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Stars: El “we are the world” metalero convocado por DIO en 1986 que nunca tendrá documental de Netflix
Dentro de los recovecos de Los Ángeles, en un estudio de grabación lleno de instrumentos brillantes y cables entrelazados, se gestó un momento memorable en la historia del rock duro. Era mayo de 1985, y en medio de la efervescencia del heavy metal, surgía una iniciativa filantrópica que uniría a algunas de las voces más poderosas del género.
Todo comenzó cuando Vivian Campbell y Jimmy Bain, de la banda Dio, convencieron a su líder, Ronnie James Dio, para embarcarse en una aventura musical con un propósito noble: recaudar fondos para causas benéficas. Así nació Hear ‘N Aid, una coalición de músicos dispuestos a unir sus fuerzas por una causa mayor, motivados tal vez por el suceso de USA for Africa que repercutió en todo el mundo, incluso en Latinoamérica se realizó una versión llamada “Cantaré, Cantarás”. Pero no deja de ser curioso el hecho de que los guerreros del Metal de la época quisiera ser altruistas.
Entre los valientes que se sumaron a esta odisea sonora se encontraban figuras legendarias como Rob Halford de Judas Priest, Geoff Tate de Queensryche, Kevin DuBrow de Quiet Riot, Ted Nugent y Yngwie Malmsteen, junto con miembros de otras bandas de renombre como Motley Crue, WASP, Journey, Blue Oyster Cult, Twisted Sister y más.
La tarea no era sencilla, cada músico tenía que dejar a un lado sus egos y diferencias para trabajar juntos en la creación de una canción que resonara en los corazones de todos. Bajo la dirección de Ronnie James Dio, el estudio se convirtió en un crisol de creatividad y solidaridad.
Don Dokken, uno de los ocho vocalistas que prestaron su voz a la causa, recuerda con cariño aquellos días de armonía y camaradería entre las notas y los acordes. Aunque las personalidades chocantes abundaban en el mundo del rock, en aquella sesión reinó la armonía y el respeto mutuo.
El proceso de grabación no estuvo exento de momentos divertidos y anécdotas que quedarían grabadas en la memoria de todos los presentes. Desde el ingenio de Ronnie James Dio hasta las ocurrencias de los músicos, el estudio se convirtió en un espacio de risas y creatividad.
Finalmente, tras meses de trabajo arduo y negociaciones con sellos discográficos y managers, “Stars” vio la luz en enero de 1986. El impacto fue inmediato: el sencillo generó una ola de solidaridad que se extendió por todo el mundo, recaudando fondos para diversas organizaciones benéficas.
El legado de Hear ‘N Aid perdura hasta nuestros días como un testimonio del poder transformador de la música y la solidaridad. A través de una canción, estas leyendas del rock demostraron que, más allá de las diferencias, todos podemos unirnos por una causa común. Y así, en los anales de la historia del hard rock, quedó grabado un momento del cual todos están orgullosos.
Pero la historia no termina aquí. A pesar del éxito inicial, las vicisitudes de la industria musical hicieron que el proyecto enfrentara obstáculos en su camino hacia la caridad. Wendy Dio, esposa y mánager de Ronnie James Dio, estimó que el sencillo recaudó inicialmente alrededor de un millón de dólares. Sin embargo, las disputas entre sellos discográficos y representantes de los músicos retrasaron el proceso de distribución de los fondos, lo que afectó la continuidad del impacto benéfico.
Después de intensas negociaciones y esfuerzos de coordinación, finalmente se asignaron los fondos a varias organizaciones benéficas. Don Dokken, entre otros artistas participantes, tuvo la oportunidad de presenciar el impacto directo de la generosidad de la comunidad musical. Visitó un edificio en el Valle de San Fernando, donde niños sin hogar recibían alimentos y apoyo gracias a las donaciones generadas por el proyecto.
A pesar de los desafíos y las demoras, el espíritu solidario de Hear ‘N Aid dejó una huella indeleble en la historia del rock. Hoy, sus esfuerzos continúan inspirando a músicos y fanáticos de todo el mundo a unirse en apoyo de causas benéficas. En los corazones de aquellos que participaron, y en los corazones de aquellos que escucharon su música, el legado de Hear ‘N Aid sigue vivo como un recordatorio poderoso del poder transformador de la solidaridad, la música y de que el Metal también tiene corazón y uno muy grande.