Colombia
Informe de Gestión 2024 de la Fundación Subterránica: Liderazgo Cultural y Transformación del Ecosistema del Rock Latinoamericano
“Las palabras son solo el eco de lo que se hace. Los hechos son el lenguaje que el mundo entiende.”
– Lao Tse
“Lo que importa no son las palabras que salen de tu boca, sino las huellas que dejas con tus acciones.”
– Albert Einstein
“Hay demasiada gente que habla de lo que va a hacer, pero la grandeza está en aquellos que simplemente lo hacen.”
– Brené Brown
El presente informe de gestión correspondiente al año 2024 documenta los logros, iniciativas, y el impacto generado por la Fundación Subterránica en su misión de promover, difundir y fortalecer la cultura del rock y la música independiente en Colombia y América Latina. Con más de dos décadas de trayectoria, Subterránica se ha consolidado como una plataforma pionera y líder en el desarrollo del sector musical alternativo, transformando las dinámicas de creación, circulación y reconocimiento del talento emergente en la región.
Durante este año, la fundación ha logrado un avance significativo en múltiples frentes, que incluyen la producción de eventos de gran envergadura como la XVIII edición del Monster del Rock Colombia, la expansión del circuito Wacken Metal Battle Suramérica, y la realización de proyectos innovadores como el congreso Vortex y la segunda edición del Bogotá Metal Network. Estas iniciativas no solo consolidan el posicionamiento de Subterránica como un referente cultural, sino que también generan oportunidades concretas para artistas, gestores, y públicos de diversos países, fortaleciendo el ecosistema musical desde una perspectiva inclusiva y sostenible.
En el ámbito académico y literario, Subterránica también ha contribuido al enriquecimiento cultural mediante la publicación de obras literarias y el liderazgo de proyectos investigativos de alta relevancia. En 2024, la fundación celebró el lanzamiento de dos libros escritos por su fundador, Felipe Szarruk, que exploran la relación entre arte, sociedad y filosofía musical. Asimismo, la tesis doctoral Guitarras bajo fuego obtuvo el premio PhDay en la Universidad Complutense de Madrid, un reconocimiento que refleja el impacto intelectual y académico de la fundación en los debates contemporáneos sobre la gestión cultural.
En cuanto al fortalecimiento del patrimonio cultural, la fundación avanzó en el desarrollo del Museo del Rock Colombiano, formalizando su registro como entidad museal y organizando actividades académicas que promueven la reflexión y el reconocimiento de la historia del rock en el país. Este esfuerzo reafirma el compromiso de Subterránica con la preservación de la memoria colectiva de la música nacional y su papel como eje articulador entre las generaciones de artistas y aficionados.
Subterránica no solo ha sido un motor de transformación cultural en 2024, sino que también ha reafirmado su carácter autogestionado, independiente y crítico, enfrentando los retos estructurales que afectan al sector cultural. A través de alianzas estratégicas, una sólida estrategia digital y un enfoque ético, la fundación ha alcanzado una cobertura significativa en toda América Latina, beneficiando directamente a más de 360 bandas y movilizando a más de 1.500 músicos en actividades que van desde festivales hasta talleres formativos.
Este informe detalla con precisión los hitos alcanzados durante el año, respaldados por datos estadísticos y narrativas que evidencian la relevancia de Subterránica en el contexto regional e internacional. También se perfila el futuro de la fundación con proyectos visionarios que apuntan a continuar liderando el movimiento cultural independiente en el continente, reforzando su impacto en la construcción de una industria más equitativa y accesible para todos los actores del sector.
Conscientes de los desafíos, pero motivados por los logros obtenidos, presentamos este documento como un testimonio de la labor incansable de Subterránica y su equipo, así como una invitación a aliados y actores gubernamentales a unirse en el fortalecimiento de esta causa cultural que ya trasciende fronteras y generaciones.
Informe de Gestión 2024: Fundación La Rock Subterránica
1. Progresos Académicos y Tesis Doctoral
En 2024, Felipe Szarruk completó exitosamente todas las actividades académicas y de investigación de su doctorado en la Universidad Complutense de Madrid. La tesis titulada “Guitarras Bajo Fuego” fue galardonada con el premio PHDay 2024, destacándose por su enfoque innovador en la intersección entre la música, la cultura y los derechos humanos. Este reconocimiento subraya la relevancia cultural y académica del trabajo de Szarruk, que abordará en detalle la resiliencia de la música rock en contextos adversos. El proceso de escritura de la tesis para su depósito en 2025 ya está en marcha, sentando las bases para futuras publicaciones científicas.
2. Publicación de Libros
a. El Inodoro
Publicada en 2024, El Inodoro es una obra de sátira y crítica social que explora temas contemporáneos a través de una narrativa ágil y provocadora. Disponible en Amazon y para descarga gratuita en Google Drive, este libro ha sido destacado como una reflexión mordaz sobre las contradicciones de la modernidad. Los lectores han elogiado su estilo irreverente y su capacidad para abordar temas serios con humor y profundidad.
b. Del Ritual al Kaoz
Este libro, publicado por Bbar, es una compilación de ensayos y análisis sobre la evolución del rock y el metal en Colombia, marcando hitos de la música independiente en el país. Con un enfoque académico y testimonial, Szarruk detalla cómo estos géneros han influido en la cultura local y cómo enfrentan desafíos actuales. La obra está disponible en las principales librerías y ha sido objeto de presentaciones públicas, generando debates sobre la importancia de preservar la memoria musical.
3. Monster del Rock Colombia XVIII
La XVIII edición del Monster del Rock Colombia consolidó su posición como el circuito de circulación de rock independiente más grande y antiguo del país. Con la participación de más de 60 bandas de diversos géneros, el evento ofreció un espacio sin precedentes para el talento emergente y consagrado. La banda ganadora fue Guerreros del Metal, quienes destacaron por su puesta en escena y calidad musical, representando una de las más emocionantes ediciones del festival hasta la fecha. Este evento no solo es un espectáculo musical, sino un esfuerzo por preservar y promover la cultura del rock en Colombia.
4. Participación en Wacken Open Air
En 2024, la Fundación marcó un hito al asistir al Wacken Open Air en Alemania, el festival de metal más grande del mundo. La banda seleccionada como ganadora del Metal Battle Sudamérica representó dignamente a la región, alcanzando la quinta posición, una proeza destacable en su primera participación.
Wacken TV: Felipe Szarruk fue invitado como panelista, fortaleciendo la presencia de la región en el ámbito académico.
Oscar Garzón: Su rol como fotógrafo oficial del evento añadió un valioso componente visual a la representación de Suramérica.
Esta participación reafirmó la importancia de la gestión cultural para la internacionalización de la música regional.
5. Wacken Metal Battle Sudamérica 2025
La organización del Wacken Metal Battle Sudamérica se amplió significativamente, incluyendo ahora a Bolivia y Perú. Con más de 50 eventos realizados en cinco países y la participación de casi 300 bandas (170 de ellas en escena), se creó el circuito más grande de metal en el continente.
Final en Riobamba, Ecuador: Los ganadores de cada país competirán en esta ciudad, marcando un hito para el metal sudamericano.
Revista Digital: Se lanzó la primera edición de la revista digital Metal Battle Sudamérica, consolidando un espacio para la difusión de la escena metalera.
6. Bogotá Metal Network II
La segunda edición del Bogotá Metal Network reunió a bandas y agentes de la industria para fomentar el intercambio y la profesionalización. Este evento es una pieza clave para la consolidación de Bogotá como un epicentro del metal en Colombia, contribuyendo al fortalecimiento de redes de colaboración.
7. Mundialito del Rock Colombiano
Este innovador proyecto consistió en una encuesta masiva para la creación de públicos, finalizando con un concierto en vivo donde se reconocieron dos importantes bandas nacionales. Este evento subrayó la importancia de conectar a las audiencias con las bandas emergentes, fortaleciendo la escena local.
8. Reconocimientos a Felipe Szarruk
Felipe Szarruk fue homenajeado por su trayectoria de 30 años como gestor cultural, recibiendo dos importantes reconocimientos:
Una ceremonia en su honor con la participación de artistas y medios.
Un homenaje en La Media Torta durante la Celebración del Rock Colombiano.
Además, Tomas Fay le otorgó un reconocimiento especial por su labor en pro de la música y el periodismo.
9. Lanzamiento de Bbar Radio
En 2024, se lanzó Bbar Radio, una plataforma de radio online dedicada a la promoción del rock independiente. Con contenido variado y dinámico, esta iniciativa busca amplificar las voces de los artistas emergentes en Colombia y el continente.
10. Impacto Estadístico y Medios de Difusión
De acuerdo con encuestas realizadas por Subterránica, la plataforma:
Benefició a más de 360 bandas y 1.500 músicos.
Mantiene una fuerte comunidad, con un 76,6% de consumo en redes sociales y un 57,4% en eventos en vivo
Subterránica
Es reconocida por su independencia y compromiso con la denuncia de problemáticas en la industria musical.
11. Gestión del Museo del Rock Colombiano
Logros 2024:
Registro como entidad museal en SIMCO.
Formalización como fundación independiente en la Cámara de Comercio.
Realización de eventos académicos, como la charla con el artista Iván Chacón.
El museo continúa recolectando piezas valiosas para la preservación de la historia del rock colombiano.
“No hables de lo que vas a hacer. Hazlo, y deja que el mundo vea por sí mismo lo que eres capaz de hacer.”
– Franklin D. Roosevelt
“El que mucho habla y no hace, ha dicho ya lo suficiente para que se le ignore.”
– Mahatma Gandhi
“El hombre sabio no es el que más habla, sino el que más actúa. Las palabras se las lleva el viento; las acciones dejan huella.”
– Epicteto
Alcance e Impacto de Subterránica
Presencia Regional y Reconocimiento: Subterránica se ha consolidado como una plataforma clave para el desarrollo del rock independiente en América Latina, especialmente en Colombia y El Salvador. Con más de 20 años de trayectoria, sus iniciativas han fomentado la profesionalización del sector musical independiente.
Premios y Competencias: Los premios Subterránica, organizados anualmente, han reconocido el talento de más de 500 artistas independientes desde su creación. En 2024, categorías como mejor álbum, canción del año y artista nuevo resaltaron la diversidad y calidad de la escena. Bandas como “Lengua del Desierto” ganaron el circuito “Monster del Rock”, una de las competencias más importantes de la organización, que sigue atrayendo a talentos emergentes de toda la región.
Museo del Rock Colombiano: Subterránica lidera también el único Salón de la Fama del rock colombiano, en el cual se han inmortalizado artistas de la talla de Aterciopelados y La Pestilencia. Este esfuerzo resalta su compromiso con la memoria histórica y cultural del género.
Contribución a Festivales y Escenarios: Subterránica participa activamente en la difusión y gestión cultural del rock independiente. Sus colaboraciones con festivales internacionales han permitido que artistas locales tengan acceso a audiencias más amplias y oportunidades internacionales.
Diversificación y Apoyo a Nuevas Generaciones: Además de los premios, Subterránica organiza talleres, conferencias y foros que han beneficiado a cientos de músicos en aspectos como producción, promoción y distribución musical. Su enfoque integral promueve la sostenibilidad del sector independiente.
Estado del Arte en la Región
Industria Musical Independiente: A pesar de la competencia con grandes disqueras y entidades del gobierno, Subterránica ha demostrado ser un puente esencial entre el talento emergente y las plataformas de reconocimiento global. Ha liderado la transición hacia un modelo más inclusivo y descentralizado para la música independiente.
Innovación y Sostenibilidad: La plataforma integra nuevas tecnologías y estrategias digitales, como transmisiones en vivo y redes sociales, para mantener el alcance de sus actividades incluso frente a desafíos como la pandemia. Esto ha asegurado su relevancia y capacidad de adaptación.
Nuestro medios:
Colombia
Que el Estado sea mecenas, no censor: qué puede aprender Colombia del ingreso para artistas en Irlanda
Es hora de hacer una pregunta importante en Colombia en cuanto a las artes: ¿Qué papel debería jugar el Estado en la vida cultural? ¿Debe limitarse a regular y a repartir migajas, o puede convertirse en un mecenas decidido que permita a las prácticas creativas existir sin extorsiones burocráticas ni censuras veladas?
Irlanda ha dado en 2025 una respuesta radical y práctica a esta pregunta, el Estado financia la capacidad de crear. Tras un piloto iniciado en 2022, el programa Basic Income for the Arts (Ingreso Básico para las Artes) que pagó €325 semanales a 2.000 artistas y se proyecta como permanente a partir de 2026. Es decir: alrededor de €1.300–€1.500 mensuales garantizados, sin informes de resultados que exijan productividad inmediata, con efectos positivos reportados en salud mental, producción creativa y retención profesional en el sector cultural. Los primeros balances del piloto y las decisiones tomadas en Dublín muestran que una política pública que confía en la autonomía creativa puede dar retornos sociales medibles y, sobre todo, devolver dignidad al trabajo artístico.
Frente a ese experimento irlandés, la realidad colombiana aparece fragmentada y se han desarrollado instrumentos de política cultural, pero persiste una brecha entre los discursos y la práctica. Los diagnósticos internacionales muestran que la política cultural en Colombia ha avanzado en la creación de ecosistemas creativos y en la declaración de cultura como derecho, pero su financiación y su capacidad de descentralizar recursos siguen siendo limitadas frente a las necesidades reales de artistas, gestores y territorios. En paralelo, la articulación entre memoria, museos locales (como el Museo del Rock Colombiano) y los programas de reconocimiento que proponen medios independientes y plataformas ciudadanas constituyen prácticas resilientes frente a esa fragilidad estatal.
Este contraste obliga a repensar el imaginario que muchos tenemos sobre la relación Estado-cultura en América Latina. Cuando se habla de “dictadura cultural” en tono de crítica, a menudo se alude a dos riesgos distintos pero conectados: a) el riesgo autoritario, en el que el poder decide qué es arte válido y qué no, imponiendo censuras o líneas temáticas legitimadas por el aparato estatal; y b) el riesgo liberalizador, donde el Estado abandona la escena cultural a los vaivenes del mercado y a la precariedad de la condición creativa. La experiencia irlandesa ofrece una tercera vía: un Estado que actúa como mecenas en sentido moderno —financiando la posibilidad de crear sin dirigir el contenido— y, al mismo tiempo, protege la libertad de expresión y la diversidad. Esa es la lección que conviene mirar con atención.
¿Por qué copiar el modelo irlandés? Primero, porque un ingreso básico para artistas parte de una hipótesis empírica: la inestabilidad económica genera fuga de talentos, autocensura por necesidad y el abandono de proyectos a largo plazo. Al mitigar esa inestabilidad, se multiplican las condiciones para la experimentación, la investigación artística y la construcción de memorias locales. Segundo, porque el retorno no es meramente simbólico: los informes preliminares del piloto en Irlanda registran mejoras en el bienestar, en la producción y en la profesionalización, y apuntan a beneficios económicos indirectos —mayor consumo cultural, circuitos de exhibición más dinámicos, y mayor oferta pedagógica— que compensan la inversión pública. Tercero, porque el ejemplo de pequeñas iniciativas como Raíz y Convergencia demuestra que la articulación entre museos, medios independientes y administración local puede amplificar los efectos de una política pública sólida.
Pero ninguna traslación política es automática. A partir de la comparación entre Irlanda y el estado actual de la cultura en Colombia, proponemos un diagnóstico y una serie de propuestas concretas, viables y escalables para que el Estado colombiano deje de ser un simple regulador o, peor, un censor indirecto, y pase a ser un mecenas responsable.

Diagnóstico breve
- Financiación fragmentada y precaria. Los fondos existen en líneas dispersas como convocatorias, estímulos y subsidios, pero suelen ser inestables, condicionados y burocráticos. Eso excluye a muchos creadores que no tienen tiempo o recursos para competir permanentemente por subvenciones.
- Centralización y desigualdad territorial. Bogotá y algunas capitales concentran la mayor parte de la visibilidad y los recursos; el trabajo en regiones suele depender de iniciativas particulares y festivales puntuales.
- Déficit de políticas de ingreso estable para creadores. No hay un análogo real a programas tipo “basic income for artists” que garantice mínimos de subsistencia para producir con libertad.
- Gestión cultural y memoria resiliente. Actores privados y comunitarios (museos, medios como Subterránica, redes locales) han cubierto vacíos de la política pública, mostrando capacidad de archivo, reconocimiento y organización para mantener viva la memoria cultural.
La propuesta es un marco de política pública inspirado (y adaptado) al modelo irlandés - Lanzamiento de un piloto nacional de Ingreso Básico para la Cultura (IBC) — 2.000 beneficiarios (fase 1).
- • Monto orientativo: equivalente a una fracción razonable del salario mínimo local ajustado por regiones (por ejemplo, 1–1.5 SMMLV en ciudades principales, y 0.8–1 SMMLV en municipios). Alternativa: seguir el modelo irlandés y fijar un monto con impacto comparable al costo de vida local.
• Selección: combinación de criterios objetivos (trayectoria mínima, producción cultural demostrable) y cupos territoriales para garantizar diversidad regional. No debe ser una “subvención por proyecto”, sino un reconocimiento temporal que permita crear. - Evaluación independiente y horizonte de continuidad.
• El piloto debe contar con evaluación académica independiente (universidades, think tanks) y con indicadores de impacto: salud mental, volumen de creación, empleo cultural indirecto, actividad expositiva/concertística. La idea es evitar la politización del programa y asegurar su continuidad técnica. - Complementariedad con espacios de memoria y producción.
• Asociar el IBC con museos y medios locales para crear residencias, archivos y ciclos de formación. Las coproducciones como la que plantean algunas premiaciones podrían ser cofinanciadas por el programa como espacios de visibilidad para los beneficiarios. - Descentralización efectiva.
• Asignar cupos por departamentos y garantizar vocaciones territoriales (por ejemplo, bandas y gestores del Valle, del Eje Cafetero, de la Costa, del Pacífico). Evitar que el programa solo beneficie a quienes ya tienen redes en Bogotá. - Protección a la libertad de expresión y mecanismos anti-captura.
• Establecer cláusulas claras: la asignación del ingreso no debe implicar control de contenidos ni aprobación previa. Crear un consejo ciudadano-artístico plural que supervise transparencia y evite capturas políticas. La “lógica del mecenas” aquí se entiende como financiamiento público para la creación, no como tutela ideológica. - Sinergias con políticas culturales existentes.
• Integrar el IBC con convocatorias, compra pública de arte, programación cultural municipal y acuerdos con teatros y salas para presentar trabajos producidos por beneficiarios. Esto multiplica el retorno social y económico de la inversión. - Contraargumentos y riesgos — y cómo mitigarlos
- • “Se volverá una renta para ociosos”: la evidencia del piloto irlandés contradice esta afirmación; los beneficiarios usan la estabilidad para producir, formarse y participar en proyectos colaborativos. Es clave diseñar la evaluación para demostrar efectos positivos.
- • Politización del fondo: crear órganos independientes, plazos y transparencia pública de beneficiarios reduce la posibilidad de captura.
- • Costo fiscal: hay que dimensionarlo con realismo: un piloto con 2.000 beneficiarios es una inversión relativamente baja en términos presupuestales nacionales pero con alto impacto simbólico y práctico. Además, los beneficios indirectos (empleo cultural, consumo, turismo cultural) amortiguan el gasto. Informes preliminares del piloto irlandés señalan retornos sociales y económicos favorables por cada euro invertido.
- Mecenas democrático vs. “dictadura cultural”
- Llamar a una política pública “dictadura cultural” cuando lo que se reclama es la dirección autoritaria del contenido es válido como advertencia histórica; pero sería un error interpretar que la intervención estatal y la existencia de grandes programas de apoyo equivalen a censura. El reto es que el Estado colombiano deje de verse solo como juez y supervisor, y asuma el papel que le corresponde en una democracia robusta: el de garante de derechos culturales. Ser mecenas no significa mandar sobre el arte: significa pagar la posibilidad de que el arte exista con autonomía.
- Irlanda nos recuerda que el Estado puede, sin imponer visiones estéticas, invertir en la libertad creativa y cosechar efectos sociales que van mucho más allá del aplauso: desarrollo económico local, salud pública, educación y memoria colectiva. Copiar ese modelo, con las adaptaciones territoriales y políticas que exige Colombia, es una inversión de futuro; una forma de reconocer que la cultura no es un lujo sino un bien público que sostiene la democracia y nos enseña quiénes somos. Si queremos que la memoria del rock y de tantas otras músicas deje de depender solo de iniciativas heroicas y dispersas, es hora de exigir que el Estado se convierta en mecenas responsable y que la cultura sea tratada como política de Estado, no como anécdota.
- Fuentes principales consultadas
- • Cobertura sobre la permanencia del programa Basic Income for the Arts en Irlanda (informes y notas recientes): Business Insider; Smithsonian Magazine; ArtNews; Citizens Information.
- • Información y fichas sobre los Premios Subterránica y su rol en la escena del rock colombiano.
- • Diagnósticos y recomendaciones sobre políticas culturales en Colombia (OECD, UNESCO y análisis sobre financiamiento y descentralización).
Colombia
SAYCO sancionada nuevamente, Subterránica reivindicada otra vez: La corrupción que los músicos prefieren callar y aplaudir por un almuerzo.
Actualización 01/12/2025: Posteriormente a la publicación original, un juez ordenó a la SIC retirar de sus propios canales la información relacionada con esta sanción, mientras se resuelven recursos en trámite. Esta orden aplica únicamente a la SIC y no obliga a terceros ni medios que replicaron la noticia, por lo que este contenido se mantiene publicado como registro informativo y de interés público.
Otra vez, después de décadas, los titulares anuncian lo que llevamos años diciendo, SAYCO de nuevo ha sido sancionada, sus directivos multados, el país “sorprendido” porque una entidad que se dice defensora de los autores en realidad los usa como excusa para seguir cobrando y enriqueciéndose. Y claro, ahí salen los comunicados, las frases de indignación, las promesas de cambio. Pero los músicos siguen callados, siguen firmando, siguen creyendo que “esta vez sí”, el músico colombiano es en su mayoría un muerto de hambre que calla la corrupción porque no tiene como más comer.
La sanción a SAYCO, una multa por aproximadamente $5.300 millones de pesos impuesta por la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), confirma lo que desde hace años denunciamos, impedir que autores gestionen individualmente sus derechos, clasificar a los afiliados como “titulares administrativos”, cobrarles un 10 % adicional y obligarlos a ceder todas las vías de comunicación pública para estar representados por el monopolio colectivo.
Pero no es la primera vez que pasa, son años de corrupción y deshonestidad, en 2018 la SIC la multó por $1.378 millones por abuso de posición dominante y violación de la libre competencia. En 2012 la Dirección Nacional de Derechos de Autor suspendió su personería jurídica y le impuso la multa máxima de 50 salarios mínimos legales vigentes (equivalente entonces a unos 28 millones de pesos) por «inoperancia de sus órganos de dirección, falta de transparencia, incumplimiento de deberes estatutarios». Y a los colombianos y sobretodo a los músicos les vale cinco… para ellos está el “cállese” porque nos vetan.
La historia de SAYCO es la historia de un monopolio consentido por el Estado y sostenido por el silencio de los músicos. Desde los años noventa hasta hoy ha sido denunciada por prácticas anticompetitivas, por retener dineros, por excluir a autores que no se someten al régimen interno. A lo largo de los años, las mismas familias, los mismos apellidos y los mismos métodos se repiten: estatutos que se reforman para perpetuar a los directivos, asambleas cerradas, informes maquillados. SAYCO se ha convertido en un modelo perfecto de lo que es la “gestión colectiva” en Colombia, un castillo de papel donde la ley sirve solo para proteger a los que ya están dentro, la justicia tambien es cómplice, así como es cómplice de los malos manejos de las EPS, de los abusos de los bancos y de todo lo que represente ganar dinero deshonesto sobre los derechos de los ciudadanos.
Cada vez que una sanción sale a la luz, los titulares hablan de “nuevo escándalo” como si fuera sorpresa. No lo es. Subterránica lo gritó una y otra vez, las sanciones son solo parches, ¿De dónde creen que sale el dinero para las sanciones? Usen la cabeza, las multas se pagan con la misma plata que recaudan de los artistas. Ninguna de estas sanciones ha significado una verdadera intervención ni un cambio estructural. Los millones que les quita la SIC los recuperan en cuestión de meses, porque el Estado nunca crea una alternativa real para los autores independientes. Y mientras tanto, la prensa cultural finge objetividad, los artistas institucionales se callan para no perder contratos y el público ni siquiera sabe cómo funciona el sistema que paga cada vez que suena una canción en un bar.


SAYCO, IDARTES y todo el aparato cultural estatal son piezas de la misma maquinaria burocrática que sofoca el arte en Colombia. La corrupción en el sector musical no se esconde, se exhibe con descaro, los mismos nombres en todas las convocatorias, los mismos jurados que se evalúan entre sí, los mismos gestores que se autodenominan “cultura”. Y cuando alguien levanta la voz, lo llaman a uno conflictivo. Pero no es conflicto, es dignidad. Y aunque el país entero parezca tolerar el robo sistemático de la cultura, Subterránica sigue en pie, con los mismos argumentos y la misma convicción, la de denunciar aunque nadie escuche, escribir aunque no cambie nada, sostener el espejo frente al monstruo hasta que al menos por un instante, se vea reflejado.
Subterránica lleva más de veinte años repitiendo lo mismo. Denunciando, investigando, poniendo nombres, mostrando documentos. Cuando dijimos que SAYCO actuaba como una mafia organizada, que el IDARTES protege burócratas y no artistas, que las entidades culturales son feudos de amigotes, nos llamaron resentidos, locos, conflictivos. Y sin embargo, aquí está otra vez la prueba, una multa millonaria por impedir a los autores gestionar sus propias obras, por condicionar sus contratos, por cobrar tarifas indebidas. No lo dice Subterránica; lo dice la Superintendencia de Industria y Comercio.
Pero nada cambia. Nada cambia porque en Colombia la corrupción no se castiga, se normaliza. Se vuelve parte del paisaje. Los músicos lo saben y callan, y al callar se vuelven cómplices. Ese es el círculo perfecto: los corruptos actúan, los jueces absuelven, los artistas callan, el público olvida. ¿Cuántas veces esta entidad corrupta ha sido multada y sancionada? ¿Cuántas veces la procuraduría tiene que demostrar la corrupción en otras instituciones que gestionan las artes en el Estado? Lo que se puede llegar a concluir es que tal vez o los colombianos somos estúpidos o que sencillamente no importa.
No hay inocentes en esta cadena… el que firma sin leer, el que paga sin preguntar, el que asiste a los mismos eventos estatales sabiendo que son vitrinas de favores políticos, todos son parte del engranaje. Aquí nadie quiere hacerse enemigo de nadie, y por eso todos terminan siendo socios de la impunidad.
Y los que insistimos en hablar nos volvemos los parias, pero preferimos eso antes que vivir arrodillados ante un sistema que prostituyó el arte. El Estado sigue alimentando las mismas vacas sagradas; las secretarías de cultura, IDARTES, las convocatorias amañadas, los jurados repetidos, los artistas institucionalizados que se reparten el presupuesto público como si fuera botín de guerra. Y cada tanto, cuando alguna sanción se hace pública, los medios anuncian que “ahora sí se hará justicia”. No, no se hará. No mientras sigamos creyendo que un comunicado es justicia. Y es que hay que repetirlo cien veces porque pareciera que no entendieran, el problema no es Sayco, no es Idartes, no son sus alidos sino los corruptos que trabajan ahí. La verdad no es difícil de entender, hasta un niño lo comprende.
La multa a SAYCO no es una victoria para nadie; es otra migaja, un teatro más en este país que premia al corrupto y castiga al que incomoda. Los músicos seguirán cobrando regalías miserables mientras los directivos se reparten millones. Seguirán viendo cómo sus obras son administradas por gente que no compone ni canta, pero cobra como si lo hiciera. Y seguirán tragando entero, porque aquí el que denuncia se queda sin contratos, sin toques, sin apoyo, sin “redes”.
Subterránica lo advirtió mil veces, el problema no es solo SAYCO, es la estructura cultural completa. Un país que tolera la corrupción en la música es el mismo que la tolera en la política, en la justicia, en la educación. Lo mismo disfrazado de gestión cultural.
Y sí, hemos tenido razón desde el principio y siempre la vamos a tener así a los mercenarios de las artes que le dan regalos de Navidad a sus hijos con dinero robado se ofendan. Pero tener razón en Colombia no sirve de nada. Aquí la verdad no cambia las cosas, solo las confirma.
Colombia
Cheyne Stokes Experience se sumerge en la introspección con Perfect Days, el nuevo capítulo de The Empress
El universo de Cheyne Stokes Experience vuelve a expandirse con Perfect Days, una pieza instrumental e introspectiva que abre las puertas de The Empress, su segundo larga duración, ya disponible en Bandcamp. La banda bogotana, conocida por su enfoque conceptual y su capacidad para unir lo etéreo con lo brutal, presenta esta composición como un preludio emocional a un disco que se adentra en las profundidades de la existencia, los duelos y la energía femenina que habita en cada ser.
Grabado en El Bunker Studios durante agosto y septiembre de 2024, el álbum contó con la producción y arreglos de Nicolás Sadovnik (Tras las Púas, Los Carrangomelos), quien acompañó a la banda en un proceso de creación meticuloso, extendido entre jornadas de pre y postproducción que dieron forma a una obra cargada de fuerza, sensibilidad y ambición. Las influencias son claras —Alcest, Opeth, Soen, Mastodon, Gojira o The Ocean Collective—, pero lo que emerge de The Empress es una identidad absolutamente propia, un sonido que se construye desde la emoción y el pensamiento, más que desde la simple técnica.

En esta nueva entrega, la emperadora —esa figura enigmática que ya había aparecido en The Labyrinth of E²— revela su rostro como una encarnación simbólica de la muerte, la transformación y el cuestionamiento interior. Cada video y cada tema se articulan como capítulos de un relato introspectivo donde los protagonistas enfrentan su propia finitud, sus vacíos y la búsqueda de significado en un mundo hostil. Perfect Days es el sexto episodio de esta historia audiovisual, y también su punto de inflexión: un tema sin palabras, donde la música es la única voz posible ante la reflexión más profunda de todas —¿qué es realmente un día perfecto y vale la pena seguir viviendo por él?—.
The Empress amplía además el espectro emocional del grupo incluyendo reinterpretaciones de Pagan Poetry de Björk y Artemis de Aurora, piezas que en manos de Cheyne Stokes Experience se convierten en un manifiesto sonoro sobre la vulnerabilidad y la ferocidad de lo femenino. Este enfoque artístico se complementa con la visión visual del ilustrador Void Espíritu (Daniel Esteban Gómez), quien una vez más plasma en la portada del disco su estilo críptico y espiritual, explorando la brutalidad y la belleza que coexisten en la muerte y el duelo.

El álbum completo está disponible de manera exclusiva en Bandcamp, mientras que su lanzamiento físico y digital oficial se celebrará el próximo 29 de noviembre en B Bar, Bogotá, junto a Ashes, Mauna y el DJ Alcapone, en una noche dedicada al metal progresivo, la melancolía y el poder creativo.
Con Perfect Days, Cheyne Stokes Experience reafirma su lugar dentro del metal alternativo colombiano como una de las propuestas más profundas, conceptuales y arriesgadas de la escena. En un panorama donde el ruido suele imponerse sobre el sentido, la banda invita a detenerse, mirar hacia adentro y, aunque duela, descubrir la luz que habita en nuestras sombras.
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