Festivales e Industria
La gran importancia de los géneros en la música popular y la necesidad vital de seriedad en el conocimiento y el periodismo cultural.
La era de la posverdad es increíble, se han materializado de manera casi literal las distopias de libros que daban miedo como “1984” o “Un Mundo Perfecto”, nos acercamos cada día más a que películas como Idiocracia sean una realidad, sencillamente la información ha entrado a ser parte de las guerras culturales y la proliferación de medios para que cualquiera publique nos está llevando a una confusión tal que ya es difícil saber qué es y qué no es cierto. Hay personas que han creado sus micromundos a su forma, su gusto y no solo los defienden a muerte basados en el empirismo y la fe como si de una religión se tratase, sino que al igual que el fanatismo religioso, la ignorancia se está convirtiendo en un cáncer que no se puede combatir porque en el tiempo de “los ofendidos” toca callarse para no molestar a nadie. Sucede en todas las áreas del conocimiento y obviamente de una manera más pronunciada sucede en las artes.
La Relevancia Permanente de los Géneros Musicales en un Mundo en Evolución se mantiene de manera importante, pero preocupa mucho la proliferación de las voces sin formación ni conocimientos, que amparados en las redes sociales ahora pueden publicar cualquier cosa que se les venga a la cabeza o que pensaron en una noche de mal sueño e incluso fundamentarla con citas extraídas de ChatGPT para darle un toque de seriedad a un capricho a una distorsión subjetiva de la realidad.
La cuestión de si los géneros musicales siguen siendo relevantes en la era contemporánea ha levantado debates histéricos, algunos argumentan que los géneros han perdido su importancia, citando la fluidez y la evasión de etiquetas por parte de los artistas, así como los cambios en la forma en que consumimos y representamos la música, pero tengo que invitarlos a analizar esta perspectiva desde una óptica más amplia, reconociendo que los géneros musicales mantienen una influencia profunda en la forma en que percibimos, consumimos y nos relacionamos con la música, lo que busco con este artículo es explorar la continua relevancia y evolución de los géneros musicales en un mundo en constante cambio basado en el conocimiento acumulado por siglos sobre la teoría y la estructura no solo musical sino social de los géneros para defender el conocimiento, no mío, sino el universal de la música que está siendo manipulado por discursos absurdos por personas que están dentro de la generación del todo vale y el nada importa y que ya alcanzaron la edad para comenzar a publicar y a influir en la sociedad y lo están haciendo en algunos casos de maneras funestas en medios que alguna vez fueron importantes para la música popular como la revista “Shock” o la “Rolling Stone” y que ahora esgrimen banderas de ignorancia las cuales quieren hacer pasar como ensayos casi académicos.
En apariencia, los géneros musicales son categorías que ordenan y establecen fronteras entre estilos musicales en función de elementos compartidos, como la instrumentación, el tempo o la temática lírica… a lo largo de la historia, la industria fonográfica ha utilizado los géneros para segmentar a los consumidores y representar a diversas comunidades sociales, desde sus primeros días los géneros no solo han definido la sonoridad de la música, sino que también han encapsulado identidades y representaciones culturales, oh palabras que deben sonar anticuadas y odiosas para muchos hoy en día de lenguaje tan fácil.
Los géneros musicales no solo se refieren a elementos formales; también encapsulan históricamente la representación de grupos sociales y comunidades, durante décadas han sido utilizados para hablar de identidades y representaciones culturales, por ejemplo, el surgimiento de géneros como el country y el R&B en la década de 1920 no solo se centró en la sonoridad, sino también en la segmentación de comunidades de consumidores, marcando un inicio temprano en la conexión entre género musical e identidad social.
La llegada de artistas icónicos como Madonna en los años 80 marcaron un cambio fundamental en la percepción de los géneros musicales. Madonna capitalizó la conexión entre la imagen del artista y su música, redefiniendo la relación entre los músicos y sus audiencias. Su capacidad para jugar con los ritmos del momento y al mismo tiempo proporcionar una representación poderosa habló a comunidades con gustos individuales, otorgándoles la ilusión de ser representados.
A pesar de la amalgama de géneros musicales y las colaboraciones entre artistas de diferentes orígenes, los géneros siguen siendo relevantes. La experimentación y fusión de estilos demuestran la versatilidad de los músicos para crear nuevas expresiones artísticas. Estos cruces de géneros aún ocurren dentro de un marco de clasificación, donde se presentan como híbridos o fusiones, subrayando que los géneros siguen siendo esenciales para la organización y comprensión de la música.
La noción o mejor “la ilusión” de un consumo postgénero no implica la desaparición de los mismo, sino una adaptación y expansión de las formas en que los consumidores se relacionan con la música. La atención a la identidad de género, lo queer y la autenticidad de los artistas señala que los consumidores buscan verse validados en los artistas y en sus discursos, la relación entre el artista y la audiencia ha evolucionado, permitiendo una mayor identificación y participación de la audiencia en la creación de su propia identidad a través de la música.
Para comprender la relevancia de los géneros musicales, es fundamental analizar cómo se han desarrollado a lo largo del tiempo, no son entidades estáticas; están en constante evolución y cambio, adaptándose a nuevas influencias, tecnologías y culturas. De acuerdo con Negus (1999), los géneros son “formas específicas de práctica musical asociadas con ciertos tipos de actividades de producción, audiencias y contextos tecnológicos”. Esto resalta la interconexión entre la música y su contexto sociocultural.
La dinámica de los géneros musicales radica en su capacidad para representar y conectar a las personas. Por ejemplo, en el libro “La Música de las Sociedades Humanas” de Nettl (2005), se argumenta que los géneros musicales son esenciales para la identificación y cohesión de una comunidad. Estos géneros no solo establecen una estructura musical, sino que también definen subculturas y comportamientos asociados. Por tanto, los géneros no solo se limitan a la música en sí, sino que también abarcan valores, tradiciones y modos de vida.
También juegan un papel vital en la construcción y expresión de la identidad cultural. Según Bennett (2000), la música es “una forma en que las personas piensan sobre su lugar en el mundo y sobre sus relaciones sociales”, los géneros musicales se convierten en una herramienta mediante la cual las personas pueden identificarse con ciertos grupos sociales, valores y tradiciones culturales.
Esta identificación cultural se ha consolidado a lo largo de la historia, dando lugar a la formación de subculturas y movimientos sociales. Por ejemplo, el surgimiento del punk en la década de 1970 no solo representó un estilo musical, sino que también simbolizó un movimiento contracultural y una forma de rebelión. Así, los géneros no solo proporcionan etiquetas para la música, sino que también transmiten significados culturales y sociales más amplios.
En la industria y las políticas culturales también actúan como herramientas que facilitan el consumo y la representación de la música, los consumidores a menudo utilizan los géneros como guías para elegir la música que desean escuchar. Según DeNora (2000), la clasificación de la música en géneros permite a los oyentes establecer expectativas sobre la música antes de escucharla, lo que influye en sus elecciones de consumo, además, los artistas utilizan los géneros como una forma de representación, algunos pueden elegir trabajar dentro de un género específico para comunicar una identidad artística y conectarse con una audiencia particular. Por ejemplo, en su estudio sobre la música popular, Frith (2002) argumenta que los géneros permiten que la música tenga significado en términos de las personas que la hacen y las personas que la escuchan.
Sin discusión, para los músicos, para los estudiosos y amantes de la música y para lo que no los eliminan para robar y manipular de las políticas públicas, los géneros musicales siguen siendo relevantes en la era contemporánea debido a su capacidad para organizar, representar y conectar a las personas en un mundo en constante evolución. A pesar de la aparente fluidez y evasión de etiquetas por parte de los artistas, los géneros continúan siendo herramientas esenciales para comprender y experimentar la música. Su dinámica, su influencia en la identidad cultural y su función en el consumo y la representación de la música respaldan su importancia duradera. En última instancia, los géneros musicales siguen siendo una parte integral de nuestra experiencia musical y cultural y solo dejan de ser importantes para aquellos a los que nos les conviene que existan, por ejemplo para los periodistas de revistas que una vez fueron de rock pero hoy necesitan vender nuevamente, o para los curadores de festivales echados a menos que tienen que justificar la contratación de otros géneros para saquear el erario, o para aquellos “maestros del conocimientos” que adquirieron todo lo que saben en la vida de Dragon Ball y creen que el universo se mueve con esa filosofía. Es como la “titulitis” que le da a Colombia cada vez que se dan cuenta que los guerrilleros todos estudiaron maestrías y doctorados en el exterior mientras que los prominentes gobernantes a duras penas pasaron la primaria. Los géneros no existen para quien no les conviene que existan, así de simple y de sencillo, pero con esa creencia no van a borrar cientos de años de conocimiento acumulado en la música y la musicología.
¿Y cuál es el peligro para los festivales de música y otras actividades?
En la era contemporánea, los festivales de música han alcanzado una popularidad sin precedentes, convirtiéndose en uno de los principales medios de consumo musical. Estos eventos, que reúnen a miles de entusiastas de la música, a menudo se centran en géneros dominantes como la música electrónica, lo urbano y el pop, pero es posible que este enfoque pueda tener un efecto perjudicial en la riqueza y diversidad de la música, ya que puede llevar a una homogeneización de estilos y géneros.
¿Qué quiere decir esto? Que los organizadores, a menudo impulsados por motivaciones comerciales, tienden a favorecer artistas que se ajustan a ciertos géneros de mayor demanda y rentabilidad y esto puede crear un entorno en el que ciertos estilos y géneros musicales prevalezcan sobre otros, disminuyendo así la variedad y la riqueza que la música puede ofrecer y llevándose por delante incluso identidades como el caso de Rock al Parque en Colombia o el Festival de Jazz de Montreal en Canadá por decir algunos nombres.
Smith y Strand (2018) argumentan que la homogeneización de la música puede resultar en la pérdida de identidad y creatividad artística, al favorecer ciertos géneros, los festivales pueden limitar las oportunidades para músicos menos convencionales y emergentes, restringiendo así la diversidad musical que enriquece la cultura y la sociedad en general.
Los géneros musicales son fundamentales para comprender y apreciar la amplia gama de expresiones musicales disponibles, cada género lleva consigo su propia historia, contexto cultural y características distintivas, no solo definen la música, sino que también reflejan las identidades, las narrativas y las experiencias de diferentes comunidades.
En su estudio sobre géneros musicales, Martin (2019) destaca que cada género tiene su propia audiencia y propósito cultural, la diversidad de ellos permite a los oyentes encontrar conexiones significativas con la música y proporciona una plataforma para la expresión individual y colectiva. Se puede explicar de la siguiente manera, si lo que se quiere es crear festivales que tengan inclusión y variedad, en este sentido, Connell (2020) sugiere que es fundamental que los festivales mantengan una diversidad de géneros musicales para garantizar que representen adecuadamente la multiplicidad de expresiones culturales y artísticas que existen en la sociedad, pero si es un festival especializado que se ha creado para fomentar el desarrollo de un solo género como Rock al Parque entonces hay que respetar las jerarquías de los mismos y la coherencia. De lo contrario es mejor cambiar el nombre y la finalidad del festival o del espacio, no se puede tener un ministerio para la comunidad afro y que su ministro sea un rubio nórdico porque no los representa, tampoco se puede tener un Rock al Parque sonando cumbia o un Festival de Jazz de Montreal sonando reguetón por que la población específica es la que se ve afectada. En estos efectos es mejor una nueva denominación y objetivos.
¿Y los expertos que están publicando artículos en las revistas y portales?
En la era digital, cualquiera puede convertirse en “crítico musical” o “periodista” sin necesidad de una formación académica específica o de un conocimiento profundo en el área. Esto ha llevado a la proliferación de voces que emiten juicios y opiniones sobre música y otras formas de arte sin el respaldo de una metodología rigurosa o una base teórica sólida.
Schudson (2005) plantea que la tecnología moderna ha impulsado esta proliferación, facilitando la creación y distribución de contenido, lo que ha llevado a una disminución en las barreras para la entrada en la industria periodística y artística. Si bien la democratización de la expresión es valiosa, también ha generado una proliferación de opiniones y críticas basadas en subjetividad y experiencia personal, sin el respaldo de un análisis académico riguroso.
Uno de los campos más vulnerables a esta falta de rigor académico es la crítica musical. La música es una forma de arte profundamente subjetiva y, por lo tanto, es susceptible a opiniones personales que pueden no estar respaldadas por conocimientos musicales sólidos. En Colombia, con su rica diversidad musical, la crítica musical sin fundamento académico puede distorsionar la percepción de ciertos estilos, artistas o movimientos musicales.
En su análisis sobre la crítica musical, Moore (2014) destaca que la crítica debe ser informada y fundamentada en conocimientos especializados para contribuir de manera significativa al diálogo cultural. La falta de rigor académico en la crítica musical puede generar percepciones erróneas y estereotipadas sobre ciertos géneros, desviando la atención de propuestas artísticas valiosas y diversas.
Es interesante notar que, en campos como la medicina o el derecho, la publicación de contenido sin el respaldo de una formación académica sólida es considerada inaceptable. La comunidad reconoce la necesidad de un conocimiento profundo y una formación específica para abordar temas relacionados con la salud o la justicia.
En medicina, por ejemplo, la práctica no autorizada o la emisión de diagnósticos sin la capacitación adecuada están penadas y son vistas como una amenaza para la salud pública. Este contraste destaca la falta de regulaciones y la necesidad de educación sobre la importancia del rigor académico en la crítica y opinión sobre las artes.
La facilidad con la que se puede acceder y publicar contenido en la era digital en Colombia ha generado un panorama en el que cualquiera puede expresar opiniones sobre música y otras formas de arte. Sin embargo, esta democratización ha llevado a una proliferación de voces que a menudo carecen de rigor académico y conocimientos especializados.
Para preservar la integridad de la crítica musical y periodística en Colombia, es fundamental fomentar la formación académica sólida y promover la responsabilidad en la emisión de opiniones y juicios sobre arte y cultura. Solo a través de un enfoque informado y riguroso se pueden garantizar críticas valiosas que enriquezcan el diálogo cultural y promuevan una comprensión más profunda de la música y las artes en la sociedad.
La música es una forma de arte que ha existido desde tiempos inmemoriales, y ha sido una parte integral de la cultura humana. Los géneros musicales son una forma de categorizar la música en función de sus características, como la instrumentación, el tempo, el ritmo y la armonía. A lo largo de la historia, los géneros musicales han sido utilizados para describir y definir a los grupos sociales que consumen y producen obras musicales.
Así que señores, los invito a estudiar un poco más este campo que es maravilloso y enriquecedor y no a quedarse en los dogmas facilistas de la posverdad que tanto daño están haciendo.
Felipe Szarruk, doctorando en periodismo de la Universidad Complutense de Madrid, Magister en Estudios artísticos de la Facultad de Artes ASAB, músico y comunicador social. Fundador de Subterránica.
Páez López, F. (2023, septiembre 19). ¿Importan los géneros? El Espectador. https://www.elespectador.com/entretenimiento/musica/importan-los-generos-ensayo-musica/
The Guardian. (2016, mayo 4). Pop, rock, rap, whatever: who killed the music genre? https://www.theguardian.com/music/2016/may/04/pop-rock-rap-whatever-who-killed-the-music-genre
Gómez, J. (2019, 18 de octubre). ¿Qué pasa con los géneros? [Artículo]. Shock. Recuperado de: 1 [5 de mayo de 2021].
Colombia
Babymetal en Bogotá, la espera ha terminado
¡Por fin ha llegado el momento que los fans colombianos de Babymetal han estado esperando! El 28 de octubre, Bogotá será testigo de la explosión de energía y poderío musical que ha conquistado al mundo entero. Babymetal, la banda japonesa que fusiona heavy metal, kawaii metal y j-pop como ninguna otra, aterrizará en el Gran Salón de Corferias para ofrecer un espectáculo inolvidable. Prepárate para una noche que promete electrizar a los fans y asombrar a los curiosos con una combinación única de sonidos y coreografías. ¡Es la oportunidad que los seguidores colombianos no pueden dejar pasar!
Babymetal, formada en 2010 en Tokio, ha dejado una huella indeleble en la música global con su mezcla de estilos. Suzuka Nakamoto (Su-metal), Moa Kikuchi (Moametal) y la reciente incorporación, Momoko Okazaki (Momometal), lideran la agrupación. Desde sus inicios, han conquistado corazones y desafiado expectativas con su estética kawaii contrastada con guitarras poderosas y batería implacable.
Temas como “Gimme Chocolate!!”, “Megitsune”, y el himno “Karate” se han convertido en favoritos de los seguidores y en piezas clave de sus potentes presentaciones en vivo. No es solo un concierto, es un espectáculo visual y auditivo que ha roto fronteras y redefinido el heavy metal.
El impacto de Babymetal va mucho más allá de Japón. Su álbum debut, Babymetal, marcó un antes y un después, alcanzando un éxito tremendo a nivel global. Su capacidad para mezclar melodías dulces con riffs de metal y una puesta en escena teatral les ha ganado seguidores leales en todo el mundo, desde los fans más dedicados del metal hasta aquellos que buscan algo completamente nuevo.
Ahora, por primera vez, los colombianos podrán vivir en carne propia la experiencia Babymetal, con una energía y adrenalina que promete quedar grabada en la memoria de todos los asistentes.
Detalles del Concierto
Fecha: 28 de octubre
Lugar: Gran Salón Corferias, Bogotá
Entradas: Disponibles desde el 11 de septiembre a las 11:00 am en Eticketablanca.com y en puntos físicos seleccionados.
Puntos de venta de boletas físicas:
Blasting Records: Calle 19 #4-93 Local 221
Sin Fronteras Discos: Calle 25B #37-11
Ace Of Spades: Av. Boyacá #51-25
Babymetal no es solo una banda, es una experiencia. Una mezcla de géneros que redefine el metal y lo lleva a lugares que pocos imaginaban.
Colombia
Aterciopelados Cierra un Ciclo con el EP “Más Allá De El Dorado”
El 30 de agosto de 2024 marca una fecha significativa en la historia de Aterciopelados con el lanzamiento de su nuevo EP, “Más Allá De El Dorado”. Este trabajo musical no solo representa el cierre de un capítulo importante, sino también el inicio de un nuevo camino para la icónica banda colombiana. El EP, que estará disponible a partir de la medianoche en todas las plataformas digitales, incluye dos hits en vivo y una sorpresa especial para sus seguidores.
El EP presenta dos canciones destacadas grabadas en vivo que capturan la esencia de Aterciopelados en el escenario. La primera es “Baracunatana”, una pieza registrada durante la emotiva noche del 23 de abril de 2023 en el Palacio de los Deportes de Bogotá. Esta interpretación se enriquece con el virtuosismo del acordeonero David Cañas, quien añade una dimensión bailable y un crescendo intenso a la canción.
La segunda pista, “Sortilegio”, revive el hechizo que marcó el rock colombiano en 1993. Con una lírica mágica y un arreglo vocal sororizado, la canción alcanza su punto culminante gracias a la interacción con el público, que llena el ambiente con energía y emoción.
Como regalo especial, el EP incluye el video oficial de “Maligno”, una balada melancólica que explorará el desamor en su forma más pura a partir de su estreno en YouTube esa misma noche.
Aterciopelados continúa su gira “El Dorado Tour” con una segunda temporada en Estados Unidos tras el éxito de la primera en 2024. En noviembre, la gira se expandirá a Europa, con conciertos en ciudades como Dublín, Estocolmo, Londres y París, antes de cerrar el año en México, Centroamérica y Colombia. Para conocer todos los detalles de la gira y seguir la evolución de la banda, visita www.aterciopelados.com.
“Más Allá De El Dorado” no solo cierra un ciclo dorado para Aterciopelados, sino que también ilumina el nuevo camino que la banda está a punto de recorrer. No te pierdas esta oportunidad de celebrar con ellos y ser parte de este emocionante capítulo en su trayectoria musical.
Escucha “Más Allá De El Dorado” aquí: https://orcd.co/masalladeeldorado
Aterciopelados #MásAlláDeElDorado #NuevoEP #Baracunatana #Sortilegio #Maligno #ElDoradoTour #RockColombiano #Gira2024
Colombia
SAMBE ROCK FESTIVAL 2024: La Fiesta del Rock Latinoamericano Llega a Bogotá
El SAMBE ROCK FESTIVAL, un evento musical que ha ganado notoriedad en Latinoamérica, anuncia su primera edición en Bogotá bajo el nombre de SAMBE CAPITAL. Esta edición promete ser una celebración vibrante del rock latinoamericano, con un cartel que incluye a destacadas bandas de Argentina, Uruguay, Colombia y más.
Originalmente iniciado en Medellín en 2022, el SAMBE ROCK FESTIVAL se ha consolidado con ediciones exitosas en la ciudad antioqueña y en las playas de Montería. Ahora, el festival se trasladará a la capital colombiana, donde se llevará a cabo el próximo viernes 18 de octubre en el Lourdes Music Hall, ubicado en la carrera 13 # 64-56.
Este evento reunirá a un elenco impresionante de agrupaciones que representan lo mejor del rock en Latinoamérica. Entre los artistas confirmados se encuentran los argentinos 2 Minutos, los uruguayos Trotsky Vengarán, los colombianos Mojiganga y Los Suziox.
2 Minutos, originarios de Valentín Alsina, Buenos Aires, han sido pilares del punk rock argentino durante casi cuatro décadas. Con una trayectoria que incluye 12 álbumes de estudio, 3 discos en vivo y numerosos shows en DVD, la banda ha dejado una huella imborrable en la escena punk global. Su primera presentación en el emblemático CBGB de Nueva York marcó un hito en su carrera, al igual que su influencia en generaciones posteriores de músicos punk.
Trotsky Vengarán, conocidos también como TKYVGN, aportan su distintivo estilo punk desde Montevideo. Fundados en 1991, su sonido ha sido moldeado por influencias de bandas como The Ramones y Beastie Boys, así como por elementos del hardcore. Con 15 álbumes de estudio y una variada gama de temas que van desde la crítica social hasta baladas románticas, la banda continúa siendo una fuerza relevante en la escena punk uruguaya.
Desde Medellín, Mojiganga representa una de las bandas más emblemáticas del ska-punk y ska-core colombiano. Activa desde 1995, la banda se ha mantenido fiel a su estilo independiente, produciendo seis discos de estudio y varios sencillos que han contribuido al panorama underground colombiano.
Por su parte, Los Suziox tienen una profunda conexión con la escena punk de Medellín. Formados hace 20 años en el barrio Castilla, han sabido captar la esencia del punk local mientras proponen una evolución en el sonido que sigue resonando en la ciudad y más allá.
El SAMBE ROCK FESTIVAL en Bogotá promete ser una experiencia inolvidable para los amantes del rock latinoamericano. Las entradas, con un costo único de $140.000 más ticket service, están disponibles exclusivamente a través de la página web www.mitaquilla.com.co y por WhatsApp al 323 809 7043. Es importante recordar que la edad mínima de ingreso es de 18 años y se recomienda adquirir los boletos solo por los canales oficiales para evitar contratiempos.
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