Colombia

Rock al Parque: la verdad detrás de la corrupción, respuesta a la columna de El Tiempo.

Publicado

en

El pasado 12 de junio, el columnista Chucky García publicó en El Tiempo un artículo titulado “Socios a la fuerza”, en el que defendió la gestión de Idartes y de Rock al Parque, el festival de rock más grande de Latinoamérica, frente a las denuncias de corrupción que han surgido en los últimos años. García, quien se presenta como exdirector artístico del festival, descalificó las acusaciones como “mentiras” y “calumnias” de un grupo de “resentidos” que quieren “apoderarse” del evento.

https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/chucky-garcia/socios-a-la-fuerza-columna-de-chucky-garcia-776583

Sin embargo, la verdad es que García no tiene autoridad moral ni ética para hablar del festival, pues él mismo ha sido parte de las irregularidades que han manchado la imagen y la credibilidad de Rock al Parque. Su supuesta labor como director artístico no fue más que una fachada para encubrir los negocios turbios que se hacían entre Idartes y las empresas contratistas, que se repartían el presupuesto del festival sin ningún control ni transparencia.

Así lo demuestra el informe final de visita de control fiscal que realizó la Contraloría de Bogotá a Idartes en 2018, en el que se evidenciaron varias anomalías en la contratación, la selección, la producción y la logística del festival, que afectaron el patrimonio público y los derechos de los ciudadanos. Entre los hallazgos más graves se encuentran:

  • Irregularidades en la publicación de los pliegos de condiciones para la licitación pública IDARTES-LP-001-2017, que tenía por objeto la contratación del servicio integral para la realización del festival Rock al Parque 2017. Según la Contraloría, Idartes incumplió los principios de publicidad, transparencia y selección objetiva, al no publicar los pliegos en el Sistema Electrónico para la Contratación Pública (SECOP) ni en su página web, sino solo en un tablero físico ubicado en sus instalaciones.
  • Falta de cuidado en el manejo del archivo documental del expediente contractual No. 1139 de 2017, asociado al proceso de licitación pública IDARTES-LP-001-2017. La Contraloría encontró que el expediente estaba incompleto, desordenado y sin foliar, lo que dificultaba su consulta y verificación.
  • Incumplimiento de las normas sanitarias y de bioseguridad durante el desarrollo del festival Rock al Parque 2017. La Contraloría constató que Idartes no garantizó las condiciones mínimas para la prestación del servicio médico y de primeros auxilios a los asistentes al evento, pues no contaba con una ambulancia básica ni con personal médico calificado. Además, no se cumplió con el protocolo de limpieza y desinfección de los baños públicos ni con el manejo adecuado de los residuos sólidos.
  • Sobrecostos en la producción y logística del evento Rock al Parque 2017. La Contraloría detectó que Idartes pagó precios excesivos por conceptos como transporte, alojamiento, alimentación, sonido e iluminación, sin justificación técnica ni económica. Asimismo, se evidenció que Idartes no realizó una adecuada planeación ni seguimiento al contrato, lo que generó incumplimientos e inconsistencias por parte del contratista.
  • Desviación de recursos públicos destinados al festival Rock al Parque 2017. La Contraloría estableció que Idartes utilizó recursos del presupuesto asignado al festival para financiar otros eventos o actividades que no tenían relación con el objeto contractual. Por ejemplo, se pagaron viáticos y pasajes aéreos para personas que no participaron en el festival, se contrataron artistas o servicios que no hicieron parte de la programación, y se adquirieron bienes o insumos que no se utilizaron o se perdieron.

Pero no solo fueron estos los hallazgos, como pueden ver en el documento al que adjuntamos el link en este artículo, la contraloria encontró en una visita fiscal a Idartes, específicamente a los procesos del festival Rock al Parque, después de que Subterránica los denunciara y enviara un informe basado en una veeduría ciudadana lo siguiente:

•            Irregularidades en la contratación de artistas nacionales e internacionales

•            Falta de transparencia en la selección de las propuestas musicales

•            Sobrecostos en la producción y logística del evento

•            Incumplimiento de las normas sanitarias y de bioseguridad

•            Desviación de recursos públicos destinados al festival

Estos hallazgos deberían generar sanciones administrativas y penales para los responsables del festival y afectar su continuidad y reputación, pero en un país corrupto en donde la justicia es corrupta, el juez se declaró impedido porque “no sabía lo que era rock” y la respuesta de Idartes fue una burla en un portal de noticias falsas llamado “Actualidad Panamericana” que han sido contratistas de la entidad y que contrario a las políticas mundiales, en Colombia premian e invitan a conferencias.

Estos hallazgos demuestran que García miente cuando dice que el festival es un ejemplo de transparencia, calidad y democracia. Por el contrario, el festival es un escenario de corrupción, despilfarro y favoritismo, que ha perjudicado a los artistas, al público y a la ciudad. García no tiene ninguna autoridad para hablar del festival, pues él fue cómplice y beneficiario de estas irregularidades, que lo llevaron a ser investigado por la Procuraduría General de la Nación.

Por todo lo anterior, exigimos al periódico El Tiempo, primero responsabilidad y rigurosidad periodística de la cuál carecen, y que se nos reconozca el derecho a réplica frente al artículo de García, que se retracte de sus afirmaciones falsas y tendenciosas, y que se haga una investigación exhaustiva y sancionatoria a los responsables de la corrupción en Rock al Parque. No permitiremos que se siga mancillando el nombre de Subterránica y la historia de un festival que es patrimonio cultural de Bogotá y de Colombia.

A pocos meses del festival Rock al Parque, una de las políticas culturales más corruptas de Colombia, las bandas ya están inscritas y las convocatorias realizadas. Sin embargo, aún no se conoce quién será el encargado de la curaduría del festival, luego de la salida de Chucky García, quien estuvo al frente de la programación artística durante ocho años. ¿Qué criterios tendrá el nuevo curador para seleccionar a las agrupaciones que harán parte de este espectáculo? ¿Qué sorpresas nos esperan en esta edición del festival? Ya lo veremos.

Y nuevamente, extendemos la invitación tanto a Chucky García como a Idartes para sentarse en un debate público a que respondan de manera honesta y coherente por todo el nepotismo, desfalco y corrupción de un festival que incluso cambió su misión en el papel para poder adaptarlo a los constantes robos y contratos amañados de sus amigos.

Ustedes pueden consultar el documento con los hallazgos de la Controlaría en: https://drive.google.com/file/d/1HGbXTkznSl0_7U8nT6GV3NstIbUY4o0z/view?usp=sharing

El problema de Colombia en que además de que la justicia es corrupta y no hay quién la ejecute, cuando se trata de artes es tomada como un chiste.

@Subterránica

Redacción Subterránica

Tendencias

Salir de la versión móvil