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Colombia

El dedo en la llaga que duele: Bandas tributo ¿Artistas o mercenarios?

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En la cultura popular, los términos tributo y homenaje se utilizan frecuentemente, pero rara vez se analizan con la profundidad que merecen, especialmente en la música. Estos conceptos, en teoría, deberían implicar respeto y admiración hacia un artista o una obra. Sin embargo, el término banda tributo, popularizado en los bares y clubes nocturnos, ha ido perdiendo su significado original para convertirse, en muchos casos, en un simple negocio que explota el talento ajeno sin aportar nada nuevo. ¿Son estas bandas realmente un tributo o un homenaje? ¿O estamos frente a una versión mercenaria del arte? Vamos a desglosarlo.

¿Qué es un tributo y qué es un homenaje?

Empecemos por lo básico. Un tributo es una manifestación de respeto o admiración hacia una persona o un grupo que ha tenido un impacto significativo en una comunidad, la cultura o la historia. En el contexto musical, un tributo debería implicar una reinterpretación o recreación respetuosa de la obra de un artista, intentando capturar la esencia que lo convirtió en un ícono.

Por otro lado, un homenaje va más allá del simple reconocimiento. Un homenaje es una celebración de la obra o la figura de alguien, no sólo por lo que logró, sino por lo que simboliza. En el caso de un homenaje musical, lo ideal sería que los músicos aporten algo de su propia creatividad, reinterpretando la obra original con su propio toque personal, como una forma de extender el legado artístico.

En ambos casos, tanto el tributo como el homenaje deben basarse en la admiración genuina, el respeto y la creatividad. Sin embargo, lo que muchas bandas que tocan en bares bajo la etiqueta de “banda tributo” hacen, es simplemente replicar el repertorio y la imagen de grandes artistas para generar ingresos, sin aportar ninguna innovación o valor artístico real.

El negocio de las bandas “tributo”: Entre lo mercenario y lo superficial

Hoy en día, las bandas “tributo” son un fenómeno generalizado. Es común encontrar en cualquier ciudad bares llenos de gente que asiste a escuchar a una banda que emula a un artista o grupo famoso, interpretando exactamente los mismos temas y, en muchos casos, hasta intentando replicar los movimientos y la imagen del ícono original. Lo que muchas de estas bandas tributo hacen va más allá de la mera imitación: se apropiaron de la obra, y de la estética, para ofrecer un producto diseñado exclusivamente para generar ingresos, con el mínimo esfuerzo creativo.

Pero ¿dónde está el problema? Esa es la pregunta que todos se hacen ¿Por qué importa? ¿Qué es lo que está mal acá? Esencialmente, en la falta de autenticidad y en el aprovechamiento comercial de un legado artístico sin permiso ni reconocimiento. A menudo, estas bandas no pagan por derechos de autor, usan la imagen de los artistas sin su consentimiento (Ya ni siquiera ponen la foto de la banda sino del artista original), y se benefician económicamente del trabajo de otros, sin aportar una interpretación que realmente se pueda considerar un tributo en el sentido más puro del término.

Esto convierte el acto de tocar música en bares en algo más parecido a un negocio mercenario que a un verdadero acto artístico. La música deja de ser arte para convertirse en un simple mecanismo para ganar dinero rápido, a costa de la nostalgia del público, que muchas veces ni siquiera se da cuenta de que está aplaudiendo una versión vacía de lo que alguna vez fue una obra creativa vibrante y revolucionaria.

¿Por qué no son un tributo ni un homenaje?

Una banda tributo, en su esencia más pura, debería tomar la música del artista que admiran y reinterpretarla con respeto, sumando algo nuevo que permita que la obra original continúe viva de una manera diferente. Un homenaje, por su parte, debería ser una forma de honrar la trayectoria y el impacto del artista en cuestión, haciendo referencia a su legado pero añadiendo una nueva visión.

Sin embargo, lo que vemos hoy en la mayoría de los bares y clubes es un copy-paste sin alma. No hay un esfuerzo por ofrecer una reinterpretación creativa o por explorar nuevas maneras de interpretar la música que celebran. En lugar de eso, muchas bandas tributo simplemente se limitan a replicar el sonido y la apariencia, confiando en la nostalgia para atraer a una audiencia, y dejando de lado cualquier ambición artística. Es una reproducción mecánica del pasado.

El problema central es que, lejos de ser un homenaje o un tributo, este modelo ha degenerado en un sistema de explotación artística que usa el prestigio de grandes artistas para fines comerciales sin aportar valor nuevo. Se podría argumentar que estas bandas viven del aplauso prestado, tomando como propio el reconocimiento que pertenece a los músicos originales. Su objetivo no es la expresión artística, sino la reproducción de éxitos probados con la esperanza de un rápido beneficio.

El aplauso prestado: ¿dónde queda la autenticidad?

El aplauso prestado es el corazón de este problema. Los músicos de bandas tributo se alimentan de la nostalgia de los fans, pero no se ganan ese reconocimiento por su propio talento o innovación. Viven del eco de algo que ya existió, de una obra que no es suya, y en lugar de sumar algo nuevo al panorama musical, simplemente ocupan un espacio de repetición.

Es cierto que no todos los artistas deben revolucionar la música, pero hay una diferencia abismal entre interpretar canciones de un artista que admiras con pasión y creatividad, y usar su legado como una vía rápida para el éxito.

Una banda que se limita a copiar el vestuario, los movimientos y las canciones sin más, no está rindiendo un verdadero tributo; está haciendo un negocio con la memoria de alguien más. En muchos casos, los músicos de estas bandas no buscan crear algo duradero o significativo; solo quieren llenar el local y recibir el aplauso fácil. Es una versión mercenaria del arte, que reduce la música a un simple producto de consumo rápido.

¿Qué queda del arte en este modelo?

Al final, el problema con las bandas tributo que no aportan nada nuevo es que contribuyen a la mercantilización extrema del arte. No hay riesgo, no hay innovación, no hay un proceso creativo que lleve a algo más. Y si bien hay un lugar para la interpretación y la recreación, lo que vemos en muchos bares no es ni tributo ni homenaje, sino una forma de capitalizar el trabajo y el legado de otros sin el esfuerzo ni el respeto que debería requerir el uso de una obra ajena.

Este modelo se alimenta de la nostalgia y explota el deseo de revivir momentos del pasado, pero al final del día, está vacío de autenticidad. Para muchos músicos que intentan vivir de su propia creación y su propia voz, este fenómeno puede resultar frustrante: mientras algunos se esfuerzan por encontrar un espacio para su arte original, otros optan por lo fácil, explotando el legado de quienes ya marcaron el camino.

Las bandas tributo han distorsionado lo que realmente significa rendir homenaje a un artista. Han convertido un acto que debería estar lleno de respeto y admiración en un mecanismo mercenario para hacer dinero fácil, explotando el trabajo de otros sin pagar lo que corresponde ni aportar valor artístico. El arte, en su forma más pura, es riesgo, es creatividad, es expresar algo propio. El problema con muchas de estas bandas es que, lejos de rendir un verdadero tributo, lo que están haciendo es vivir del eco de algo que no les pertenece. Y en ese proceso, están contribuyendo a la desvalorización del arte como una forma de expresión auténtica.

¿Qué debería hacer una banda para ser un verdadero tributo?

Para que una banda “tributo” pueda realmente considerarse un tributo auténtico y no un simple negocio que explota la nostalgia, es fundamental que adopte una serie de medidas que vayan más allá de imitar el sonido y la imagen del artista original. Aquí te expongo algunos pasos clave que deberían seguir:

El primer y más importante paso que una banda tributo debe tomar es pagar regalías por el uso de la música y la imagen de los artistas originales. Muchas bandas tributo tocan las canciones de sus ídolos sin preocuparse por el hecho de que están utilizando una obra protegida por derechos de autor para generar ingresos. Los artistas originales, o sus herederos en caso de artistas fallecidos, merecen ser compensados por el uso de su trabajo, así como por el uso de su imagen si la banda intenta replicarla de alguna manera.

No hacerlo convierte este acto en una forma de apropiación que es, en última instancia, ilegal y moralmente cuestionable. Respetar los derechos de autor es fundamental para dignificar el trabajo del artista, porque ese legado no debería ser explotado sin retribución. Hay maneras claras y accesibles de cumplir con estas obligaciones legales, como a través de sociedades de gestión colectiva de derechos que se encargan de distribuir las regalías.

Un verdadero tributo no se limita a copiar de manera exacta las canciones y el estilo del artista original. Las mejores bandas tributo son aquellas que aportan algo nuevo a la música que interpretan, ya sea con arreglos innovadores, instrumentaciones distintas o incluso con una reinterpretación que dé una nueva vida a las canciones.

Cuando una banda simplemente imita, está tomando el camino fácil, sin ofrecer ninguna aportación propia. En cambio, cuando una banda se atreve a experimentar y añadir su propio toque personal, contribuye al crecimiento del legado del artista, mostrando que la música puede evolucionar y continuar inspirando a las nuevas generaciones de maneras diferentes. De esta forma, la banda deja de ser un mero vehículo de nostalgia para convertirse en un puente entre el pasado y el presente, honrando de verdad la obra del artista.

Otra señal de un verdadero tributo es la transparencia. Las bandas deben ser claras acerca de su objetivo: ¿Están simplemente replicando canciones para lucrarse? ¿O están realmente buscando mantener viva la música de su artista favorito de una manera significativa? Las bandas que se toman en serio su rol de tributo deberían mostrar un profundo conocimiento y respeto por la trayectoria y la influencia del artista original.Esto puede implicar, por ejemplo, el incluir en sus presentaciones una explicación del contexto en el que las canciones fueron creadas, las historias detrás de las letras, o cómo el legado del artista ha influenciado a la banda. Al compartir este conocimiento, las bandas pueden ayudar a educar a sus audiencias, haciéndolas más conscientes del valor cultural y artístico de la música que están escuchando.

Una forma auténtica de rendir tributo es hacer algo concreto para contribuir al legado del artista. Esto podría ser mediante donaciones a fundaciones o causas que el artista apoyaba en vida, o incluso participar en proyectos de restauración o conservación de su obra. Las bandas también pueden contribuir organizando eventos que no solo celebren la música, sino que también generen ingresos para las causas benéficas relacionadas con el artista.
Por ejemplo, si una banda tributo a Queen organiza un evento en el que parte de los ingresos se donan a organizaciones de lucha contra el VIH, estaría no solo homenajeando a Freddie Mercury, sino también continuando con su legado de apoyo a esa causa. Esto permite que el tributo tenga un impacto tangible más allá del simple acto de interpretar canciones.

Usar la imagen de un artista famoso para atraer al público es algo delicado. Las bandas tributo a menudo intentan replicar no solo la música, sino también el look y los gestos del artista original. Esto, si se hace de manera superficial o burlesca, puede llegar a ser ofensivo o de mal gusto.

Un verdadero tributo debe abordar la representación del artista con dignidad y respeto, evitando la caricaturización o el uso exagerado de estereotipos. Es clave recordar que la imagen del artista original no debe ser tratada como una simple mercancía. Si una banda decide emular la estética de su ídolo, debe hacerlo con respeto hacia el valor simbólico y cultural que esa imagen representa, y no solo para crear una versión comercial vacía que busca el aplauso fácil

Las bandas tributo tienen la oportunidad de construir una identidad artística propia mientras rinden homenaje a sus ídolos. Si bien pueden basarse en la música del artista original, deberían esforzarse por encontrar su propio estilo y voz dentro de esa música. Un buen tributo no trata de ocultar la identidad de los músicos detrás de la máscara del artista original, sino que busca que esos músicos crezcan artísticamente a través de la obra que están celebrando.
Esto puede significar realizar conciertos en los que mezclen las canciones del artista homenajeado con sus propias composiciones originales o con versiones de las canciones que reflejen su estilo particular. De esta forma, la banda tributo puede atraer a un público que no solo busca revivir el pasado, sino que también está interesado en ver cómo evoluciona esa música en manos de nuevos artistas.

Otra estrategia para dignificar el trabajo como banda tributo es colaborar con músicos o productores cercanos al artista original. Esto no solo añade autenticidad al tributo, sino que también asegura que la música se está interpretando de una manera respetuosa y aprobada por quienes conocen mejor la obra del artista. Algunas bandas tributo de renombre han logrado colaborar con miembros originales de la banda a la que rinden homenaje, lo que les otorga una legitimidad y un respeto que va mucho más allá de lo que una simple imitación podría lograr.

Para que una banda realmente se pueda llamar tributo, debe ir mucho más allá de simplemente copiar la música y la imagen de un artista famoso. Debe haber un compromiso con el respeto a los derechos de autor, con la aportación creativa, con la autenticidad y, sobre todo, con el reconocimiento justo del legado del artista homenajeado. Sin estos elementos, el tributo no es más que una explotación mercantil de la nostalgia, un negocio disfrazado de homenaje, un buen ejemplo de todo lo que acá se ha hablado es la banda Led Zepp Again que cumple con todos estos requisitos y son avalados por los propios Led Zeppelin quienes aprueban cada movimiento y reciben una parte de las ganancias. Esta banda gira por todo el planeta y no es la única, hay varias.

El arte siempre ha sido una conversación entre lo pasado y lo presente. Un verdadero tributo mantiene viva esa conversación, permitiendo que la obra original evolucione y siga tocando los corazones de nuevas audiencias, con respeto y admiración. Todo lo demás es, en última instancia, un ejercicio vacío y superficial.

    Sayco como siempre, la mafia pendeja que se lava las manos

    Dentro del marco legal colombiano, las bandas tributo que no cumplen con las normativas sobre derechos de autor, propiedad intelectual, y el uso de la imagen de artistas están incurriendo en una serie de violaciones a la ley. A continuación, detallo las leyes y las faltas a las que estas bandas podrían estar pasando por alto, además de las obligaciones que deberían cumplir para operar legalmente.

    Las bandas tributo, al interpretar y beneficiarse económicamente de las obras musicales de otros artistas sin pagar regalías o sin autorización, están infringiendo las normativas de derechos de autor en Colombia.

    Ley 23 de 1982: Esta ley regula los derechos de autor en Colombia y establece que toda obra artística, literaria, o científica goza de protección. La música, las letras y las composiciones son consideradas obras protegidas bajo esta ley, lo que significa que su reproducción, distribución y comunicación pública sin la autorización del titular es ilegal.

    Las bandas que interpretan en vivo o graban canciones sin el permiso expreso del titular de los derechos (artistas, compositores o herederos) están incumpliendo con esta ley.

    Las bandas deben pagar regalías a través de entidades de gestión colectiva como Sayco (Sociedad de Autores y Compositores de Colombia), que se encarga de gestionar los derechos de autor en nombre de los compositores. Si una banda no está afiliada o no realiza estos pagos, incurre en una falta grave, que puede resultar en sanciones económicas y demandas legales pero ya todos conocemos la clase de mafia monopólica que es esta entidad.

    Muchas bandas tributo no solo interpretan la música de artistas originales, sino que también replican su imagen, vestimenta, y estilo escénico sin el debido consentimiento, lo que constituye una violación del derecho a la imagen.

    Artículo 15 de la Constitución Política de Colombia: Establece que todas las personas tienen derecho a su imagen y al respeto de su buen nombre. El uso no autorizado de la imagen de un artista para fines comerciales puede ser considerado una violación a su derecho de imagen.
    Ley 1581 de 2012 (Ley de Protección de Datos Personales): Aunque esta ley está más enfocada en la protección de la información personal, su marco puede aplicarse cuando el uso de la imagen de una persona está en juego, ya que la imagen es considerada un dato personal que no puede ser utilizado sin autorización.

    La reproducción de la imagen de artistas sin su consentimiento para fines lucrativos puede llevar a sanciones. Esto es particularmente problemático si la banda tributo se presenta como un reflejo exacto del artista, usando su nombre, estética y performance sin contar con los derechos correspondientes.

    En Colombia, cualquier actividad económica está sujeta a las normas fiscales del país. Las bandas tributo que no registran adecuadamente sus ingresos y no declaran las regalías generadas por sus conciertos, grabaciones o ventas de merchandising están incumpliendo con las normativas fiscales.

    Estatuto Tributario Colombiano: Todas las actividades lucrativas deben estar registradas y cumplir con las obligaciones tributarias correspondientes. Las bandas tributo que no registran sus actividades económicas ni declaran ingresos provenientes de sus conciertos o eventos pueden estar evadiendo impuestos.

    No declarar los ingresos obtenidos a través de presentaciones en vivo, venta de mercancías o cualquier otra actividad comercial relacionada con la música tributo puede derivar en multas, sanciones y hasta investigaciones fiscales.

    Si una banda tributo utiliza el nombre o logotipos asociados a la banda original, como aquellos que están registrados como marca, puede estar infringiendo la ley de propiedad industrial.
    Decisión 486 de la Comunidad Andina (Régimen Común sobre Propiedad Industrial): Regula el uso de las marcas y los signos distintivos. Las bandas o artistas suelen registrar su nombre y logotipo como marca para protegerlos. Cualquier uso comercial de una marca registrada sin autorización puede considerarse una infracción de los derechos de propiedad industrial.
    Usar sin autorización el nombre, logotipo o signos distintivos de una banda o artista original para promocionar un evento o una presentación podría constituir una violación de los derechos de propiedad industrial, exponiendo a las bandas tributo a demandas por infracción de marca.

    El uso de arreglos musicales o la reinterpretación de una obra sin el debido crédito o autorización del autor también puede considerarse una forma de apropiación indebida. Aunque la banda interprete canciones, modificar o transformar de manera significativa la obra original puede requerir permisos adicionales, algo que muchas bandas tributo ignoran.

    Ley 23 de 1982 y Decisión 351 de 1993 (Normas de protección a los derechos de autor en la Comunidad Andina): Estas leyes también cubren las obras derivadas. Si una banda realiza modificaciones importantes a la obra original, como cambios en la estructura o instrumentación, está creando una obra derivada que también está sujeta a derechos de autor.
    Realizar arreglos sin permiso del compositor original y lucrar con ello podría generar reclamos legales, ya que una obra derivada es propiedad del autor original y debe contar con su aprobación.

    Las bandas tributo en Colombia, aunque populares, deben cumplir con una serie de obligaciones legales para operar de manera adecuada. Esto incluye pagar regalías a los artistas originales, respetar los derechos de imagen y marca, declarar correctamente los ingresos generados, y obtener los permisos correspondientes para sus presentaciones en vivo. De lo contrario, no solo están explotando ilegalmente el trabajo de otros artistas, sino que también se exponen a sanciones legales, demandas por violación de derechos de autor y problemas fiscales.

    Entonces señores, la cosa va mucho más, muchísimo más allá de un simple capricho o de una simple “envidia”, al igual que las bandas que a pesar de tener conocimiento sobre la corrupción en las instituciones del Estado y aun así siguen participando con ellos, estas bandas también son cómplices de la deshonestidad y las faltas en la música. Cómo dijo el fiscal en el caso de P.Diddy: “Si usted estuvo allí y vio cosas, así no haya participado, también es culpable”.

    Pero así es, así ha sido y así será y conociendo a nuestros músicos, pasarán de largo de este artículo, diciendo que es un artículo envidioso y resentido y seguirán comiendo del aplauso ajeno sin cumplir con ninguna responsabilidad y mucho menos “rindiendo tributo” a nadie.

    @subterránica

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    Inscríbete aquí en la edición para mayores del Monster del Rock Subterránica 2025. Bandas y solistas de todos los géneros del país.

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    Bienvenidos, abrimos convocatoria para la edición número quince del concurso El Monster del Rock Colombia 2025 en su etapa para bandas mayores de edad, emergentes o consolidadas, el circuito y competencia más tradicional e importante de Colombia para los géneros del Rock, el Pop y el Metal. Este es un concurso de alto nivel y su finalidad es encontrar los próximos grandes nombres del Rock Colombiano.

    A través de un circuito de conciertos las bandas competirán entre sí para llegar a un solo ganador que ingresará a acompañar a los ganadores de las ediciones anteriores y se llevará más de 10 millones de pesos en premios reunidos en un paquete de asesoría, reconocimiento y circulación indispensable para el desarrollo del proyecto musical.

    ATENTOS, LEER AL MENOS DOS VECES LAS CONDICIONES DE PARTICIPACIÓN

    1. Pueden participar bandas, agrupaciones o solistas de Colombia o del exterior residentes en Colombia cuyos integrantes sean todos mayores de 18 años de edad. Los proyectos pueden ser de cualquier género tradicionales dentro del Rock, Pop, Punk, Metal, fusiones en las cuales su jerarquía esté dentro del rock y géneros como el Ska, el Reggae y el Blues entre otros. El periodo de inscripción es del domingo 24 de marzo de 2025 hasta el viernes 11 de abril de 2025.
    2. El concurso es de inscripción paga de $30.000 pesos por músico, este valor es usado para subsanar gastos de promoción y producción, pero sobre todo para comprometer al músico a llegar a sus batallas. La inscripción solo se hará a través de NEQUI al número 3153457532 y no por separado sino de acuerdo con los integrantes de la banda. Ejemplo: Si es un solista se inscribe con $30.000 si es un dúo con $60.000 y así sucesivamente. La inscripción no es reembolsable. Esta inscripción no se paga al llenar este formulario, el comprobante de inscripción no se envía en este formulario sino al correo director@subterranica.com antes del cierre de la convocatoria.
    3. Reglas de las batallas:

    No se puede usar pirotécnica en las presentaciones, Subterránica provee un ingeniero de audio, pero las bandas que quieran llevar su ingeniero podrán hacerlo.

    1. Subterránica provee un rider completo, si la banda requiere elementos adicionales deben llevarlos. Bateristas por favor lleven pedal, platos y en lo posible redoblante, estos no están dentro del rider. Habrá roadie en cada batalla.
    2. La música debe ser completamente original, no pertenecer al catálogo de ninguna sociedad de recaudo o editorial, es decir deben estar libres para su interpretación en vivo y el compositor debe ser parte de la agrupación o el solista, las bandas deben ser independientes. En caso de que alguna composición pertenezca a una sociedad de recaudo el compositor firmará una excepción de derechos para la noche de su batalla.
    3. El ganador de El Monster del Rock Subterránica edición número quince recibirá el siguiente paquete de premios:
    • Grabación de un EP de cuatro temas en Symmetry Estudios en Bogotá, captura, producción y Mezcla. Master final, estudio especializado en Rock y Metal.
    • Tiempo de estudio en GUITAR LABS el estudio de guitarras más especializado en Latinoamérica, para capturas de guitarras, bajos y voces.
    • Book profesional fotográfico por White and Color
    • Un cupo en el Festival GAS PIMIENTA 2026 en Panamá (El premio es el slot en el festival, la banda o solista debe llegar al escenario)
    • Bonos de consumo en Bbar
    • Acompañamiento de seis meses por Independent Booking Artist Management y/o Hodson Música para el ganador. Este premio se puede dividir en dos bandas, la ganadora y el segundo lugar.
    • Un taller Gratuito de sobre Organización interna del emprendimiento musical por la Fundación Fomentar Desarrollo y una master class de diseño gráfico aplicada a proyectos musicales.
    • Página web profesional por IT Experience para la banda y si tienen, rediseño y profesionalización
    • Y por supuesto la mano Subterránica que corona al Monster De Rock. Y para celebrar, seis botellas de vino artesanal Santa Rosa elaborado por Fabián Romero.
    1. OJO, los premios tienen seis meses para ser reclamados, si el ganador no acepta y reclama los premios en este lapso ya no podrá hacerlo.
    2. Las batallas serán en tandas entre cuatro y cinco bandas para escoger un solo ganador que irá a la semifinal. El ganador es escogido por dos jurados y el público para tres puntos. Un punto por cada jurado y un punto del público.
    3. Todas las bandas del país deben llegar por sus propios medios al escenario en Bogotá, las bandas de fuera de Bogotá que ganen la batalla pasarán directamente a la final, las bandas de Bogotá, Boyacá, Meta y Cundinamarca que ganen su batalla participarán en semifinales en Bogotá. Si se inscriben un mínimo de cinco bandas de una ciudad o región en específico se considera abrir la fecha en la ciudad o una ciudad central para la región.
    4. HAY CAUSALES INAPELABLES DE DESCALIFICACIÓN:
    • Cualquier acto de agresión tanto hacia colegas de otras bandas, al ingeniero de sonido o a cualquier persona u organización de la producción, sea físico, verbal o a través de medio digital descalifica a la banda inmediatamente. Poner en entredicho la integridad del concurso, de otras bandas o de los agentes que se involucran con publicaciones ofensivas en redes sociales es causal de descalificación inmediata y retiro de las bases de datos y redes involucradas en el evento. Recuerden: Esto más que un concurso es también un circuito, usted debe saber que solo hay un ganador y si su banda no gana no quiere decir que el concurso sea “comprado” o “corrupto”, la banda debe tener la madurez musical e intelectual para participar en un concurso, en una competencia de manera seria y responsable, el nivel de El Monster del Rock siempre es muy alto y cualquier banda puede ganar, si usted o su banda no están preparadas para una competición entonces considere su participación.
    • Omitir información sobre la pertenencia a alguna editora o sociedad de recaudo es causal inmediata de descalificación.
    • Si una banda destruye los equipos de los escenarios será descalificada y deberá asumir su compra o reparación.
    1. Cada banda tendrá media hora para su espectáculo y un cambio de no más de 15 minutos, el orden se establecerá por sorteo antes de cada batalla.
    2. Las fechas se armarán por sorteo, no serán especializadas en ningún género, todos contra todos, si una banda tiene problemas con su fecha debe cambiar con otra banda por su cuenta.
    3. Se permite cualquier elemento que los artistas quieran usar que no sea pirotecnia, como pendones, vestuarios, otros elementos en el escenario. Para garantizar la igualdad no se acepta refuerzo de luces o backline. Se permiten cabezotes, pedales, modeladores, etc.

    Estamos muy emocionados por los 15 años de este evento y por ver y escuchar diferentes géneros y mucha música original. De antemano gracias por participar en el Monster del Rock Subterránica 2025.

    Para inscribirse deben rellenar el siguiente formulario:

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    Colombia

    Gritos de Asko lanza “A causa de mentiras”

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    La banda monteriana de raw/punk Gritos de Asko ha lanzado su más reciente sencillo, “A causa de Mentiras”, acompañado de un impactante videoclip. Este lanzamiento busca consolidar a la banda como una de las principales exponentes del género en la costa caribe colombiana.

    El tema es una crítica frontal contra la manipulación política y el uso de la mentira como herramienta de poder, denunciando las consecuencias devastadoras de estas prácticas, en especial en el contexto de la guerra. Con un sonido crudo y visceral, la canción invita a la reflexión y la acción, reafirmando la postura contestataria de la banda.

    “A causa de Mentiras” fue compuesto por Alfonchy, vocalista del grupo, mientras que la música fue un trabajo conjunto de todos los integrantes. La producción, grabación, mezcla y masterización fueron totalmente autogestionadas a través de la corporación Festival Vive Rock, demostrando el profesionalismo y compromiso de la banda con su arte.

    Uno de los aspectos más llamativos del lanzamiento es la portada del sencillo, diseñada por Carolina Padrón Olivera, una joven artista de tan solo 13 años. Su padre, Jorge Padrón, quien había trabajado anteriormente en los artes de la banda, decidió cederle esta oportunidad, marcando un momento especial en la historia del grupo.

    El videoclip de “A causa de Mentiras” fue grabado en las afueras de Montería, en un edificio abandonado, con la participación del colectivo Parche Punk Montería, que organizó un pogo durante la filmación. La producción del video estuvo a cargo de Mavys Morales, bajista de la banda, y presenta tomas dinámicas de la banda en acción, combinadas con una impactante vista panorámica de la ciudad.

    Gritos de Asko tiene planeado varios lanzamientos durante 2025, los cuales formarán parte de su próximo álbum de larga duración titulado “Antiwar”, programado para finales de año. Además, la banda llevará su potente propuesta a distintos escenarios del país, con presentaciones confirmadas en “Punk al Parke” en Bogotá, el Festival Unimagdalena en Santa Marta, el Festival Montículo en Cartagena y otros eventos aún por anunciar.

    Con “A causa de Mentiras”, Gritos de Asko refuerza su identidad y compromiso con el punk contestatario, consolidando su lugar en la escena alternativa colombiana.

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    Colombia

    Impulsos de Autoexplosión: El Nuevo Sencillo de Danilo Pira Que Arrasa con las Emociones

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    ¿Qué sucede cuando un vínculo se desmorona desde adentro? ¿Cuándo el amor se convierte en cenizas antes de consumirnos por completo? Con “Impulsos de Autoexplosión”, Danilo Pira captura ese instante de implosión emocional en un sencillo que promete dejar huella. Este nuevo tema, una poderosa mezcla de sonidos electrónicos, guitarras melódicas y poesía visceral, lleva al oyente en un viaje sensorial y catártico a través de las complejidades del desamor.

    El sencillo está ya disponible en todas las plataformas de streaming, marcando un hito en la carrera del artista colombiano, que continúa consolidándose como una de las voces emergentes más auténticas de la música alternativa en América Latina.

    “Este tema nació en un momento de profunda introspección. Es la sensación de ver cómo un vínculo se destruye desde adentro, sin poder hacer nada para evitarlo. Quise plasmar esa lucha interna entre la nostalgia, la resignación y la necesidad de seguir adelante, transformándola en una experiencia sonora potente y honesta”, comenta Danilo Pira sobre su nuevo sencillo.

    Los versos como “Destruir todo alrededor, fingiendo que es un error, que eres inmune al dolor”, nos sumergen en el abismo de emociones encontradas, revelando un relato de amor y ruina que golpea directo al alma.

    Danilo Pira es un cantautor, compositor y poeta independiente originario de Bogotá, Colombia. Su música es un viaje por el indie alternativo, fusionado con elementos electrónicos y sonidos envolventes que acompañan letras que calan profundo.

    Desde su debut en 2018 con la banda Soren, Danilo ha lanzado dos EPs y ha llevado su música a importantes escenarios de festivales independientes en la región. Sus canciones se presentan como postales emocionales, relatos sonoros donde la introspección, la memoria y el paso del tiempo se transforman en arte.

    Con “Impulsos de Autoexplosión”, Danilo Pira reafirma su sello único: visceral, honesto y profundo.

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