Colombia
Alfonso Espriella se reinventa con “Dolor Fantasma” un viaje íntimo hacia lo que somos cuando ya no fingimos.
Alfonso Espriella, esa figura ya familiar en la escena alternativa colombiana, regresa con una canción nueva que se siente como confesión más que composición. En este nuevo sencillo, cada acorde y cada palabra parecen estar pensados para remover lo que uno guarda adentro cuando ya no hay luces, solo la honestidad detrás del micrófono.
Es un corte muy diferente al sonido de Alfonso, pero desde los primeros segundos, la producción atrapa, sonidos electrónicos, líneas melódicas que se entrelazan con arreglos minimalistas, espacio sonoro para que la voz de Alfonso se escuche sin maquillaje, llena de matices. No hay prisa, no hay estridencia innecesaria, cada quiebre emocional cuenta. Él canta desde lo personal, desde esa vulnerabilidad que encuentra belleza incluso en la parte de lo que duele.
Al escuchar la canción, lo que más llama la atención es que Alfonso hace un movimiento sutil pero claro hacia una sonoridad diferente de lo que venía construyendo, hay más espacio para los sintetizadores, un pulso moderno en la producción, efectos de ambiente que dan textura y una forma más suspendida de construir los sonidos, casi como si estuviera explorando la música entre lo orgánico y lo electrónico.
La letra se mueve entre la reflexión y la memoria, mirar atrás, reconocer heridas, aceptar que los errores forman tanto parte de uno como los triunfos, y que muchas veces lo indefinido no está en lo que no entendemos, sino en lo que tememos admitir. Alfonso no promete respuestas fáciles, pero invita a acompañarlo en ese territorio incómodo de la duda, del duelo, del paso lento hacia adelante.
Musicalmente, hay una sencillez cautivadora, la canción no necesita espectacularidad, porque su fuerza está en lo auténtico. Suspensiones tensas, momentos en que la voz se eleva y deja ver grietas, instantes en los que el acompañamiento instrumental respalda sin opacar. Esa mezcla, tan delicada como potente, que convierte lo íntimo en universal.
Ahora bien, “Dolor Fantasma” no es solo un nuevo lanzamiento, es un recordatorio de que la música alternativa también vive de esas pausas que uno hace para mirar al espejo, Espriella demuestra que sabe cuándo hablar bajo, cuándo levantar la voz, cuándo dejar que el silencio hable también.
Alfonso Espriella ha sido una figura relevante en la música alternativa colombiana: compositor, arreglista, multi-instrumentista, con discos como Trazos de Ser, Ánima, Somos Estrellas, Todo Empieza Ahora, su estilo se ha caracterizado por un rock espiritual, profundo, con letras que exploran lo interior, lo emocional, lo meditativo. Hay guitarras, piano, arreglos cuidadosos, atmósferas íntimas.
La voz suya sigue siendo emocionalmente potente, pero en esta canción parece jugar más con la cercanía, se siente más suave en momentos, menos cargada, permitiendo que los arreglos respiren; los silencios entre sonidos pesan y le dan otro aire al tema. La letra de “Amor Fantasma”, por lo que se puede deducir, habla de un amor que no está del todo presente, de relaciones con ausencias, de memorias que persisten más allá de lo visible; algo de lo intangible que pesa y duele.