista gorda ante la corrupción y a la hora de luchar contra Sayco o Idartes que son dos entidades absolutamente corruptas no hacen nada y comenzando por ahí es difícil tomarlos en serio.

Segundo, en esas escenas como la gringa, se tiene un escalafón implícito del desarrollo de las bandas o solistas que se va dando con sus logros, antiguamente cuando la industria del disco era sólida, se tenían 10 artistas para millones de personas y era mucho más fácil identificar a los que servían para el negocio, hoy se tienen 10 millones de artistas con 10 fans cada uno, solamente en Subterránica tenemos más de 4 mil bandas de rock activas en listas de distribución, imaginen ese número… ¡!!4 mil!!!

El músico tiene la razón en exigir un pago y en exigir lo mínimo, pero el empresario también tiene la razón en no pagarle al músico cuando este no genera, así como el bar tiene la razón cuando cobra por su espacio y les voy a contar por qué de una manera muy facil.

Si usted contrata a las Foo Figthers, quienes tienen una carrera sólida en la escena mundial para hacer un concierto en el Campín, usted sabe de antemano que si tiene el capital para hacer este concierto va a ganar. Así el concierto cueste cinco millones de dólares, haciendo la proyección sabrá que sale con ganancia pagando incluso las exigencias de la banda… pero, si usted contrata a su banda ¿esta será capaz de dar estas garantías? Para nada, la gente no está enamorada del rock colombiano y hacer eventos de rock colombiano es una quiebra. Acá no cabe ninguna excusa esa es la realidad.

Esa gratuidad que el estado ha enseñado sumado a ese campo de distorsión de la realidad en la que las bandas suben a un festival que no les pertenece y se toman la foto con 10 mil personas atrás no es real, eso no existe en ninguna industria solo en el rock de Colombia. Usted no puede entrar a un concesionario de autos y llevarse uno, solo porque cree que lo merece y acá, recuerden que es el país en donde la contraloría encontró corrupción por más de 15 mil millones en Rock al Parque y un juez negó la tutela de acabarlo porque según él no sabía lo que era “rock”. Así que van saliendo cada temporada personas impunes sin pagar cárcel, llenas de dinero y todos los músicos ven esto. Todos los músicos ven como salas de ensayo se han vuelto grandes empresas haciendo contratos ilícitos con el estado, como algunas empresas de bookers y gente técnica de conciertos se ha forrado en plata durante años, pero nadie ha dicho nada, así que el músico no está pensando en su próximo hit o su próxima gira sino en ¿Cómo hago para tener dinero yo también?

Y es que miren, Colombia en su pobreza educativa se ha dedicado a enseñar mentiras a los artistas, colocando en encuentros y conferencias a personajes de la farándula o que creen tener un conocimiento que no dominan a adoctrinar a los muchachos con frases y contenidos mentirosos y eso ha hecho mucho daño. No estoy defendiendo que a los músicos se les pase por encima, pero la pregunta es ¿Alguien los ha obligado a participar en las convocatorias que les molestan? No creo, así como nadie los obliga a ir a la corrupta y en la cuál si participan sin chistar, llenando papeles burocráticos, calladitos cuando les toca ir a la media torta en sus propios carros o taxis a audicionar, en silencio cuando los programan a la una de la tarde, de hecho, viendo como algunos venden sus ideales anti-sistema para subirse a esas tarimas. ¿Por qué eso sí lo soportan? Entonces vemos que el músico de lo que carece no es de dinero sino de dignidad y uno señores mientras haga esto no puede decir nada. Vamos a ver en las listas de Rock al Parque, cuantos de los que ha peleado tan vehementemente contra los gestores está inscrito, para saber la realidad.

¿Por qué esto sí y lo otro no? Moral selectiva.

Los músicos tienen derecho a exigir, obviamente, como cualquier persona, pero lo justo, lo que se sabe que van a producir. Yo tengo derecho a cobrar por lo que sé y lo que hago, por mis servicios, no por lo que estudié o lo que he gastado en mi vida por ser lo que he llegado a ser. Como músico, si le cobro un millón de pesos por dos horas a un bar, es por que sé que el bar una vez me pague va a ganar más. Si voy a un festival y cobro cinco millones de pesos, es por que sé que al menos 50 personas voy a aportar a ese público, se llama circulación del capital, se llama eslabón de la cadena musical, se llama quien eres cuanto vales, hablando únicamente de dinero porque el feeling, el amor y las guitarras bonitas no pagan boletos.

Entonces es fácil, si una banda produce, exige, si una banda no produce no exige. Miren, he trabajado durante 30 años en todas las áreas del rock en varios países y es la hora en que sigo sin entender a los músicos colombianos porque en realidad no les gusta nada, no les sirve nada, algunos son incluso miserables y ofensivos, pero cobardes porque cuando les responden lloran.

Pregúntese, en un ejercicio real y honesto ¿Es mi banda un negocio? Para responderlo solamente debe hacer un concierto por usted mismo y medirlo. ¿Qué es hacer un concierto? Bueno, puede comenzar con uno en un venue decente, por ejemplo, en Bogotá puede alquilar el Ace of Spades, un lugar genial que ofrece las condiciones necesarias para hacer un buen evento. No vaya a invitar a ninguna banda para tener más público, solamente la suya, sin ganchos y nada y obviamente no vaya a hacer un tributo a Guns and Roses o a nadie porque para robarse aplausos lo puede hacer en otra parte. El valor de su banda lo da su producto no el de una banda que ya triunfó.

Alquilar el local con el sonido, luces, permisos y técnicos (Ya le están ahorrando la mitad del trabajo) valdrá aproximadamente cuatro millones de pesos, redondeando o haciendo un estimado, tendrían que llamar para el precio al lugar, pero es alrededor de eso. Ojo sin la barra… debe costear los gastos de producción de entrada y logística que los puede sacar en unos seiscientos mil pesos, debe costear su transporte, su catering, su personal, etc. Digamos que su concierto le va a salir por cinco milloncitos para que sea decente y el valor de las entradas en este país para un concierto de rock local está en promedio entre 20 y 25 mil pesos. ¿Cuentas? 250 entradas a 20 mil solamente para pagar los gastos. ¿Su banda puede comprometerse a eso? Hmmmm, creo que una o dos en el país.

Ahora, vayámonos a un festival en donde solamente colocar una tarima en un espacio puede costar 20 millones, los permisos unos cinco millones, el lugar otros 20 millones, una producción de entre 50 y 100 millones para un festival de mediano rango en donde el precio de la entrada está en promedio en 100 mil pesos ¿Cuentas? Necesitamos al menos mil personas pagando 100 mil pesos para esto ¿Su banda lo logra? Ahí es cuando hay que dejar de soñar y caer en la realidad.

Ok, estamos de acuerdo que un evento como el “Rocking 1.000” podría esforzarse un poco más y ofrecer a los músicos el transporte para sus instrumentos, el bodegaje seguro en el estadio y al menos una hidratación, es lo mínimo, pero este es un evento que funciona de la misma manera en todo el planeta y les prometo que en Suiza o Dinamarca quienes quieren participar no arman el mismo escándalo, que aunque justo, tal vez el pecado es querer incluir a nuestros países en espacios en donde todavía no estamos preparados para asistir. En este momento estoy inmerso en el proceso de Wacken Metal Battle en Alemania y créanme, son más de treinta países concursando y a pesar de todo esto aun le tengo fe a que la banda que vaya por nosotros pueda ganar. Pero las bandas acá lo primero que piensas es ¿Cómo me pago un viaje a Alemania? Pero no piensan en que primero deben ser mejores que 80 otras bandas de tres países y superar más de 16 eventos, porque la mentalidad pobre del latino va primero al dinero que a la música. Y eso nos saca de contexto en el mundo, eso nos aparta.

Si ha llegado hasta acá en la lectura lo felicito, usted es diferente a la mayoría de los colombianos, ahora sí podemos comenzar a proponer y analizar.

En resumen, el músico así como cualquier profesional debe comenzar su carrera autogestionándose y pagando algunas oportunidades, dentro de las cuales es común el pago de espacios en escenarios importantes en el país o el mundo, como festivales para ganar público, la inscripción a concursos, la inscripción de encuentros de la industria de la música, a conferencias, en el planeta muchas publicaciones o influencers cobran por publicar las noticias, es una infinidad de eslabones de la cadena que han funcionado así durante la existencia de la misma industria y que no va a cambiar porque así es la industria musical y es justo.

Así como cuando el músico ya es un producto que se reconoce y se vende, es quien coloca las condiciones, quien arma el equipo de trabajo y negocia como será su presentación.
Después de 15 años de hacer eventos en Colombia con músicos independientes creo que desde acá podemos dar algunos consejos, la mayoría los puede encontrar en el artículo: si usted es gestor, pero si usted es músico lo que podemos decir es que debe tener en consideración que tipo de producto es un usted. En un mundo en donde Internet reina, en donde si no cuenta con al menos un millón de vistas en un video, más de mil seguidores en YouTube, al menos un millón de escuchas mensuales, usted es prácticamente invisible para la industria ¿Qué le hace pensar que es una estrella?

Los requisitos en Colombia para hacer espectáculos públicos son agobiantes, mucho más en Bogotá, los casos de cobros abusivos son aberrantes y esto el músico no lo ve. Requisitos para eventos en vivo en Bogotá.

Se podría proponer que las pólizas de cumplimientos las pague el músico, si están tan decididos a que su banda es poderosa y llena estadios, pues unas pólizas no representarán mucho para ellos. Así se curan en salud todos y se asegura que el empresario pagará por lo requerido pero que si el evento falla por culpa del ego del músico entonces también se recuperará la inversión.

Así mismo queridos músicos (Y pilas, porque quien escribe esto ha sido músico mucho tiempo y tocado en casi todo el planeta sin un peso del estado) ustedes deben entender que cuando los promotores de un país comienzan a crear espacios para la música que no se ve y ustedes comienzan a atacarlos, insultarlos y degradarlos como sucede acá, pues la mayoría se retira y se larga como ha sucedido. Otros como nosotros seguimos peleando, pero ya cansados y la verdad los únicos que pierden son los músicos. Por que al final Rock al Parque no es suficiente ya para nadie y es lo único que acá respetan incluso sabiendo que es corrupto, ustedes tocan allá a la una de la tarde y no pasa ni pasará nada, y en una escena en donde la gente les tiene fastidio a los músicos por su soberbia y su ego no prospera nada.

¿Entonces que se les ocurre? ¿A que acuerdos podemos llegar? La verdad es difícil en un país en donde nadie puede comer, nadie puede vivir dignamente, en donde toca gastar más que en New York o Madrid, pero ganar como en Somalia, en donde la academia es “un cartón en la pared”, en donde la mayoría de bandas de rock son tributos viviendo de la música y los aplausos de otros y en donde no hay unión ni para compartir un bus hacia un festival.

Tal vez deban pensar que el problema real no es la industria de la música sino nuestra historia como colombianos, una historia de gente traqueta y mediocre, de “¿cómo voy yo?”, “Hecha la ley, hecha la trampa”, “El vivo vive del bobo y el bobo de la mama”, “A papaya puesta papaya partida” y toda una colección de doctrinas vacías que incluyen el “mi guitarra no es gratis el ensayo cuesta”, “Usted se está haciendo millonario con los músicos”, “Si no le gusta váyase” y un poco de pensamientos llenos de dogmas que han socavado a la sociedad en las estructuras más básicas de la misma que son la salud, la educación y la dignidad. El problema no es el rock parceros, el problema somos los colombianos.

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Informe de Gestión 2024 de la Fundación Subterránica: Liderazgo Cultural y Transformación del Ecosistema del Rock Latinoamericano

“Las palabras son solo el eco de lo que se hace. Los hechos son el lenguaje que el mundo entiende.”

– Lao Tse

“Lo que importa no son las palabras que salen de tu boca, sino las huellas que dejas con tus acciones.”

– Albert Einstein

“Hay demasiada gente que habla de lo que va a hacer, pero la grandeza está en aquellos que simplemente lo hacen.”

– Brené Brown

El presente informe de gestión correspondiente al año 2024 documenta los logros, iniciativas, y el impacto generado por la Fundación Subterránica en su misión de promover, difundir y fortalecer la cultura del rock y la música independiente en Colombia y América Latina. Con más de dos décadas de trayectoria, Subterránica se ha consolidado como una plataforma pionera y líder en el desarrollo del sector musical alternativo, transformando las dinámicas de creación, circulación y reconocimiento del talento emergente en la región.

Durante este año, la fundación ha logrado un avance significativo en múltiples frentes, que incluyen la producción de eventos de gran envergadura como la XVIII edición del Monster del Rock Colombia, la expansión del circuito Wacken Metal Battle Suramérica, y la realización de proyectos innovadores como el congreso Vortex y la segunda edición del Bogotá Metal Network. Estas iniciativas no solo consolidan el posicionamiento de Subterránica como un referente cultural, sino que también generan oportunidades concretas para artistas, gestores, y públicos de diversos países, fortaleciendo el ecosistema musical desde una perspectiva inclusiva y sostenible.

En el ámbito académico y literario, Subterránica también ha contribuido al enriquecimiento cultural mediante la publicación de obras literarias y el liderazgo de proyectos investigativos de alta relevancia. En 2024, la fundación celebró el lanzamiento de dos libros escritos por su fundador, Felipe Szarruk, que exploran la relación entre arte, sociedad y filosofía musical. Asimismo, la tesis doctoral Guitarras bajo fuego obtuvo el premio PhDay en la Universidad Complutense de Madrid, un reconocimiento que refleja el impacto intelectual y académico de la fundación en los debates contemporáneos sobre la gestión cultural.

En cuanto al fortalecimiento del patrimonio cultural, la fundación avanzó en el desarrollo del Museo del Rock Colombiano, formalizando su registro como entidad museal y organizando actividades académicas que promueven la reflexión y el reconocimiento de la historia del rock en el país. Este esfuerzo reafirma el compromiso de Subterránica con la preservación de la memoria colectiva de la música nacional y su papel como eje articulador entre las generaciones de artistas y aficionados.

Subterránica no solo ha sido un motor de transformación cultural en 2024, sino que también ha reafirmado su carácter autogestionado, independiente y crítico, enfrentando los retos estructurales que afectan al sector cultural. A través de alianzas estratégicas, una sólida estrategia digital y un enfoque ético, la fundación ha alcanzado una cobertura significativa en toda América Latina, beneficiando directamente a más de 360 bandas y movilizando a más de 1.500 músicos en actividades que van desde festivales hasta talleres formativos.

Este informe detalla con precisión los hitos alcanzados durante el año, respaldados por datos estadísticos y narrativas que evidencian la relevancia de Subterránica en el contexto regional e internacional. También se perfila el futuro de la fundación con proyectos visionarios que apuntan a continuar liderando el movimiento cultural independiente en el continente, reforzando su impacto en la construcción de una industria más equitativa y accesible para todos los actores del sector.

Conscientes de los desafíos, pero motivados por los logros obtenidos, presentamos este documento como un testimonio de la labor incansable de Subterránica y su equipo, así como una invitación a aliados y actores gubernamentales a unirse en el fortalecimiento de esta causa cultural que ya trasciende fronteras y generaciones.

Informe de Gestión 2024: Fundación La Rock Subterránica

1. Progresos Académicos y Tesis Doctoral

En 2024, Felipe Szarruk completó exitosamente todas las actividades académicas y de investigación de su doctorado en la Universidad Complutense de Madrid. La tesis titulada “Guitarras Bajo Fuego” fue galardonada con el premio PHDay 2024, destacándose por su enfoque innovador en la intersección entre la música, la cultura y los derechos humanos. Este reconocimiento subraya la relevancia cultural y académica del trabajo de Szarruk, que abordará en detalle la resiliencia de la música rock en contextos adversos. El proceso de escritura de la tesis para su depósito en 2025 ya está en marcha, sentando las bases para futuras publicaciones científicas.

2. Publicación de Libros

a. El Inodoro

Publicada en 2024, El Inodoro es una obra de sátira y crítica social que explora temas contemporáneos a través de una narrativa ágil y provocadora. Disponible en Amazon y para descarga gratuita en Google Drive, este libro ha sido destacado como una reflexión mordaz sobre las contradicciones de la modernidad. Los lectores han elogiado su estilo irreverente y su capacidad para abordar temas serios con humor y profundidad.

b. Del Ritual al Kaoz

Este libro, publicado por Bbar, es una compilación de ensayos y análisis sobre la evolución del rock y el metal en Colombia, marcando hitos de la música independiente en el país. Con un enfoque académico y testimonial, Szarruk detalla cómo estos géneros han influido en la cultura local y cómo enfrentan desafíos actuales. La obra está disponible en las principales librerías y ha sido objeto de presentaciones públicas, generando debates sobre la importancia de preservar la memoria musical.

3. Monster del Rock Colombia XVIII

La XVIII edición del Monster del Rock Colombia consolidó su posición como el circuito de circulación de rock independiente más grande y antiguo del país. Con la participación de más de 60 bandas de diversos géneros, el evento ofreció un espacio sin precedentes para el talento emergente y consagrado. La banda ganadora fue Guerreros del Metal, quienes destacaron por su puesta en escena y calidad musical, representando una de las más emocionantes ediciones del festival hasta la fecha. Este evento no solo es un espectáculo musical, sino un esfuerzo por preservar y promover la cultura del rock en Colombia.

4. Participación en Wacken Open Air

En 2024, la Fundación marcó un hito al asistir al Wacken Open Air en Alemania, el festival de metal más grande del mundo. La banda seleccionada como ganadora del Metal Battle Sudamérica representó dignamente a la región, alcanzando la quinta posición, una proeza destacable en su primera participación.

    Wacken TV: Felipe Szarruk fue invitado como panelista, fortaleciendo la presencia de la región en el ámbito académico.

    Oscar Garzón: Su rol como fotógrafo oficial del evento añadió un valioso componente visual a la representación de Suramérica.

Esta participación reafirmó la importancia de la gestión cultural para la internacionalización de la música regional.

5. Wacken Metal Battle Sudamérica 2025

La organización del Wacken Metal Battle Sudamérica se amplió significativamente, incluyendo ahora a Bolivia y Perú. Con más de 50 eventos realizados en cinco países y la participación de casi 300 bandas (170 de ellas en escena), se creó el circuito más grande de metal en el continente.

    Final en Riobamba, Ecuador: Los ganadores de cada país competirán en esta ciudad, marcando un hito para el metal sudamericano.

    Revista Digital: Se lanzó la primera edición de la revista digital Metal Battle Sudamérica, consolidando un espacio para la difusión de la escena metalera.

6. Bogotá Metal Network II

La segunda edición del Bogotá Metal Network reunió a bandas y agentes de la industria para fomentar el intercambio y la profesionalización. Este evento es una pieza clave para la consolidación de Bogotá como un epicentro del metal en Colombia, contribuyendo al fortalecimiento de redes de colaboración.

7. Mundialito del Rock Colombiano

Este innovador proyecto consistió en una encuesta masiva para la creación de públicos, finalizando con un concierto en vivo donde se reconocieron dos importantes bandas nacionales. Este evento subrayó la importancia de conectar a las audiencias con las bandas emergentes, fortaleciendo la escena local.

8. Reconocimientos a Felipe Szarruk

Felipe Szarruk fue homenajeado por su trayectoria de 30 años como gestor cultural, recibiendo dos importantes reconocimientos:

    Una ceremonia en su honor con la participación de artistas y medios.

    Un homenaje en La Media Torta durante la Celebración del Rock Colombiano.

Además, Tomas Fay le otorgó un reconocimiento especial por su labor en pro de la música y el periodismo.

9. Lanzamiento de Bbar Radio

En 2024, se lanzó Bbar Radio, una plataforma de radio online dedicada a la promoción del rock independiente. Con contenido variado y dinámico, esta iniciativa busca amplificar las voces de los artistas emergentes en Colombia y el continente.

10. Impacto Estadístico y Medios de Difusión

De acuerdo con encuestas realizadas por Subterránica, la plataforma:

    Benefició a más de 360 bandas y 1.500 músicos.

    Mantiene una fuerte comunidad, con un 76,6% de consumo en redes sociales y un 57,4% en eventos en vivo​

    Subterránica

    Es reconocida por su independencia y compromiso con la denuncia de problemáticas en la industria musical.

11. Gestión del Museo del Rock Colombiano

Logros 2024:

    Registro como entidad museal en SIMCO.

    Formalización como fundación independiente en la Cámara de Comercio.

    Realización de eventos académicos, como la charla con el artista Iván Chacón.

El museo continúa recolectando piezas valiosas para la preservación de la historia del rock colombiano.

“No hables de lo que vas a hacer. Hazlo, y deja que el mundo vea por sí mismo lo que eres capaz de hacer.”

– Franklin D. Roosevelt

“El que mucho habla y no hace, ha dicho ya lo suficiente para que se le ignore.”

– Mahatma Gandhi

“El hombre sabio no es el que más habla, sino el que más actúa. Las palabras se las lleva el viento; las acciones dejan huella.”

– Epicteto

Alcance e Impacto de Subterránica

Presencia Regional y Reconocimiento: Subterránica se ha consolidado como una plataforma clave para el desarrollo del rock independiente en América Latina, especialmente en Colombia y El Salvador. Con más de 20 años de trayectoria, sus iniciativas han fomentado la profesionalización del sector musical independiente.

Premios y Competencias: Los premios Subterránica, organizados anualmente, han reconocido el talento de más de 500 artistas independientes desde su creación. En 2024, categorías como mejor álbum, canción del año y artista nuevo resaltaron la diversidad y calidad de la escena. Bandas como “Lengua del Desierto” ganaron el circuito “Monster del Rock”, una de las competencias más importantes de la organización, que sigue atrayendo a talentos emergentes de toda la región.

Museo del Rock Colombiano: Subterránica lidera también el único Salón de la Fama del rock colombiano, en el cual se han inmortalizado artistas de la talla de Aterciopelados y La Pestilencia. Este esfuerzo resalta su compromiso con la memoria histórica y cultural del género.

Contribución a Festivales y Escenarios: Subterránica participa activamente en la difusión y gestión cultural del rock independiente. Sus colaboraciones con festivales internacionales han permitido que artistas locales tengan acceso a audiencias más amplias y oportunidades internacionales.

Diversificación y Apoyo a Nuevas Generaciones: Además de los premios, Subterránica organiza talleres, conferencias y foros que han beneficiado a cientos de músicos en aspectos como producción, promoción y distribución musical. Su enfoque integral promueve la sostenibilidad del sector independiente.

Estado del Arte en la Región

Industria Musical Independiente: A pesar de la competencia con grandes disqueras y entidades del gobierno, Subterránica ha demostrado ser un puente esencial entre el talento emergente y las plataformas de reconocimiento global. Ha liderado la transición hacia un modelo más inclusivo y descentralizado para la música independiente.

Innovación y Sostenibilidad: La plataforma integra nuevas tecnologías y estrategias digitales, como transmisiones en vivo y redes sociales, para mantener el alcance de sus actividades incluso frente a desafíos como la pandemia. Esto ha asegurado su relevancia y capacidad de adaptación.

Nuestro medios:

www.subterránica.com

www.museodelrockcolombiano.com

www.szarruk.com

www.amiccolombia.blogspot.com

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Colombia

Atención bandas: La Celebración del Rock Colombiano abre convocatoria para su edición 2025

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La Celebración del Rock Colombiano, fue uno de los eventos más importantes para la escena del rock y metal emergente en Colombia en 2024, ahora ha anunciado la apertura de inscripciones para su edición 2025. Este evento, que fue un gran éxito, continuará con su misión de fortalecer y visibilizar a las bandas emergentes del país.

La edición 2024 de La Celebración del Rock Colombiano se desarrolló en varias etapas que pusieron a prueba el talento y la preparación de las bandas participantes. Durante la etapa de inscripción, un total de 105 bandas enviaron sus postulaciones a través de un formulario online. Tres jurados expertos evaluaron cada propuesta tomando en cuenta factores como la calidad musical, la coherencia en el concepto, las actividades realizadas durante el último año y el manejo de redes sociales. De este proceso, se seleccionaron 32 bandas, que fueron divididas en dos fases de retos, tanto musicales como de business.

En la primera etapa, las 32 bandas participaron en una serie de desafíos, lo que permitió elegir a 16 proyectos para formar parte del acetato que se lanzará próximamente. Estos 16 semifinalistas avanzaron a la siguiente fase, que implicó retos aún más exigentes. Un jurado evaluó su desempeño en actividades y talleres relacionados con la industria musical, conversatorios y presentaciones en vivo. El evento culminó el 23 de noviembre en el escenario de La Media Torta en Bogotá, donde las 10 bandas finalistas se presentaron.

El gran triunfo de la edición 2024 fue para Rain of Fire, banda de Metal de Tuluá, y el segundo lugar para la banda Bogotána de Rock-Grunge Ennui. Ambas bandas recibirán importantes oportunidades de visibilidad y apoyo por parte de la organización.

Ahora, con la mirada puesta en el futuro, La Celebración del Rock Colombiano ha abierto las inscripciones para su edición 2025. El evento se llevará a cabo en Bogotá en el mes de abril, con nuevas oportunidades para las bandas emergentes. La convocatoria está abierta desde el pasado 27 de noviembre e irán hasta el 6 de diciembre, las bandas interesadas deberán completar un formulario de inscripción y realizar un pago de $80.000 a través de Nequi o Daviplata.

La edición 2025 continuará con un formato similar al de 2024, iniciando con una selección de 32 bandas que participarán en una serie de retos durante los primeros meses del año. De estas, se escogerán 16 semifinalistas que formarán parte del acetato de la edición y del documental “Rock y Metal Emergente: Una Historia que Contar”. Finalmente, 10 finalistas competirán en una presentación en vivo, donde se definirá al gran ganador, quien recibirá una serie de beneficios, como la grabación de un sencillo en el BUNKER Estudio, asesoría en manejo de redes sociales y participación en festivales nacionales.

La Celebración del Rock Colombiano sigue consolidándose como una plataforma clave para el impulso de la música independiente en Colombia, y su edición 2025 promete continuar con este importante legado.

Más información:

Inscripciones abiertas: 27 de noviembre a 6 de diciembre
Formulario de inscripción: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLScbnlSV1mIwU-FWhSfnGB7EOlGUaqasz5Eg7_xUskRf5_BLZg/viewform?pli=1
Pago: $80.000 a través de Nequi o Daviplata al número 3054743868

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Colombia

La cultura en Colombia: Una herramienta de control social que hay que detener.

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En Colombia, el Ministerio de Cultura se presenta como el guardián de la identidad nacional y la diversidad cultural, pero su enfoque selectivo y políticamente alineado plantea serias dudas sobre su propósito real. Mientras ciertas narrativas, como la memoria del conflicto armado o el museo afrocolombiano, son promovidas con fervor, otras manifestaciones culturales, igualmente valiosas, son ignoradas o atacadas. Esto no es una casualidad, sino un reflejo de cómo el aparato estatal utiliza la cultura para moldear la percepción pública y perpetuar relaciones de poder.

La promoción del museo afro en Colombia se celebra como un acto de justicia histórica con bombos y platillos, pero, esta misma lógica se aplicara de manera consistente, debería abrir espacio para otras representaciones culturales de la identidad colombiana. Pero no sucede así.
¿Por qué el Ministerio abraza ciertas narrativas mientras ignora otras? Porque la cultura no solo es un espacio de expresión; es también una herramienta de control. Siguiendo a Louis Althusser y su teoría de los aparatos ideológicos del Estado, el Ministerio de Cultura parece priorizar proyectos que refuercen las narrativas que le convienen al poder político y económico, en lugar de reflejar la diversidad real del país.

El poder quiere controlar todo y convertirlo en una disidencia controlada, rockeros sin dignidad que insultan al Estado desde una tarima pagada por el Estado, en donde el mismo Estado queda como héroe por dejar que la gente “se exprese”, es sencillamente ridículo.

Soy el creador del Museo del Rock Colombiano y quiero colocarlo como una iniciativa que surge desde la independencia cultural, sin necesidad de subsidios o aprobaciones estatales. Este proyecto demuestra que la cultura puede florecer sin las cadenas de la burocracia gubernamental. Sin embargo, lejos de ser promovido como un ejemplo de gestión autónoma, enfrenta ataques y desdén del propio Ministerio, de Idartes y de funcionarios públicos o contratistas.

Este rechazo no es casual. Una iniciativa cultural que no responde a los intereses del aparato estatal, que no se alinea con las narrativas de turno, es vista como una amenaza. No porque sea inadecuada, sino porque su existencia cuestiona la necesidad misma de un ministerio que actúa como árbitro cultural.

Háganse una pregunta, si se borra al Ministerio o a Idartes del panorama económico de los artistas ¿cómo almorzarían? Es interesante que pareciera que las artes en este país no pueden existir si no son financiadas por el Estado. El problema es que ellos te dan el dinero, pero también te dicen que hacer y como hacer, son artes sometidas, arrodilladas, débiles, sin contexto y al servicio de la ideología de turno.

Otro ejemplo claro es la inversión desproporcionada en la memoria del conflicto armado. Mientras es válido y necesario reconocer el impacto de la violencia en la sociedad colombiana, esta narrativa ha sido elevada por encima de otras historias igualmente significativas.
¿Por qué no hay un esfuerzo similar por preservar las historias de resistencia cultural, como el impacto de la música rock y otros movimientos independientes en la formación de identidad y protesta? Porque esas historias no refuerzan la narrativa oficial de victimización y dependencia del Estado.

Ven la cultura independiente como una amenaza, lo que subyace en estas decisiones es un temor a la autonomía cultural. Proyectos como nuestro museo o cualquier otra iniciativa cultural independiente cuestionan la necesidad del Ministerio como mediador de la cultura. Demuestran que la verdadera riqueza cultural surge de la pasión, el esfuerzo y la conexión directa con las comunidades, no de un presupuesto estatal, pero lo más interesante de esto es que los artistas con tal de no perder el mendrugo de pan que le tiran al piso, siempre se ponen de parte del que sostiene la bolsa de los billetes, regresamos a lo mismo, al hambre y a la dignidad, una que en Colombia sobra y otra que escasea.

El Ministerio de Cultura en Colombia o el Instituto Distrital de las Artes IDARTES, no son promotores de la diversidad cultural, sino gestores de narrativas convenientes para el poder político. Al priorizar ciertas expresiones mientras ignora o ataca otras, refuerzan un modelo de dependencia y control, limitando el potencial de una cultura verdaderamente libre y diversa.
Es hora de repensar el papel del Estado en la cultura. Los proyectos independientes demuestran que no necesitamos un Ministerio que decida qué historias contar. La riqueza cultural de Colombia no está en los subsidios ni en las políticas, sino en la creatividad y la resiliencia de sus artistas y gestores, quienes continúan construyendo desde la autonomía, sin miedo, sin hambre pero sobretodo con dignidad.

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