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Festivales e Industria

El Banano, la Pared y el Arte Moderno: Un Performance que Redefine los Límites del Arte Contemporáneo

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¿Entonces llega un tipo y pega un banano con cinta en la pared y se hace millonario? ¡Que idiotez! Eso es lo que debe pensar la mayoría de los seres humanos cuando conocen la historia de The Comedian, la historia del banano en la pared que últimamente fue vendido por 6.2 millones de dólares solo para que el comprador se lo comiera. Pues bien, no es tan sencillo…

El arte contemporáneo siempre ha sido un terreno fértil para la controversia y el debate. Pocas obras han mostrado tanto esta esencia como The Comedian, la ahora famosísima pieza del artista italiano Maurizio Cattelan, que consiste en un plátano pegado a una pared con cinta adhesiva. Esta obra fue inicialmente vendida por $120,000 en Art Basel Miami Beach en 2019 y con un capítulo final en el que el comprador literalmente se comió la obra. Pero no termina ahí, recientemente alcanzó los $6.2 millones cuando fue adquirida por el empresario de criptomonedas Justin Sun en una subasta. Sun es conocido por sus iniciativas en blockchain y apenas la adquirió también se lo comió ¿Entonces había dos bananos?, no, ahora explicaré, pero comerse el banano es una acción que refuerza el mensaje conceptual de la obra: cuestionar el valor del arte y la percepción pública de este.

Lo que los compradores adquieren no es el banano, eso cualquiera puede ir a comprarlo, y la cinta gris en cualquier ferretería igual, así que si usted quiere mañana se puede hacer su propia obra en su casa. Lo que sucede acá es que el comprador adquiere un certificado de autenticidad, no el objeto físico, subrayando que el arte reside en la idea, no en el material, es un tema que rompe los esquemas del mercado en las artes.

La decisión de los compradores de comerse el plátano y la burla inherente de la obra exponen las dinámicas especulativas del mercado del arte contemporáneo, invitando a reflexionar sobre qué define el arte y cómo la sociedad lo valora. Este caso se ha convertido en un ícono del arte conceptual, llevando el debate sobre los límites del arte a nuevas alturas, y recuerden que no solo los compradores lo comieron, en Miami, otro artista llamado David Datuna, entró a la galería y se lo hartó porque “tenía hambre” y a este performance le llamo El Artista hambriento (Hungry Artist), como ven la cosa es muy compleja pero interesante.

The Comedian trasciende lo absurdo para convertirse en un comentario crítico sobre el arte, la economía y la percepción cultural en el siglo XXI.

Hablemos de su autor, Maurizio Cattelan, quien es conocido por su enfoque irónico y provocador, es el autor de obras como La Nona Ora (una escultura del Papa Juan Pablo II siendo aplastado por un meteorito) o su inodoro de oro titulado America, así que ya había establecido su reputación como un agente disruptivo en el arte contemporáneo. Sin embargo, The Comedian llevó esta filosofía al extremo: un plátano común y corriente, valorado simbólicamente en una cifra exorbitante, pegado a una pared blanca.

A primera vista, parece una broma que se burla de los excesos del mercado del arte. ¿Cómo puede un banano que se va a podrir alcanzar tal valor? Esta misma pregunta abre una puerta hacia cuestiones más profundas sobre el valor subjetivo, el concepto de autoría y la función del arte en la sociedad contemporánea.

Entonces vamos al dinero, al dinero como performance. El hecho de que alguien pagara semejante suma por un plátano pegado a la pared no solo valida la pieza como arte, sino que también forma parte de su mensaje. En el mercado del arte, el valor de una obra ya no reside exclusivamente en su técnica, material o permanencia, sino en la narrativa que construye a su alrededor. Al vender The Comedian, Cattelan no solo estaba vendiendo un plátano; estaba vendiendo una idea y recuerden ¿Quién valida las artes? Tres factores: El público, el mercado o la crítica.

El comprador, al adquirir la obra, no compró el plátano como tal, sino un certificado de autenticidad que permite reemplazar el plátano cuando se pudra, asegurando así la “permanencia” de una obra intrínsecamente efímera. Esto plantea preguntas sobre la naturaleza misma del arte: ¿es el plátano el arte, o lo es el acto de pegarlo, venderlo y recontextualizarlo?

Cuando el artista David Datuna, en un acto de espontaneidad (o tal vez premeditación), se comió el plátano frente a una multitud de espectadores y cámaras, añadió una nueva capa de interpretación a la obra. Su acción, denominada Hungry Artist (Artista Hambriento), transformó The Comedian en un meta-performance que subvirtió su propio mensaje.

Al tragarse el plátano, Datuna convirtió el acto de consumo en una declaración artística, desafiando el valor económico y simbólico de la obra. De manera irónica, este acto no destruyó la pieza, ya que el plátano podía ser reemplazado según las instrucciones de Cattelan, reafirmando la idea de que el arte no estaba en el objeto, sino en el concepto que lo rodea.
Por lo tanto esta obra es bastante compleja, mucho más allá de lo que las personas pueden deducir, nos deja muchas enseñanzas sobre lo que es hoy el mercado de las artes y en lugar de estar haciendo memes y burlándose, las personas deberían adentrarse un poco en la reflexión de qué significa todo esto para lo que vivimos hoy en día.

Por ejemplo podemos a diferencia de otras épocas concluir que hoy el valor en el arte contemporáneo es subjetivo, esta es una época en donde la especulación económica ha penetrado todas las esferas, el arte no es la excepción. The Comedian evidencia cómo el mercado del arte transforma objetos cotidianos en símbolos de estatus y valor a través de narrativas cuidadosamente construidas.

Se burla y se convierte en un comentario social, se burla de las dinámicas del mercado, pero también refleja las obsesiones culturales contemporáneas: el consumismo, el poder de la marca personal (en este caso, la de Cattelan), y la necesidad de destacarse en un mundo saturado de estímulos.

Y el público toma todo, absolutamente todo el protagonismo como espectador, más que nunca, el público desempeña un papel activo en la creación de significado. Desde el comprador que decide pagar una cifra absurda, hasta el artista que consume la obra en vivo, todos los actores involucrados transforman The Comedian en un fenómeno cultural que trasciende la simple interacción entre artista y objeto.

The Comedian no es solo un plátano pegado a la pared. Es un espejo que nos confronta con la naturaleza del arte contemporáneo y nuestra relación con él. Al ser tan radicalmente absurdo, fuerza al espectador a reflexionar sobre lo que consideramos valioso, tanto en términos materiales como simbólicos.

Este episodio no solo es un chiste; es un capítulo crítico en la historia del arte moderno. The Comedian y su destino final —ser consumido por un espectador— representan uno de los performances más completos y provocadores del arte contemporáneo. Quizás, en su aparente superficialidad, radica su genialidad: hacer de lo ordinario algo extraordinario, y de lo efímero, algo eterno.

Colombia

Subterránica 2024: Los 10 momentos más épicos de nuestra gestión en el año que acaba.

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Subterránica ha sido, desde su fundación en 2005, un referente vital para los músicos y la escena del rock independiente. Su propuesta autogestionada, basada en la colaboración, la independencia y el trabajo colectivo, ha demostrado que es posible hacer música de calidad sin depender de las estructuras comerciales tradicionales. En este contexto, Subterránica no solo ha sido un motor para la música, sino también un espacio de reflexión, formación y difusión de las problemáticas del rock nacional e internacional. 2024 ha sido un año de logros trascendentales, consolidando aún más el modelo que planteamos desde el principio. A continuación, repasamos los 10 momentos más épicos de nuestra gestión en este año.

La tesis “Guitarras bajo fuego” y la investigación sobre la corrupción en las instituciones del rock nacional

Este año, finalizamos con éxito las actividades formativas para la tesis de PhD de la Universidad Complutense de Madrid que analiza la corrupción en las instituciones del rock nacional. La tesis, titulada “Guitarras bajo fuego”, ha sido pionera en investigar cómo las estructuras comerciales y los intereses políticos han influido en la música y los músicos en Colombia, un tema que ha generado una gran repercusión en el ámbito académico. Lo más significativo es que esta investigación fue presentada por un colombiano, lo que marca un hito en la academia internacional. Este estudio resalta la importancia de la autogestión como antídoto frente a las estructuras corruptas y confirma el modelo de Subterránica como una alternativa válida y necesaria para el sector musical.

VORTEX: el primer congreso académico sobre el rock nacional y sus problemáticas

En otro hito académico, Subterránica llevó a cabo VORTEX, el primer congreso académico centrado en el análisis de las problemáticas del rock nacional. Este evento reunió a investigadores, músicos, periodistas y activistas para debatir sobre la situación del rock en Colombia y su relación con las industrias culturales. Con paneles sobre la evolución del género, la censura, la comercialización y la situación social de los músicos, VORTEX se consolidó como un espacio esencial para pensar y repensar el futuro del rock en Colombia y América Latina.

XV Monster del Rock Subterránica: más de 60 bandas y un nuevo campeón

El XV Monster del Rock Subterránica sigue siendo el concurso más importante y longevo de la escena del rock nacional. Este año, más de 60 bandas se dieron cita para competir, pero la ganadora fue Lengua del Desierto, una banda de Pereira que se destacó por su sonido único y su energía en el escenario. El Monster continúa siendo un trampolín esencial para las bandas emergentes, reafirmando su rol como uno de los concursos más emblemáticos del país.

Szarruk, homenaje a un pionero del rock y el periodismo musical

El fundador de Subterránica, Szarruk, recibió varios homenajes este año por su contribución al rock colombiano y al periodismo musical. Con más de 30 años de trayectoria, Szarruk ha sido una figura clave en la visibilidad de las bandas independientes y en la creación de un espacio de reflexión y análisis sobre la música. Estos reconocimientos, otorgados tanto por instituciones culturales como por la misma comunidad musical, son un reflejo de su legado y su incansable lucha por una escena más inclusiva y autogestionada.

Subterránica e INFO a Wacken Open Air

Un logro monumental para el rock colombiano fue la participación de la banda INFO en el icónico festival Wacken Open Air, en Alemania. INFO, ganadora de la Wacken Metal Battle Suramérica Región Norte, hizo historia al ser la primera banda colombiana en tocar en este gigantesco escenario. Además, ocuparon el quinto lugar a nivel mundial, un reconocimiento que no solo pone a INFO en el mapa internacional, sino que también demuestra la calidad de las bandas emergentes colombianas. Este logro es fruto de la gestión de Subterránica y sus aliados, quienes han trabajado incansablemente para darles visibilidad a los artistas del país.

Wacken Metal Battle: la segunda edición en Suramérica

Por primera vez, Wacken Metal Battle se realizó simultáneamente en cinco países, gracias a la colaboración de Subterránica y sus aliados en Perú, Venezuela, Bolivia y Ecuador. La segunda edición del Metal Battle Suramérica Región Norte culminó con la banda VHILL, de Venezuela, como ganadora, en una final celebrada en Riobamba, Ecuador. Este evento, que conecta a las bandas con oportunidades de proyección internacional, sigue siendo un espacio fundamental para los talentos del metal latinoamericano.

“Del Kaoz al Ritual”: nuevo libro sobre el rock colombiano

Subterránica presentó el libro “Del Kaoz al Ritual”, un fascinante recorrido por la historia de Bbar, un espacio emblemático en el que nacieron algunas de las bandas más importantes de la escena bogotana, como Fontibón, Nutabes y Kaoz. Este nuevo volumen se une a nuestra colección de libros sobre la historia del rock colombiano, una contribución crucial para la preservación de la memoria y la cultura del género en Colombia.

El Mundialito del Rock Colombiano: 32 bandas y una final épica

Con el Mundialito del Rock Colombiano, Subterránica permitió que las bandas del país se midieran en un concurso con un formato innovador que no solo evaluó la música, sino también el impacto en redes y el alcance de su audiencia. La final entre Mad Dogs y Jorge Burbano fue un espectáculo inolvidable que mostró la diversidad y calidad del rock colombiano. Este evento no solo fue una plataforma para los artistas, sino también una manera de medir el pulso de la escena nacional.

Ampliación del Museo del Rock Colombiano y su sede permanente

El Museo del Rock Colombiano continúa ampliando su colección, con nuevas adquisiciones de objetos históricos que narran la evolución del rock en Colombia. Este año, Subterránica comenzó las gestiones para establecer una sede permanente para el museo, con el objetivo de consolidar este espacio como un referente cultural y educativo. Las piezas adquiridas, que van desde instrumentos hasta fotografías y posters, reflejan la riqueza y diversidad de la escena del rock en el país.

El Museo del Rock Colombiano recibe apoyo institucional

El crecimiento del Museo del Rock Colombiano ha sido posible gracias al apoyo de varias entidades que han reconocido la importancia de este proyecto para la cultura nacional. Este respaldo, tanto de instituciones públicas como privadas, ha permitido que el museo continúe su proceso de expansión y consolidación. Su reconocimiento como un espacio esencial para la comunidad y la cultura demuestra que el trabajo de Subterránica tiene un impacto profundo y duradero en la sociedad.

Un gran año para Subterránica

2024 ha sido, sin duda, un año de logros históricos para Subterránica. Hemos avanzado en nuestra misión de ser un motor para la música independiente y de brindarles a los músicos las herramientas necesarias para crecer y proyectarse en el mundo. El camino que iniciamos hace casi dos décadas sigue siendo más relevante que nunca. No hay nada como Subterránica. Un gran año para el rock colombiano, un gran año para todos nosotros.

¡Vamos por más!

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Colombia

Atención bandas: La Celebración del Rock Colombiano abre convocatoria para su edición 2025

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La Celebración del Rock Colombiano, fue uno de los eventos más importantes para la escena del rock y metal emergente en Colombia en 2024, ahora ha anunciado la apertura de inscripciones para su edición 2025. Este evento, que fue un gran éxito, continuará con su misión de fortalecer y visibilizar a las bandas emergentes del país.

La edición 2024 de La Celebración del Rock Colombiano se desarrolló en varias etapas que pusieron a prueba el talento y la preparación de las bandas participantes. Durante la etapa de inscripción, un total de 105 bandas enviaron sus postulaciones a través de un formulario online. Tres jurados expertos evaluaron cada propuesta tomando en cuenta factores como la calidad musical, la coherencia en el concepto, las actividades realizadas durante el último año y el manejo de redes sociales. De este proceso, se seleccionaron 32 bandas, que fueron divididas en dos fases de retos, tanto musicales como de business.

En la primera etapa, las 32 bandas participaron en una serie de desafíos, lo que permitió elegir a 16 proyectos para formar parte del acetato que se lanzará próximamente. Estos 16 semifinalistas avanzaron a la siguiente fase, que implicó retos aún más exigentes. Un jurado evaluó su desempeño en actividades y talleres relacionados con la industria musical, conversatorios y presentaciones en vivo. El evento culminó el 23 de noviembre en el escenario de La Media Torta en Bogotá, donde las 10 bandas finalistas se presentaron.

El gran triunfo de la edición 2024 fue para Rain of Fire, banda de Metal de Tuluá, y el segundo lugar para la banda Bogotána de Rock-Grunge Ennui. Ambas bandas recibirán importantes oportunidades de visibilidad y apoyo por parte de la organización.

Ahora, con la mirada puesta en el futuro, La Celebración del Rock Colombiano ha abierto las inscripciones para su edición 2025. El evento se llevará a cabo en Bogotá en el mes de abril, con nuevas oportunidades para las bandas emergentes. La convocatoria está abierta desde el pasado 27 de noviembre e irán hasta el 6 de diciembre, las bandas interesadas deberán completar un formulario de inscripción y realizar un pago de $80.000 a través de Nequi o Daviplata.

La edición 2025 continuará con un formato similar al de 2024, iniciando con una selección de 32 bandas que participarán en una serie de retos durante los primeros meses del año. De estas, se escogerán 16 semifinalistas que formarán parte del acetato de la edición y del documental “Rock y Metal Emergente: Una Historia que Contar”. Finalmente, 10 finalistas competirán en una presentación en vivo, donde se definirá al gran ganador, quien recibirá una serie de beneficios, como la grabación de un sencillo en el BUNKER Estudio, asesoría en manejo de redes sociales y participación en festivales nacionales.

La Celebración del Rock Colombiano sigue consolidándose como una plataforma clave para el impulso de la música independiente en Colombia, y su edición 2025 promete continuar con este importante legado.

Más información:

Inscripciones abiertas: 27 de noviembre a 6 de diciembre
Formulario de inscripción: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLScbnlSV1mIwU-FWhSfnGB7EOlGUaqasz5Eg7_xUskRf5_BLZg/viewform?pli=1
Pago: $80.000 a través de Nequi o Daviplata al número 3054743868

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Colombia

Rock al Parque: El balance final, los 10 mejores actos, las decepciones y los mensajes que quedan.

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Como siempre estuvimos cubriendo el festival los tres días, esta vez con objetivos un poco diferentes al mero cubrimiento periodístico pues estamos en la mitad de la elaboración de la tesis que trata precisamente sobre todo este maremagnun llamado “rock colombiano” y sus instituciones. Les recomendamos leer los dos primeros artículos ya publicados antes de leer este, pero bueno comencemos.

Fue un festival dificil para la producción por tanta lluvia, recordemos que la elección de noviembre siempre fue una mala decisión y por eso el festival había cambiado de fechas, pero al ser este un mes un poco más tranquilo para los artistas volvimos a los festivales bajo la lluvia. Igual, al ser gratuito así caiga plomo fundido del cielo la gente aparecerá para ver a las bandas del cierre. El patrón de hace décadas se sigue repitiendo, escenarios vacíos antes de las 6 de la tarde, no sirvió comenzar un poco más tarde. Pero el balance general es bueno, creo que ha sido una de las mejores ediciones desde hace mucho tiempo y eso se notó también por el cambio de curaduría, la del año pasado fue terrible con su vocera “tropical” vendiendo la idea de que la cumbia era lo mismo que el rock en un video público y las anteriores bajo la dictadura cultural de una personaje nefasto casi acaban por completo este espacio que es patrimonio cultural de Bogotá.

Lo del tercer día fue una fiesta para el público bogotano, mucho ska, muchos ritmos caribeños y sí, salsita, merengue, etc. Al parecer esto no va a cambiar, sobretodo porque hay muchos músicos que ignoran los géneros musicales, mucho músico en Colombia que cree ser “extravagante y sofisticado” y que para sacarle eso de la cabeza es como enseñar a sumar a una mula esperando que la mula aprenda primero.

Pero a pesar de esto y de los pseudo periodistas que no quieren dejar de repetir este discurso hasta el cansancio, Rock al Parque 2024 contó con buena asistencia, buenos actos y algunas enseñanzas que podemos aprender.

Comencemos con los que para nosotros fueron los 10 mejores actos de esta edición:

Mortis y los Desalmados: Aunque eso de putear al estado desde la tarima que paga el estado es una de las grandes absurdeces del rock colombiano, esta banda es bestial. Muy buenos, combinando elementos del Rockabilly, el rock, el blues y el country con mensajes sobre la realidad de un país acabado por la corrupción y la violencia, sumado a un excelente show, demostraron porque fueron el puntaje más alto de este año. La novedad de tener una banda así toca aprovecharla, son buenos músicos y sin duda una banda que comienza a notarse y esperemos que el festival les sirva como vitrina.

Pez errante: Una de las pocas buenas bandas de Rock, el rock colombiano está mal, muy mal, esta banda, sin pretensiones ni ambiciones sonoras extrañas, tiene un sonido clásico, divertido y bien armado, ese es el rock que no escuchamos desde hace tiempo, sin que se ahogue en tamboras, guacharacas y papagayos, sencillamente rock, buen rock.

Stuck in the sound: Una de las mejores bandas de todo el festival, con un sonido clásico que evoca el rock post alternativo, limpios e impecables en la ejecución con una voz notable. Una banda para seguir de ahora en adelante

Loathsome Faith: La banda de larga trayectoria demuestra una vez más porque están tan presentes en la escena local, Angel Niño y su combo tienen la facilidad de comerse los escenarios, aun bajo la lluvia, aun con poco público, una maquina sonora, intercambiando entre lenguajes, entre distorsiones, Loathsome Faith sencillamente es de lo mejor que tenemos en el Metal colombiano. Agreguenle crédito al ingeniero de audio que los hizo sonar muy bien.

Afsky: Ole Luk creó este proyecto en solitario y a los que nos gusta el género creo que estaremos de acuerdo en que fue un show a la altura. La banda ensimismada en su sonido y acompañada por el telón del cielo de tormenta con los rayos le ayudó mucho, el Black Metal sigue creciendo en el mundo con las nuevas generaciones y este fue un acto para el disfrute de los seguidores.

Inspector: Comencemos por la presencia escénica y la voz de este hombre, una banda que no tiene que esforzarse para conectar con el público, se los ganó en dos minutos. Sus covers bien hechos sin distorsionar el género que tocan, una fiesta, de lo mejor de la jornada.

Doro: La reina del Metal, Europa en su máxima expresión, al igual que Inspector, no busca nada más que serle fiel al género que toca y no necesita mucha parafernalia para entregar un espectáculo inolvidable, se le nota la cancha, se le nota el mundo, se le nota el Metal. Un acto que tuvo que estar en Rock al Parque hace años.

Dr Krapula: Esta es una banda que Bogotá siente como propia y el festival aun más, son demasiadas veces las que han tocado en Rock al Parque y con el distrito, de hecho no recuerdo muchos conciertos que no sean del estado, pero lo que no se puede negar es que siempre, siempre logran que el parque los apoye, coreé las canciones, las saltan, las bailan y además sumemos el mensaje en contra de esa ñeramenta reguetonera que fue un detalle de fina coquetería.

Ostia Puta: Tres acordes y una actitud realmente punk le bastaron a la banda española para pasarse por el piso a todas las bandas que dicen ser anarquistas y contraculturales, demostrando que para ir en contra de la corriente no se necesita nada más que convicción, actitud y un buen pedal de distorsión. Así de sencillo.

Testament: Por supuesto no podemos dejar de nombrar a una de las bandas con mejores músicos y más técnica de la edición, muy poco valorados para lo que realmente son, una agrupación que debería estar dentro del podio en el que han puesto a otras del mismo género pero que por alguna razón se sigue sintiendo como de segunda linea. Indiscutiblemente de lo mejor que nos trajo esta edición.

Las decepciones…

Lo de Todos tus muertos y el acto en solitario de Nadal no convence, no conecta, y de hecho hace muchos Rock al Parque sucedió lo mismo, la banda en escena es lenta, un poco aburrida, contrastando con sus discos, no convence, pareciera que lo hace obligado.

Algunas repeticiones en el cartel nacional aburridísimas y bandas como Erica Sativa que ya no causan la impresión de otras veces, se van cansando y parece que no tienen ganas de innovar.

A título personal bandas como La Santísima Voladora al igual que otras propuestas que son tropicales más que rockeras me parecen buenas y divertidas para ir a verlas o para fiesta, pero no son parte del espectro del rock por más que lo quieran pensar, esa “identidad” de género que le han querido dar a estos géneros musicales “transgénero” no funcionan, sabemos que este es un pueblo tropical y bailaor pero pues hagan otro tipo de espacios para esto, tenemos más de cuatro mil bandas de rock y Metal activas en la ciudad como para continuar con la terquedad ignorante, desgastante y palurda de la tal “inclusión”, inclúyanlos en otras partes. Necesitamos personas con conocimiento musical y menos soberbia en esta parte, porque lejos de quedar como intelectuales quedan es como ignorantes. Es algo así como crear el Ministerio Afro y colocar a Brad Pitt o cualquier rubio de ministro solo ¡por que sí” porque somos “muy locos y extrovertidos”, es una pendejada enorme y aun más para los “músicos” o “periodistas” que lo defienden. Entendiendo claro está que de los 5 millones de periodistas que asisten habrá dos que han estudiado. Tambien las bandas nacionales invitadas en su mayoría se notó que fueron invitadas o por amistad o por negocio, muchas no tenían el bagaje para estar en una tarima de estas, bandas amateurs, Rock al parque no está para esto, para ensayos, se supone que las bandas nacionales invitadas deben ser de categoría.

Los Toreros Muertos fueron una gran decepción, su música de por sí no es elaborada pero es divertida, uno entiende que lleven tres siglos tocando lo mismo pero lo que hicieron en Rock al Parque fue degradarse ellos mismos. Destruyeron cualquier intento de disfrute.

Una lástima por bandas como Hipocrisy o Haggard a quienes robaron, nosotros los colombianos de nuevo haciendo gala de nuestra cultura ladrona. Hipocrisy lo sintió, y se les sintió, el sonido no les jugo una buena pasada.

El acceso para hablar de realidades incómodas con algunos funcionarios de Idartes sigue siendo dificil, parece que solo se puede hablar de felicitaciones y de buenas cosas, siguen siendo esquivos, tratando de lavarse la mente con cualquier cosa para tapar lo que aun está mal. No reciben ninguna opinión o consejos, sencillamente se blindan ante lo malo y creen que con no aceptarlo la realidad cambia.

La carpa de prensa es terrible, sencillamente terrible, nada que hacer, los artistas son sentados al fondo de un lugar de 5 por 8 metros, atestado de gente que más que todo van a “lamer botas” que a preguntar cosas interesantes, no hay tomas para cargar las cámaras, los celulares o computadores, no hay internet en el parque para transmisiones, nisiquiera hay agua. Fracaso absoluto, pero pues… volvemos a lo mismo ¿Importa?

Y hay mucho que decir, pero en general el balance no es malo, la gente se divirtió y eso más que todo es importante porque el festival es para la gente. En un fin de semana que estuvo cargado de eventos en Bogotá como el Colombian Metal Fest o Linkin Park, el parque estalló de ciudadanos que encuentran año tras año la excusa de la fiesta yu así sea con falencia el rock toma protagonismo.

El discurso de “otra vez rompimos récords”, esa sublimación en Canal Capital, ese egocentrismo exacerbado cuando Rock al Parque habla de Rock al Parque, bebes, muchos somos productores de eventos y conocemos las realidades, esas manipulaciones ególatras no son buenas para la salud de ninguna industria. La transmisión de Canal Capital nuevamente con personajes que no conocen la escena, el rock, la industria pero sobre todo con el sonido de consola directo a la transmisión. Neeeeh, ya demasiados años en lo mismo.

Veremos que depara el otro año, esperemos que se amplie el número de bandas que pasan por convocatoria, este año fueron muy pocas y que eliminen los conciertos fantasma que comienzan a inventar después, que las ruedas académicas sean realmente académicas y que predomine el rock nacional, o que al menos haya rock nacional, porque no puede seguir siendo solo Metal, cumbia y Ska.

Hay muchas ideas, muchas cosas por hacer, uno pensaría que casi 30 años después el festival funciona como un relojito, pero no, no se le da continuidad a los procesos y cada año es algo diferente en cuanto a ideas de producción que mucha gente no entiende y es lo que lo hace tambalear.

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