Colombia
Un nuevo estudio revela los altos índices de suicidio y mala salud mental en los músicos
La industria musical, reconocida por percepción de brillo y éxito comercial, esconde una realidad sombría: sus profesionales enfrentan riesgos elevados de problemas de salud mental, incluyendo tasas alarmantes de suicidio. Investigaciones recientes del Reino Unido y Estados Unidos han revelado que los músicos están entre los profesionales con mayor riesgo de suicidio. En el Reino Unido, los músicos ocupan el cuarto lugar entre las profesiones con mayor tasa de suicidio, solo superados por trabajadores de la construcción, oficios de acabado y trabajadores agrícolas. En el ámbito cultural, los músicos representan el grupo con mayor riesgo de suicidio, con tasas un 20% superiores a la media masculina y un alarmante 69% por encima de la media femenina según información publicada en theguardian.com
Un estudio similar realizado en Estados Unidos confirma estos altos niveles de riesgo. Las mujeres en la industria del entretenimiento, que incluye a las artistas musicales, presentan la tasa más alta de suicidio de cualquier grupo ocupacional, mientras que los hombres se ubican en el tercer lugar. El Dr. George Musgrave, profesor de Sociología Cultural y Industrias Creativas en la Universidad Goldsmiths y coautor del estudio, señala que las cifras son preocupantes: “Las mujeres en la música son claramente más vulnerables al suicidio en comparación con la población femenina general”.
Los factores que contribuyen a este alto riesgo son variados. Musgrave menciona las presiones laborales específicas que enfrentan los músicos, como la inestabilidad emocional, la exposición en redes sociales, las exigencias de las giras y el estrés emocional que estas implican. A esto se suman niveles elevados de ansiedad, depresión y abuso de sustancias, que crean un entorno propicio para el suicidio.
La problemática del suicidio no se limita a las naciones occidentales. En Corea del Sur, donde las tasas de suicidio son de las más altas del mundo, varios artistas de K-pop han perdido la vida en circunstancias similares. Musgrave apunta que, aunque no se dispone de datos concretos sobre el riesgo específico de los músicos en Corea, factores culturales como el perfeccionismo social podrían contribuir a este alto riesgo.
Ante estos hallazgos, Musgrave y su colega el Dr. Dorian Lamis abogan por la adopción de un enfoque de “cero suicidios” en las políticas relacionadas con la industria musical. Este marco implica una estrategia de siete elementos destinada a la prevención del suicidio, centrada en el cuidado integral de los profesionales del sector. “Hay evidencia contundente de que este enfoque es efectivo para reducir el suicidio en diversas poblaciones”, explica Lamis, poniendo como ejemplo la Oficina de Salud Mental de Nueva York, que logró reducir las tasas de suicidio en un 75% tras implementar esta estrategia.
Musgrave también enfatiza la necesidad de desmantelar la romantización que rodea la conexión entre la música y el suicidio. Según él, “hemos tolerado durante demasiado tiempo la mortalidad temprana y el riesgo de suicidio entre los músicos, representándolos como inherentemente torturados y sufriendo por su arte. Esto debe cambiar”.
La industria musical, a pesar de su brillo, enfrenta una crisis de salud mental que requiere atención urgente. Es esencial reconocer los factores de riesgo específicos y adoptar medidas preventivas efectivas para proteger a los profesionales de la música. Solo a través de un enfoque integral y compasivo se podrá mitigar el sufrimiento de aquellos que, con su talento, enriquecen nuestras vidas.
¿Cómo está Colombia?
La salud mental de los artistas colombianos es un tema que, aunque ha ganado visibilidad en los últimos años, aún requiere una atención más profunda y comprensiva. Diversos factores, tanto personales como profesionales, influyen en el bienestar psicológico de estos creativos, quienes, a menudo, enfrentan desafíos únicos debido a la naturaleza de su labor artística.
Un ejemplo destacado es el del artista visual Dairo Vargas Cerquera, originario de Huila. Vargas utiliza su arte no solo como una expresión personal, sino también como una herramienta para promover la salud mental a nivel global. Su obra aborda temas de memoria, identidad y bienestar mental, buscando generar conciencia y diálogo sobre la importancia de cuidar la salud psicológica.
De manera similar, el pintor y psicólogo Dorian Flórez Zuleta ha dedicado su vida a la arteterapia, combinando su pasión por el arte con su compromiso social. A través de esta práctica, ha brindado apoyo psicológico a niños y adolescentes que enfrentan problemas emocionales y sociales, demostrando el potencial del arte como medio terapéutico.
En el ámbito musical, artistas como Jessi Uribe han compartido abiertamente sus luchas con la salud mental. El reconocido cantante de música popular ha hablado sobre sus ataques de ansiedad, atribuidos a la presión constante por mantener el éxito y las exigencias de una agenda de presentaciones agotadora. Uribe ha buscado ayuda profesional, participando en terapia para abordar sus problemas personales y emocionales.
Asimismo, la cantante Silvana Estrada ha reflexionado sobre las dificultades que enfrenta su generación en relación con el amor y la salud mental. Estrada destaca la importancia de redefinir conceptos y alejarse de patrones dañinos, abogando por un amor más amable y consciente. Su enfoque en la autenticidad y la resistencia a las presiones de la industria musical resalta la necesidad de priorizar el bienestar personal sobre las expectativas comerciales.
Estos testimonios y experiencias resaltan la compleja realidad que viven muchos artistas colombianos. La constante exposición pública, las exigencias profesionales y las luchas personales pueden afectar significativamente su bienestar psicológico. Es esencial que la sociedad reconozca y apoye las necesidades de salud mental de los artistas, proporcionando espacios seguros y recursos adecuados para su cuidado y desarrollo integral.
Promover una cultura que valore y cuide la salud mental de los creativos no solo beneficia a los artistas, sino que también enriquece el panorama cultural del país, permitiendo que florezca un arte genuino y sostenible.
La escena del rock colombiano ha mostrado en los últimos años una creciente conciencia sobre la importancia de la salud mental, reflejada en la música y acciones de diversas bandas y artistas. Esta tendencia no solo busca entretener, sino también abrir espacios de reflexión y apoyo para quienes atraviesan dificultades emocionales.
¿Y en el Rock Colombiano? Ahí sí que estamos peor…
Un ejemplo destacado es la banda bogotana Mandingasea, que en marzo de 2024 lanzó el sencillo “Jodido”. Esta canción aborda de manera directa los desafíos relacionados con la salud mental, invitando a la reflexión y al reconocimiento de la importancia de este tema. La letra, escrita por el bajista Alejandro Lopera, se inspira en experiencias personales y busca sensibilizar al público sobre la necesidad de prestar atención a la salud mental. El lanzamiento fue acompañado de presentaciones en vivo y actividades que incluyeron charlas con especialistas en salud mental, demostrando el compromiso de la banda con esta causa.
Otra propuesta significativa es la de Nasa Histoires, que con su sencillo “Bugambilia” aborda la ansiedad y las luchas internas que enfrentan muchas personas. La canción utiliza la metáfora de la bugambilia para representar las emociones y pensamientos que pueden resultar abrumadores, ofreciendo una perspectiva artística sobre la experiencia de la ansiedad.
Además de la producción musical, la escena rockera colombiana ha promovido eventos y espacios dedicados a la discusión y sensibilización sobre la salud mental. Por ejemplo, se han organizado presentaciones en vivo que no solo ofrecen entretenimiento, sino que también sirven como plataformas para hablar abiertamente sobre este tema, buscando desmitificar tabúes y fomentar un ambiente de apoyo y comprensión.
La relación entre el rock y la salud mental ha sido objeto de estudio y reflexión en diversos medios. En una entrevista, se discutió cómo el rock puede ser tanto una forma de catarsis para los artistas como una herramienta de conexión para quienes escuchan, permitiendo que las personas se identifiquen y encuentren consuelo en las experiencias compartidas a través de la música.
Estos esfuerzos reflejan una tendencia positiva en la industria musical colombiana, donde el rock se convierte en un vehículo para abordar temas de salud mental, ofreciendo apoyo y creando conciencia. Es esencial que tanto artistas como público continúen promoviendo estos espacios de diálogo y reflexión, contribuyendo a una cultura más abierta y comprensiva respecto a la importancia del bienestar emocional.
@felipeszarruk