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Colombia

Pachamoro presenta ‘Sin Moralejas’, un EP satírico y visceral.

‘Sin Moralejas’ es un EP de folk alternativo que cuenta historias de la cotidianidad vividas por los colombianos en un 2022 que quedará para el olvido.

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Manny Pachamoro es un colombiano de crianza y peruano de apellido. Es un músico autodidacta, portador de pánico escénico y máximo hincha del chisme y el trago. Pachamoro es un romántico lleno de amores y odios platónicos, un bufón que no deja de aprender que todo en la vida es una sátira que carece de música. Se pone una máscara autóctona de Cuzco, Perú para honrar una cultura que vela por darse en la jeta y celebrarlo, como buen colombiano.
Su música se propone contar cuentos y hacer compañía. Todo el mundo merece tener un poco de banda sonora para sus vidas (la quieran o no) y Pachamoro apunta a traducir esas anécdotas y los sentimientos que acarrean a melodías que se puedan tararear.

“Cada canción tiene uno o varios mensajes para alguien o “alguienes”. Me gusta decir que estoy cantando acerca de chismes, pero lo irónico es que nada de lo que narro es secreto; a pesar de lo escandaloso que pueda ser el cuento, por lo general ya llevaba tiempo a la luz pública. El chisme, fugaz o devastador, siempre es sabroso y si no termina muriendo con el tiempo deja de ser chisme para hacer parte de la historia”, comenta el músico con influencias musicales de Molotov, Bersuit Vergabarat, Cuarteto de Nos, Muertos de Cristo, Tyler the Creator, Briela Ojeda, David Monsalve, Lucas Hill y todos esos narradores musicales que hablan verdades así sean inventadas y que pueden ser groseros, pero oportunos; que hacen ver por las orejas y enamoran.

‘Sin Moralejas’ es el EP debut de Pachamoro, un trabajo que cuenta historias de la cotidianidad vividas por los colombianos promedio en un 2022 que quedará para el olvido.
El EP parte de una base de folk alternativo: guitarra y voz. Gracias a la experticia de Antonio Urdaneta (músico, productor, fundador de banda Urdaneta) se logró incorporar elementos más pesados del rock, el punk, líneas de guitarra más técnicas y sabrosas, y percusiones sencillas, pero divertidas con botellas y ollas como es el caso de ‘Tuits’. El EP también tiene el aporte de ritmos compuestos por Luis Lizarralde (OhLaVille y La Sonora Mazuren) para canciones como ‘El Jammin’ y ‘Mamerto Fascista’.

“El 2022 fue un año de mierda. Se canceló el Jamming Festival, se murió Taylor Hawkins, el país vivió una división que solo se puede experimentar en unas elecciones presidenciales tan polarizadas como las últimas y Marbelle nunca se calló en Twitter. Todo este tumulto socio político lo resumo desde la perspectiva de un gordo acomodado que empezó a darse cuenta de lo que implica vivir en este país sin ser privilegiado. El mensaje es para mis colegas de clase acomodada: que nos dignemos a comer callados si se trata de depender de un sistema que jode a los más vulnerables para tenernos contentos”, menciona.

‘Sin Moralejas’ es un EP que aborda la corrupción que nos indigna, pero a la que ya estamos acostumbrados en ‘El Jammin’, la osadía de la clase farandulera criolla para de más y ponerse en pedestales morales en ‘No te vayas’, las secuelas sociales que dejó el uso del tapabocas después de la pandemia en ‘La normalidad’, el panorama ridículo que se vive en el Twitter nacional en ‘Tuits’, las falsas indignaciones en redes sociales con denuncias que terminan siendo entretenimiento fugaz y lo fácil que es olvidar a los verdaderamente afectados en el mundo afuera del celular en ‘Nos duele’ y un auto reclamo que resalta la ironía de las críticas a la indiferencia en ‘Mamerto Fascista’.

‘El Jammin’, sencillo promocional del EP ‘Sin Moralejas’, habla específicamente de la cancelación del Jamming Festival y las consecuencias para los afectados. También reúne pedazos de corrupción en Colombia como el caso de centros poblados, la ministra Abudinen y la falta de preparación de Susana Boreal para su cargo político. De igual manera narra el opio musical que trajo el Frailejón Ernesto Pérez y la campaña de masturbación de la Alcaldía de Medellín para mejorar el ánimo. La sátira en esta canción parece inventada, pero el país la escribió sola.

“Es un EP perfecto para escucharlo (discretamente) mientras va en Transmilenio a un trabajo de mierda. Mientras anda por la calle rodeado de peligros urbanos en potencia. Cuando se vea rodeado de noticias deprimentes y familiares adoctrinados. Es resistencia amena, cómoda, para risillas. Es para compartir con algunos si y otros no: por ejemplo, con Marbelle sí, pero con Carolina Sanín no porque me da miedo”, enfatiza Pachamoro

Pachamoro prepara el lanzamiento de su EP con un show en vivo para el segundo trimestre del año, de igual manera, se encuentra trabajando en un disco de 10 canciones que se titula ‘Por si me escucha tu mamá’ y en donde se sale de lo sociopolítico y trata temas nuevos con historias más amigables para una audiencia más amplia, pero sin dejar el sabrosísimo gusto por el chisme.

“La gente necesita verse en la música y, aunque me encantaría que estas canciones ayudaran a las poblaciones vulnerables que incluyo en mis letras, la verdad es que no les sirven para nada. Esto es entretenimiento salpicado de reflexión para que los cómodos por lo menos nos callemos la jeta y vivamos sin tener opiniones sobre cosas que ni nos imaginamos vivir. Si alguien puede aterrizarse como lo he hecho yo mientras compuse esto o si otra persona menos cómoda puede encontrar algo de catarsis con estas letras las canciones tendrán importancia”, concluye Pachamoro.

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¡La gran final Wacken Metal Battle Suramérica Región Norte se Desatará en La Media Torta en Bogotá!

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En un evento que hará temblar las estructuras y despertar a los amantes del metal en Suramérica, nos complace anunciar la primera gran final de Wacken Metal Battle Región Norte, que se llevará a cabo en Bogotá el próximo 2 de diciembre en el emblemático Teatro al Aire Libre La Media Torta.

La batalla se librará entre once bandas finalistas seleccionadas durante los Heats de un total de 220 inscritas en la primera edición del Metal Battle, un espectáculo que ha capturado la esencia del metal en Colombia, Ecuador y Venezuela. Desde Ecuador: Cherxor, Gualgura, Eblis Desperation e Imperio Negro. Desde Venezuela: A Raíz de Nuevas Causas, Hecatombe y Scape. Y por Colombia: INFO, Exequia, Syracusae y The Afterlight, bandas que se enfrentarán en el escenario en busca de consagrarse como los reyes indiscutibles del Metal en la región y representarnos en la gran final en Wacken Open Air en 2024 en Alemania.

Este evento es el resultado de una alianza estratégica entre Subterránica, la organizadora del Metal Battle en la región, y tres destacados promotores locales, quienes unen fuerzas en coproducción con el respaldo fundamental de la ciudad de Bogotá. Como un regalo para los apasionados seguidores del metal, el concierto será de acceso gratuito para todos los asistentes, las puertas se abren a las 11:00 AM y al medio día comienza la batalla final.
La potencia de este encuentro trasciende las fronteras, contando con el respaldo de las tres embajadas alemanas en la región. Además, la presencia de un representante directo de Wacken, que se desplazará desde Alemania, confirma la magnitud y el prestigio internacional que rodea este evento.

Los organizadores de Wacken Metal Battle Suramérica Región Norte esperan una jornada épica llena de riffs ensordecedores, baterías atronadoras y la energía inigualable que solo el Metal puede ofrecer. La competencia será feroz, pero solo una banda se alzará como la ganadora, listos para representar a la región en la final mundial de Wacken Metal Battle en Alemania.
No se pierdan este hito histórico en el Teatro al Aire Libre La Media Torta el 2 de diciembre, compartan la información, lleguen a apoyar a sus favoritos. ¡Prepárense para el choque de titanes en el corazón de Bogotá!

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Comunicado de prensa: Premios Subterránica anuncian cambios importantes para su edición número 16 en Colombia

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Los premios Subterránica, que llevan 21 años difundiendo y apoyando la cultura rock en Colombia, El Salvador y Los Estado Unidos, han anunciado cambios importantes para su edición número 16, que se realizará en el 2023. Los cambios buscan valorar la cercanía y el trabajo de quienes realmente les importa el desarrollo de la escena rockera y metalera en el país, que, según la organización, está fragmentada y no está trabajando por crecer sumergida en divisiones y otras características que hay que erradicar para mejorar.

Los premios Subterránica han reconocido a lo largo de su historia a más de 500 artistas, bandas, periodistas, gestores, productores y agentes del Rock y del Metal independiente en Latinoamérica, en diferentes categorías que abarcan desde el arte, la composición, la interpretación, la producción, la gestión, la prensa y la trayectoria. Además, han realizado homenajes especiales a los pioneros del rock colombiano, así como ediciones especializadas entre muchas a “mujeres en el rock”, “Música emergente” etc.

Sin embargo, la organización debido al estado actual de la escena ha decidido que para las próximas ediciones ya no habrá nominaciones, sino que se entregarán los premios bajo nuevos lineamientos, en los que se tendrá en cuenta no solo los logros musicales o profesionales, sino también el trabajo social, humanístico y la forma de ser como un agente constructor de las escenas del país, se elegirán por méritos y por calidad humana también. A partir de siguientes ediciones quienes quieran participar de la selección deberán manifestar su voluntad de hacerlo para ser considerados en los reconocimientos. Según Felipe Szarruk, director de Subterránica, “Es necesario regresar a las raíces de donde arrancamos hace más de 20 años para recuperar el amor y la pasión por el rock, la unión de las bandas y los agentes y trabajar en construir un nuevo nicho que sea fuerte y empático, como algunos de los clústeres que son exitosos en la música del planeta. Mientras esto no suceda, el rock seguirá siendo relegado a un segundo plano y cada vez irá perdiendo más notoriedad y espacio de lo que ha estado haciendo”.

Los premios Subterránica son independientes y se logran gracias al apoyo de las marcas que creen en el rock colombiano y que siempre han apoyado a Subterránica, pero sobre todo al apoyo de cientos de músicos y agentes el sector que valoran y aprecian este reconocimiento que es uno de los más importantes del continente y el único especializado en su tipo.

Los premios Subterránica son una oportunidad para celebrar la diversidad, la creatividad y la pasión del rock y del metal independiente en Colombia, y para reconocer el trabajo de quienes han dedicado su vida a este género musical. Los invitamos a estar atentos a las próximas noticias sobre los premios Subterránica 2023, que prometen ser una gran fiesta del rock nacional.

Para más información, pueden visitar la página web de Subterránica o seguir sus redes sociales.

Contacto: director@subterranica.com

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Rock al Parque 2023 ha triunfado en modo mainstream.

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El festival Rock al Parque es el evento musical gratuito más grande de Latinoamérica y se realiza anualmente en Bogotá desde 1995. En un principio su objetivo era promover la cultura rock y sus diversas expresiones así como generar espacios de convivencia, participación y diversidad, pero eso cambió hace mucho tiempo y en su edición número 28, realizada del 11 al 13 de noviembre de 2023, el festival ha generado una gran polémica por su programación, su público y su impacto en la escena local.

Por un lado, se ha destacado el éxito de convocatoria y asistencia del festival que según las fuentes oficiales convocó a aproximadamente 390.000 personas. El cartel ha contado con la presencia de 64 agrupaciones, entre invitados internacionales, nacionales y distritales, que ofrecieron una variedad de géneros y propuestas musicales de todas las formas, sabores y colores existentes en la actualidad. Entre los artistas más aplaudidos se encuentran Los Auténticos Decadentes, Julieta Venegas, In Flames, La Vida Boheme, Aterciopelados, Ana Curra y El Kanka.

Por otro lado se ha criticado el carácter comercial y masivo del festival que ha sacrificado la calidad y la identidad del rock colombiano por el afán de atraer a un público mayoritario y complaciente queriendo hacer frente a festivales comerciales como Estereo Picnic. Algunos medios de comunicación y opinadores han señalado que el festival ha perdido su esencia y su compromiso con la política cultural que lo originó que era la de apoyar y visibilizar el rock local y sus diversas manifestaciones y también se ha cuestionado la selección de las bandas distritales, que se ha basado más en criterios de popularidad que de calidad, dejando por fuera a muchas propuestas innovadoras y representativas de la escena actual. Las redes sociales están estalladas de comentarios en contra del festival y la perdida de su esencia rockera y también está llena de personas que lo apoyan por su nuevo carácter masivo y comercial ya que en Colombia asistir a conciertos no es barato y esta es la oportunidad perfecta, como todo en Colombia esta no es la excepción, el festival divide, pero como dicen la política y en la psicología: divide y vencerás o dividir para reinar.

Se ha debatido sobre el perfil y el comportamiento del público asistente que ha mostrado poco interés y respeto por algunas bandas, especialmente por las locales que en su mayoría tocan en escenarios casi vacíos ya que el público llega a ver las internacionales, pero más allá de esto se esconde algo peor, algo que la mayoría de personas no ven y es que el festival junto con medios aliados como La Revista Shock, Radiónica y los propios medios y redes de Idartes están tratando de lavar esa exclusión del género principal del festival, implantado ideas de triunfo, generando en el imaginario colectivo que sacar el rock de Rock al Parque es bueno y las personas en medio de su corto entendimiento en el tema caen en el juego y no se dan cuenta que todo se resume a lo mismo de siempre, la gran cantidad de dinero en juego.

Hay algo muy, pero muy peligroso acá que han usado grupos como los Nazis, la revolución en Cuba o los comunistas en la antigua Unión Soviética y se llama “propaganda”

El distrito de Bogotá, junto con sus medios aliados, manipulan la información para decir que el rock está fuera de moda y que Rock al Parque no debe tener rock sino otros estilos, y con eso contratan otro tipo de música y faltan a la esencia de la política cultural para la que fue creado y salen impunes con ese discurso. Esto se podría considerar como una estrategia de propaganda política, que busca influir en la opinión pública mediante mensajes emotivos y simples, que presentan una idea, una persona o una causa de forma favorable o desfavorable.
En este caso, la idea que se quiere promover es que el rock es un género musical anticuado, que no representa a la mayoría de la población, y que por lo tanto debe ser reemplazado por otros géneros más actuales y populares. La persona que se quiere favorecer es el que trabaja en el festival, trae bandas, el ecosistema que han armado ellos en Idartes, que se muestra como un gestor cultural innovador y moderno, que responde a las demandas y los gustos de la ciudadanía. La causa que se quiere defender es el cambio de formato y de programación del festival Rock al Parque, que se presenta como una decisión acertada y necesaria, que beneficia a todos los sectores y que garantiza la sostenibilidad y la calidad del evento y todo esto señores sencillamente no es real.

Para lograr este objetivo, el distrito de Bogotá y sus medios aliados utilizan varias técnicas de propaganda política, como la repetición, la simplificación, la exageración, la desinformación, el uso de símbolos, el apelar a las emociones, el crear un enemigo común, el generar un culto a la personalidad, etc. Por ejemplo, repiten constantemente el mensaje de que el rock está fuera de moda, simplifican la realidad del rock colombiano y sus diversas expresiones, exageran los beneficios y los logros del nuevo formato y de la nueva programación del festival, desinforman sobre el proceso de selección y de contratación de las bandas, usan símbolos como el logo del festival, el escenario, la camiseta, etc., para asociarlos con el cambio y con el progreso, apelan a las emociones de la gente, como la alegría, la sorpresa, la satisfacción, etc., para generar una conexión afectiva con el festival, crean un enemigo común, que son los críticos y los defensores del rock, a los que acusan de ser elitistas, conservadores, intolerantes, etc., y generan un culto a la personalidad del alcalde, al que presentan como el líder y el responsable del éxito y de la transformación del festival.

De esta manera, el distrito de Bogotá y sus medios aliados logran manipular la información y la opinión pública, para decir que el rock no funciona y que Rock al Parque no debe tener rock sino otros estilos, con eso contratan otro tipo de música y faltan a la esencia de la política cultural para la que fue creado y salen impunes con ese discurso como lo han hecho durante años y en donde año tras año han saqueado millones mientras el público los aplaude. Pero esta estrategia también tiene sus riesgos y sus limitaciones, ya que puede generar rechazo, resistencia y crítica por parte de algunos sectores de la población como ya se ha visto, ese gran grupo de la población que no se dejan engañar ni convencer por la propaganda política y que defienden el valor y la importancia del rock colombiano y de su festival más emblemático y que cada año es más creciente y se ven en todos lados críticas, solicitudes de cambio de nombre y piden respeto para el rock hecho en el país.

Rock al Parque 2023 ha sido un festival que ha generado opiniones encontradas, que evidencian las tensiones y los desafíos que enfrenta el rock colombiano en la actualidad. Por un lado, el festival ha demostrado su vigencia y su relevancia como un evento cultural de gran magnitud e impacto que ha logrado convocar a miles de personas y a artistas de renombre. Por otro lado, el festival ha evidenciado su crisis y su contradicción como un espacio de promoción y de reconocimiento del rock local, que ha cedido ante las presiones del mercado y del público masivo. El balance final dependerá de la perspectiva y la valoración de cada uno de los actores involucrados: organizadores, artistas, medios y público. Lo cierto es que Rock al Parque sigue siendo un referente y un escenario de debate para el rock colombiano, que requiere de una reflexión y una renovación constantes, pero como dicen en Colombia: “regalado hasta un puño” y este debate nunca se va a dar porque a los dueños del circo no les conviene.

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